Un sentimiento ocasional, poema Zen por Cheongheodang

Un sentimiento ocasional, poema Zen por Cheongheodang

 

El confucianismo y el budismo son solo nombres vacíos, signos para despistarnos.
En las lomas, en la corte, en el mercado; solo traen sufrimiento.
La verdad máxima está más allá de las letras y los nombres,
y el silencio es la única manera correcta de estar con la naturaleza.
Entre las personas, ¿habrá final a la discusión del «bien» y el «mal»?
Planificar una sola vida es en verdad muy difícil.
Las montañas verdes pueden durar año tras año,
pero el viejo poeta acaba de subir al cielo.

—Maestro Zen Cheongheodang Hyujeong (1520 – 1604)

Conocer muchas cosas y temas, estar siempre informado de las últimas noticias o saber datos budistas de memoria; no te convierten en una persona sabia. De hecho, hay mucho sufrimiento para los sabiondos porque pronto se sienten superiores a los demás, convirtiéndolas en personas poco divertidas.

En la práctica Zen estamos obligados a aprender, leer y documentarnos, pero al mismo tiempo, nos entrenamos para soltar estos conocimientos y rendirnos ante el poder el silencio que trae Zazen.

El Maestro Cheongheodang nos regala esta enseñanza que no ha perdido su importancia, a pesar de los milenios.

¿Hasta dónde estás dispuesto a memorizar datos? ¿Cuando comienza tu silencio?

El violador soy yo

El violador soy yo

Soy una persona poco inteligente y me caracterizo por mi pequeñez mental. Pero cuando veo un cambio histórico no puedo más que poner toda mi atención para aprender y apoyar en la medida de mi capacidad.

Esta entrada me requirió muchos días para escribir porque soy hombre y no puedo siquiera imaginar todas las implicaciones. Fue todo un reto animarme a escribirla porque mi opinión personal necesita ser ignorada por completo; no así la trascendencia de lo que está sucediendo.

El movimiento Un violador en tu camino, #VioladorEresTu es algo que la humanidad necesita urgente. Es importante por muchísimas razones, pero la principal para es que crea la conciencia de que los hombres debemos entender, guardar silencio y ayudar en lo que se pueda a que los ataques de género se reduzcan al mínimo. Y si no podemos ayudar, entonces nos hacemos a un lado para dejar que la vida siga su camino.

De forma tajante y con una elegancia maravillosa, el movimiento nos hace entender a los hombres que los tiempos de acoso, división y violencia están terminando.

En la práctica Zen, desde hace 800 años, Dogen Zenji no veía distinción alguna entre géneros. De hecho, el machismo era una situación que le desagradaba por completo, al punto de incluir en Shobogenzo el capítulo Raihai Tokuzui (Rindiendo homenaje a la Esencia Adquirida).

En este texto encontramos a un Dogen asqueado del machismo y nos explica cómo en el Zen todos somos exactamente lo mismo. Nos impulsa a ver la Iluminación en todos los seres y que hay que dejar de lado el sexismo y el abuso si queremos ser practicantes del verdadero Budismo.

«Hay mucha gente necia que cree que las mujeres son únicamente objetos de lujuria y las trata como tales. Los seguidores del Buda no deberían comportarse de esta manera. Si se discrimina a las mujeres porque se las ve solamente como objetos de lujuria, ¿no se debería discriminar a los hombres por la misma razón?

«Por lo que se refiere al deseo sexual, los hombres también pueden ser objeto de deseo, al igual que las mujeres. Los que no son ni mujeres ni hombres también pueden ser objetos del deseo; los fantasmas, las flores en el cielo también pueden ser objetos de deseo.

«…Si tuviéramos que despreciar a las personas por el hecho de convertirse en objeto de deseo sexual, entonces tendríamos que excluir a todos los hombres y todas las mujeres. Y si esto fuera así, no habría nadie a quien ordenar monja o monje. «

El violador soy yo. No porque haya cometido violación directa, sino porque como hombre no puedo entender lo que la mujer vive de manera cotidiana.

El violador soy yo porque con esta denuncia sé que el mundo está cambiando y que los hombres necesitamos callar, respetar y apoyar en todo lo que podamos.

El violador soy yo porque como ser humano, ya he desperdiciado demasiada vida con las divisiones y los bandos.

Es hora de ser parte de este movimiento educándonos a nosotros mismos y a los jóvenes para al fin caminar todos juntos en equidad y paz.

Gracias por esta oportunidad.

Próximo Curso: Introducción al Budismo Zen 2, 2020

Próximo Curso: Introducción al Budismo Zen 2, 2020

 

Que 2020 inicie con un viaje más profundo y significativo en tu camino budista. Te invito a tomar la segunda parte del Curso de Introducción al Budismo Zen, de Grupo Zen Ryokan. Continuaremos nuestro camino aprendiendo la historia, tradición y prácticas de esta milenaria forma de vida.

