Por unos buenos 15 años ya, el minimalismo ha estado de moda. Antes teníamos que rascar las entrañas de Internet para encontrar información al respecto. Era difícil. Algunos locos comenzamos a escribir al respecto desde entonces y poco a poco el movimiento ha cobrado fuerza.
Con el paso del tiempo mi postura ante el minimalismo ha cambiado mucho. Aunque el mensaje de «menos es más» sigue siendo importante, me parece que la visión occidental sobre el minimalismo está incompleta.
Muchos libros, documentales, videos y artículos nos impulsan a vivir con pocas cosas.
Pero ¿de qué sirve tirar todo a la basura, si el problema de fondo no es atendido?
No se trata de quedarte sin libros o con poca ropa. Los objetos no tienen nada que ver con el minimalismo.
Son los apegos, lujuria y las aversiones, las que debemos entender para soltarlas. Si en el corazón y mente hay deseo por más relaciones, experiencias, viajes, objetos materiales; aunque lo tires todo, en poco tiempo comenzarás a acumular de nuevo.
En el Dhammapada el Buda nos dice:
La riqueza arruina al necio, que no busca el Nibbana. Por culpa del aferramiento a las riquezas, los hombres ignorantes se arruinan a sí mismos y a los otros.
En el Budismo Zen la práctica nos lleva a soltar la facinación por los objetos brillantes y miramos hacia adentro cuando estamos sentados en el zafu.
De forma natural y sin buscar demasiado, la práctica del Zen nos lleva a una vida minimalista.
Esto es debido a que la espina dorsal del budismo es la práctica de Zazen (meditación) y el estudio del Buddhadharma.
Cuando uno se sienta en Zazen diariamente, con disciplina y sin fallar, experimenta muchísimos cambios. La ciencia ha demostrado una y otra vez que meditar trae una cantidad enorme de beneficios al cuerpomente. Parecería que cada mes se publica un nuevo estudio al respecto, puesto que la neurociencia ha llegado a comprender mejor la mente humana gracias a los estudios en meditadores.
Los cambios suceden a nivel físico, por supuesto. Pero también el meditador experimenta modificaciones en su comportamiento y en su relación con el universo.
Después de un par de meses de Zazen uno se percata que es más difícil enojarse y caer en la ira. No significa que las cosas dejen de importar, es sólo que la mente se abre a más posibilidades pacíficas. El ego se comienza a controlar, así que el drama no llega tan frecuentemente. Y aunque sea de forma muy lenta, dejar ir las cosas, situaciones y relaciones se torna natural.
También llega una necesidad espontánea de entender a los demás, de escuchar y de ayudar; es decir, el meditador se vuelve mucho más paciente, comprensivo y compasivo.
Aquí viene lo más interesante: practicar Zazen trae como resultado menos apegos materiales y físicos.
De pronto coleccionar cosas deja de ser interesante. Acumular libros, revistas, ropa, decoración y todo eso que antes era importante, comienza a perder relevancia.
Donar, tirar o reciclar objetos que antes hubieran sido sagrados, se vuelve parte del cotidiano.
El practicante de Budismo Zen deja de necesitar distracciones materiales y mentales porque está contento con lo que hay aquí y ahora.
De ninguna manera esto no significa que la persona se convierta en un bicho extraño y que se vaya a vivir a una caverna al bosque. Tampoco significa que sea un ser insensible. No. Es sólo que la búsqueda personal se enfoca hacia el interior, no a las posesiones.
Otro punto a aclarar es que no tienes que ser budista para volverte minimalista. Tampoco tienes que ser un meditador con años de experiencia. En realidad no importa la filosofía o la religión. Lo que importa es tener conciencia para entender que el alma del minimalismo es poner atención al presente.
Practicar Zazen nos une al silencio por dentro y por fuera.
¿Suena loco? Lo es.
Pero no me creas a mi, que no soy nadie. Experimenta. Medita. Hoy.
Seguimos estudiando Eko. Continuamos hablando de los maestros a los que dedicamos nuestra práctica, en las líneas:
Dedicamos nuestra práctica y aspiraciones: a todas las víctimas de la violencia y de eventos de la naturaleza; a los heridos y a todas las familias tocadas por estas tragedias; a la sanación del odio entre naciones y entre las personas; a la sabiduría y compasión de los líderes del mundo; a la paz del mundo y a la armonía entre todos los seres.
Eko es parte de nuestro cuaderno de liturgia. Más abajo en este post encontrarás el enlace de descarga.
Zazenkai significa Meditamos Juntos, y son las reuniones semanales de una sangha Soto Zen. En Grupo Zen Ryokan nos reunimos todos los domingos, para una pequeña ceremonia, practicar Zazen juntos y aprender Budismo Soto Zen.
Puedes participar con nosotros vía Zoom en vivo, o ver la transmisión grabada en YouTube.
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¡Amituofo!
Esta es la invitación para Zazenkai semanal.
El tema del día será: Explicando Eko, parte 8.
Los espero:
Día: Domingo 1 de noviembre de 2020
Hora:
Ciudad de México / Guadalajara / Bogotá 10:00h
Caracas / La Paz 11:00h
Madrid 17:00h
Por respeto al Maestro y los asistentes, LLEGAR TEMPRANO. Comenzamos a la hora en punto y se cerrará la reunión de Zoom.
Si no te puedes conectar a esa hora, puedes participar en la grabación que quedará en YouTube.
Indicaciones especiales para Zoom:
Descargar nuestro cuaderno de liturgia de https://1drv.ms/w/s!Akxki0vbnRKikoQqmBbbRns26MUJzQ?e=5Armqd
Llevar ropa cómoda.
Preparar cojín, silla o zafu.
Tener agua disponible.
Elegir un lugar donde se pueda ver la pantalla con claridad y tener espacio para moverse y sentarse en un cojín o silla.
Seguir las instrucciones que daré en el video.
Un poco de incienso siempre es buena idea.
Espero verlos ahí. Cualquier duda o pregunta ya saben que siempre estoy disponible.
Dana: Recuerda que los monjes budistas no tenemos sueldo. Mantenemos todas las actividades de la sangha gracias a tus donaciones. Al estar trabajando desde casa, ya no tengo dónde recibir aportaciones directas. Sigo necesitando de tu ayuda. Si está en tus posibilidades, dona lo que te sea cómodo. Escríbeme en privado para decirte cómo. Gracias, gracias.
Regresa Mínima, Taller de Minimalismo y Meditación; ahora en versión 3.0
Hoy es el mejor día para practicar el desapego y liberarnos de lo que nos ata.
La tensión del trabajo, la acumulación de objetos inútiles y la presión por consumir, son rocas enormes en nuestra espalda. Las llevamos a cuestas por la vida y están tan dentro de nuestra cultura, que no nos damos cuenta de ello… excepto cuando comienzan a afectar nuestra salud, tranquilidad y relaciones personales.
En estos tiempos de pandemia, crisis económica, saturación y estrés, donde cada moneda y cada centímetro cuadrado cuentan, es urgente aprender el desapego de lo material para mejorar nuestro estilo de vida.
Para lograrlo necesitamos entender los problemas en los que la sociedad de consumo nos ha metido; pero también necesitamos saber que practicar el minimalismo es la pieza clave que nos llevará a tener más espacio y mucha tranquilidad.
Chocobuda presenta: Mínima, Taller de Minimalismo y Meditación, donde aprenderemos métodos 100% prácticos para comprender y aplicar el minimalismo y la meditación a tu vida cotidiana.
Inicia el lunes 16 de noviembre de 2020 y hay muy pocos lugares.
El Budismo Zen es muy difícil porque su estudio requiere poner en tela de juicio mucho del conocimiento convencional y el «sentido común» de nuestra cultura occidental. Aprender conceptos como la vacuidad o la ilusión del YO siempre crea confusión, pues requiere un buen nivel de esfuerzo para ver la vida con ojos frescos.
La enseñanza de la vacuidad (Shunyata) nos dice que todo en este universo carece de nombre, etiquetas y adjetivos; por lo tanto, todo está vacío de contenido intelectual humano. Somos nosotros los que inventamos las palabras, unidades de medida e historias alrededor de las cosas del universo.
La enseñanza de la ilusión del Yo (Anatta) habla de cómo la personalidad humana y el ego son solo una colección de historias que cada uno de nosotros se narra. Es decir, lo que somos es en realidad, solo ficción. Al aferrarse a estas historias, uno mismo se separa de la vida al generar la ilusión de individualidad.
Esta ilusión incluye la amplia gama de emociones humanas. Aunque son reales, el drama e historias que les agregamos, no. Con frecuencia nosotros mismos nos llevamos al sufrimiento, por no entender que la imaginación es nuestra peor enemiga.