Este curso está pensado para alumnos del Curso 1 y para quienes ya estén familiarizados con el contenido del Curso 1 (ver temario aquí).

 

Sobre el formato (presencial/en línea)

El Buda y los Maestros a través de la historia se han adaptado a la tecnología disponible para transmitir las enseñanzas a la comunidad y mantener el Dharma vigente. Este concepto se conoce como Upaya, o Medios Virtuosos de Enseñanza.

Grupo Zen Ryokan se adapta y usa los medios en vivo y electrónicos para compartir la llama del Budismo Soto Zen en español.

Entendemos la tecnología como herramienta de comunicación y de aprendizaje que une a las personas, trascendiendo fronteras, horarios y culturas.

Cuando estamos juntos practicando el Dharma y en Zazen, saltamos obstáculos regionales, etiquetas y tiempo. Esto nos permite estar siempre unidos, sin prisas.

Es un formato ideal para personas muy ocupadas o con algún impedimento para acudir a un centro Zen local.

Practicamos Zen en el templo más grande: La Vida.

 

Objetivo

Profundizar en el estudio de la historia, textos y ceremonias esenciales del Budismo Soto Zen; para llevarlo a nuestra experiencia cotidiana y vivir en respeto, armonía, silencio y elegancia.

Practicaremos Shikantaza Zazen (meditación zen) desde el primer día para cultivar el hábito diario de esta práctica suprema.

En una mirada

Curso: Introducción al Budismo Zen 2

Facilitador: Hondou Kyonin

Inicia: Jueves 16 de enero de 2020

Duración: 6 meses

Necesario:

  • Haber tomado el Curso de Introducción al Budismo Zen 1, o: Conocer los temas estudiados en el curso anterior. Ver temario aquí.
  • Tener una práctica diaria y estable de Shikantaza (al menos 20 minutos al día)

Disponibilidad: Limitada. Inscríbete pronto.

Cierre de inscripciones: Miércoles 15 de enero de 2020

Costo: Donativo mensual

Sedes:

En línea. El material y la discusión son en la red. Perfecto para amigos en otros estados y otros países.

Guadalajara, Jalisco. Reuniones en vivo y por Internet los sábados a las 5:00 PM Más información: elchocobuda ARROBA gmail.com

¡Me interesa! Clic aquí.

Personas tóxicas y cómo lidiar con ellas

Personas tóxicas y cómo lidiar con ellas

 

Todos estamos rodeados de personas difíciles, pero siempre hay una que parece tener más saña contra nosotros. Los llamamos «personas tóxicas» y queremos hacer algo al respecto para que dejen de lastimarnos.

¿Será algo personal? ¿Será venganza? ¿O solo es que es una persona malvada cuya misión es causar daño?

En esta charla discutimos la razón por la que hay personas tóxicas y damos el punto de vista de la práctica Zen para hacer algo al respecto.

Envidia: acciones para entenderla y dejarla il

Envidia: acciones para entenderla y dejarla il

La envidia es causa de infelicidad para muchos. Es este sentimiento de odio e ira que surge en nosotros cuando vemos que otra persona logra cosas o tiene cosas que nosotros deseamos.

Vemos con resentimiento cuando alguien tiene éxito y estamos ávidos por conocer el secreto. Dudamos que haya sido capaz de haberlo hecho por sus propios méritos y ponemos en tela de juicio su talento. ¡Seguro pagó a alguien! ¡Seguro se acostó con alguien! ¡Seguro tiene algún conocido poderoso!

En esta sociedad de consumo, la envidia también nace por presión social. ¿Cuántas veces no nos hemos enfrentado a comparaciones que la familia hace de uno contra lo que otros logran? «Tu primo Ludoguaje acaba de ir a Australia y tú no».

Criticamos a la persona, buscamos todos sus defectos y deseamos que un tren pase por encima de él/ella. O mejor que lo asalten y lo maten.

Así vamos alimentando al lobo hambriento llamado Envidia. Cada pensamiento es comida para que crezca esta bestia. Nos hace sentir odio y tristeza que eliminan nuestra inteligencia; resultando en que nos congelamos en nuestro sitio, mientras lamentamos los infortunios y obstáculos de nuestra miserable existencia.

¿Por qué él/ella sí, y yo no?

Para la psicología evolucionista, la envidia ha tenido un papel importante en el desarrollo de la humanidad. Éste sentimiento sirvió en nuestra prehistoria para asegurar el bienestar de la manada. La comparación constante entre individuos promovió que ambos se esforzaran por obtener logros que servirían de modelo a los demás. Así llegamos a construir ciudades y luego civilizaciones enteras.

La envidia tiene una razón de ser, pero es un sentimiento primitivo. Es parte de nuestro ADN, al punto de que todos la experimentamos, no importa el país o la cultura. Nos hace infelices, feos y nos vuelve tontos, porque destruye la inteligencia. Carecemos de las herramientas adecuadas para entender y dejar ir.