Entonces, una pregunta común es: si todo es ilusión, ¿cómo manejar los ilusorios pero negativos estados de ánimo?
No es que las emociones humanas no existan. ¡Claro que sí! Son parte de nosotros. Vivimos amor, tristeza, ira, sentido de peligro, alegría, ecuanimidad y más. PERO las emociones también están vacías. No tienen historias, dramas, argumentos ni nada. Están en nosotros porque son herramientas para entender el mundo y ayudarnos a una buena calidad de vida. Todas son útiles.
Pero es nuestro ego el que les pone un montón de basura egocéntrica encima y luego ya nos las podemos aguantar. En lugar de vivir el amor en silencio, con humildad y gratitud, le ponemos un dramón romántico encima lleno de apegos y deseos. Claro que se sale de control. Se vuelve monstruoso indomable, en realidad.
En el Zen aprendemos a ver las emociones por lo que son. No les agregamos nada. Las dejamos pasar, que se queden el tiempo que necesitan y luego solas se van. No hay tal cosa como emociones negativas. Si las dejas pasar y no les pones historias encima, la emoción que sea se evaporará y no causará daño.
Decirlo es fácil, claro. Llegar a entenderlo cuesta trabajo y tiempo, pero no es imposible vivir en ecuanimidad. Es cuestión de comenzar a leer un poco más sobre la práctica Zen y dar los primeros pasos en la meditación.
Para saber más sobre este tema, recomiendo leer esto: https://chocobuda.com/2015/06/16/nunca-suprimas-mejor-acepta-tus-emociones/
También ver este webinar que di hace unos años: https://chocobuda.com/2015/06/02/webinar-de-manejo-de-emociones-listo-para-todos/
Finalmente, leereste poema diario durante una semana, antes de Zazen; ayuda mucho ha hacer las paces con las emociones.
Contra lo que la cultura occidental dicta, de verdad que no es necesario sufrir las emociones. Solo hay que comenzar a abrir la conciencia por medio de la práctica espiritual.
Seguimos estudiando Eko. Continuamos hablando de los maestros a los que dedicamos nuestra práctica, en las líneas:
También dedicamos estos esfuerzos a los Tres Tesoros, Buda, Dharma, Sangha y a todos los Budas y Maestros en todo lugar y en todos los tiempos.
Eko es parte de nuestro cuaderno de liturgia. Más abajo en este post encontrarás el enlace de descarga.
Zazenkai significa Meditamos Juntos, y son las reuniones semanales de una sangha Soto Zen. En Grupo Zen Ryokan nos reunimos todos los domingos, para una pequeña ceremonia, practicar Zazen juntos y aprender Budismo Soto Zen.
Si estás fuera de Guadalajara, Jalisco, puedes participar con nosotros vía Zoom en vivo, o ver la transmisión grabada en YouTube.
Si estás en la ciudad, te esperamos en el Árbol del Yoga, siempre y cuando sigas al pie de la letra las medidas de prevención por la contingencia sanitaria. Detalles aquí.
https://youtu.be/nMWm3YFYDzU
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¡Amituofo!
Esta es la invitación para Zazenkai semanal.
El tema del día será: Explicando Eko, parte 6.
Los espero:
Día: Domingo 18 de octubre de 2020
Hora:
Ciudad de México / Guadalajara / Bogotá 10:00h
Caracas / La Paz 11:00h
Madrid 17:00h
Por respeto al Maestro y los asistentes, LLEGAR TEMPRANO. Comenzamos a la hora en punto y se cerrará la reunión de Zoom.
Si no te puedes conectar a esa hora, puedes participar en la grabación que quedará en YouTube.
En Guadalajara, te esperamos en el Árbol del Yoga solo si aceptas seguir las medidas de salud. Detalles aquí.
Árbol del Yoga está en Lope de Vega 121. Facebook.
Indicaciones especiales para Zoom:
Descargar nuestro cuaderno de liturgia de https://1drv.ms/w/s!Akxki0vbnRKikoQqmBbbRns26MUJzQ?e=5Armqd
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Sobre mi
¡Hola! Soy Kyonin, monje y maestro budista de la tradición Soto Zen. Formo parte de Grupo Zen Ryokan. Comparto la sabiduría eterna del Buda para ayudar a encontrar la paz interior y la liberación del sufrimiento. Juntos vamos en camino hacia la compasión.
En días de lluvia
la melancolía invade
al monje Ryokan
-Haiku de Ryokan Taigu Roshi