A pesar de que es una emoción primitiva, dejarnos dominar por ella es como dispararse en el pie con una escopeta. La primera víctima es quien la fabrica en la mente; y se vuelve muy peligrosa cuando el envidioso expande su odio hacia otras personas.

En la práctica Zen entendemos la envidia como una aflicción ligada de forma íntima a la ira y al odio. Es alimentada por los Tres Venenos de la mente: avaricia, ira e ignorancia. Se trata de una condición mental creada por el ego cuando se sale de control y comienza a desear lo que asume lo hará feliz o lo que imagina merecer.

Es decir, la emoción primitiva de la envida es natural al ser humano, pero los sentimientos de avaricia y odio por quien tiene, no lo son. Éstos últimos son sólo una historia más contada por nosotros mismos para sabotearnos y hacer nuestra experiencia de vida un infierno del que es muy difícil salir.

Con base en el Samantabhadra Sutra, en la psicología budista y un poco de mi propia cosecha, propongo estos pasos para que la envida se convierta en un motor de benevolencia.

 

Acepta que sientes envidia

En el Budismo Zen nos entrenamos para nunca ignorar nuestras emociones. Las dejamos entrar, las abrazamos y las soltamos sin que nos causen daño. Cuando sientas que odias a alguien porque logró algo que deseas, admite que sientes envidia. Y no, no existe algo como «envidia de la buena». Toda envidia es destructiva. Aceptar que está en tu corazón es de gran ayuda porque ahora sabes qué es y que existe una forma de dejarla ir.

 

Entiende que la envidia es una historia más de tu mente

El ego es una colección de historias que nos contamos y a las que nos aferramos. La envidia nace en tu mente y es sólo una historia más que decides narrarte. Y como todas las historias, la envidia también tiene un final. Tú decides hasta cuándo te afectará.

 

Practica Zazen

Cuando meditamos con constancia y disciplina aprendemos a dejar ir los pensamientos; como si fueran nubes al viento. La envidia es una nube negra más, que también se puede ir cuando la miras alejándose de ti para disiparse ante el cielo azul que es tu mente. Para aprender a practicar Zazen, te dejo en las manos de mi maestro, Gudo Wafu Nishijima.

 

Observa lo que tienes, lo que eres

Cuando detectes la envida en ti, mira todo lo que tienes. Observa tus logros, lo que posees. Todo eso ha sido gracias a tu esfuerzo y al de miles de personas que han trabajado para ti. ¡Tienes más bendiciones de las que crees! Así que observa con atención.

 

Practica Gratitud

Cuando comprendes que tu vida es el resultado del esfuerzo de miles de seres, es hora de decir GRACIAS con todo tu corazón. Tu vida no sería posible sin esta red de existencias. ¡Te reto a que lo hagas!

 

Practica Compasión

La compasión comienza con uno mismo cuando aceptamos que estamos sufriendo a causa de una historia ficticia como la envidia. Pero compasión es acción, y se practica buscando activamente parar el sufrimiento de un ser vivo. Al practicar Zazen, cuidar tu cuerpo y cultivar la mente, estás siendo una persona compasiva.

Por otro lado, la persona que detestas por sus logros no tiene la culpa de tus cuentos mentales. Siente compasión por él/ella y por ti. Ésto te ayudará a cesar las historias.

 

Deja de compararte

Cuando te comparas con alguien más, sólo estás clavando hierro candente en tu corazón. Aceptar quien eres y lo que tienes, dando GRACIAS por todo, te ayudará a soltar las comparaciones.

Eres una persona hermosa y adecuada. Eres una persona necesaria y suficiente para la vida. Eres una persona única, parte de un sistema interconectado de existencias.

No tienes comparación con nadie más. Así que deja de compararte.

 

¡Usa la envida como motor del cambio!

Alguna vez la envidia nos ayudó a salir adelante como especie. Puedes aprender de este hecho y usarla a tu favor. La envidia nos indica que deseamos algo, así que puedes tomarlo como una dirección hacia dónde enfocar tus esfuerzos. Es cuestión de comenzar.

 

Practica Generosidad

Una vez que pateaste a la envidia en el trasero, es hora de ser generosos. Felicita a la persona que logró lo que deseas. Hazle un regalo que le sea útil. Destruye tu ego hablando con él/ella para que te cuente cómo lo hizo. Si tus intenciones son benévolas y puras, estoy seguro que la persona reaccionará de forma positiva y compartirá su experiencia; de la cual puedes aprender mucho. Además, es posible que hagas una nueva amistad que te inspire.

 

Practica Zazen

Sí, otra vez y no me cansaré de repetirlo. Shikantaza Zazen debe ser el cimiento de cualquier cambio de vida. Es cuestión de comenzar.