Todos en algún momento odiamos nuestro trabajo. No encontramos nada atractivo, no vemos desarrollo y consideramos a los jefes como personas inferiores, pero con mejor suerte que uno. Este es un tema recurrente que vale la pena explorar una vez más porque no nos ha quedado claro: todo lo que hacemos es la vía del Bodhisattva. Y ese trabajo que no te llena, es el mejor ejemplo.
La respuesta a este dilema moderno puede encontrarse en una tradición milenaria: el budismo Soto Zen. Con nuestras enseñanzas sobre la atención plena, la no dualidad y la compasión, el Zen nos muestra un camino de liberación de dukkha, incluido nuestro trabajo.
La idea de llevar el Zen al trabajo puede parecer una locura al principio, especialmente en entornos altamente competitivos y exigentes. Sin embargo, es justo aquí, en estos contextos donde las prácticas de atención plena y compasión revelan susabiduría.
Al cultivar una mayor conciencia de nuestros pensamientos, emociones y acciones, y al abordar nuestras tareas y relaciones laborales con una mente abierta y un corazón compasivo, agradecido y de generosidad, podemos comenzar a ver cambios significativos. No solo en cómo experimentamos nuestro trabajo diario, sino también en cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás.
En este Zazenkai, exploraremos cómo aplicar estos principios Soto Zen en el entorno laboral no solo para dejar de odiar nuestro trabajo, al compañero tóxico y al jefe, sino para transformar esta relación en una fuente de satisfacción y crecimiento personal.
Zazenkai significa Meditamos Juntos, y son las reuniones semanales de una sangha Soto Zen. En Grupo Zen Ryokan nos reunimos todos los domingos, para una pequeña ceremonia, practicar Zazen juntos y aprender Budismo Soto Zen.
Si estás fuera de Guadalajara, Jalisco, puedes participar con nosotros vía Zoom en vivo, o ver la transmisión grabada en YouTube.
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Dana: Recuerda que los monjes budistas no tenemos sueldo. Mantenemos todas las actividades de la sangha gracias a tus donativos. Si está en tus posibilidades, dona lo que te sea cómodo. Escríbeme en privado para decirte cómo. Gracias, gracias.
En la amplia oferta espiritual de nuestro Gran Maestro Eihei Dogen, existe una enseñanza llamada Ho-i, La Posición del Dharma. En ella, se nos recuerda que todo ser, fenómeno, objeto o momento existen en su posición única del Dharma, desplegándose perfectamente en su existencia singular. Es decir, dentro de la Totalidad del Dharma que es el universo, cada cosa y ser son un Dharma en su propio espacio e individualidad. Pero al final cada Dharma habita en su posición del Dharma.
Imagina por un momento que cada entidad o suceso es el único en el universo entero, como si, en su momento de ser, no existiera nada más que eso. Esta visión revela que cualquier posición del Dharma individual es, en sí misma, el universo completo, sin excluir nada.
Cada cosa o momento, a pesar de su tamaño o importancia, es ilimitado y sin medida, pues es único y no hay nada con qué compararlo. Al sentarnos en Zazen, tomamos nuestra propia posición del Dharma, abarcando todo el espacio y tiempo, experimentando la plenitud y la atemporalidad. Zazen se convierte en un acto completo en sí mismo, donde no existe nada más que hacer, ningún otro lugar a donde ir, nada falta y todo se contiene y se cumple en el acto de sentarse. Zazen es por completo la verdadera posición del Dharma.
Esta enseñanza no es original de Dogen. Tiene sus raíces en las enseñanzas de la escuela Tendai, en el Sutra del Loto que tanto apreciaba, y se refleja en las tradiciones Mahayana y Zen. Aunque pueda parecer abstracto para algunos, en realidad, es una medicina práctica que permite la comprensión profunda y la liberación de nuestra experiencia del mundo.
¿Cómo nos afecta esto? La mayoría experimentamos el Samsara como un mundo lleno de dolor, conflictos y sufrimiento. Hay Dukkha en la desilusión, en la ira y en la tristeza. El Budismo Zen ofrece la realización de la vacuidad como medicina suprema, donde la separación se disuelve, y con ella, la distinción entre yo y tú, esto y aquello, nacimiento y muerte. En Zazen, experimentamos cómo se derrumban todas estas separaciones y conflictos, sintiendo cómo se desvanecen las tensiones y el sufrimiento.
Sin embargo, esto no significa que el Budismo nos haga ver el mundo y sus horrores como meras ilusiones para ser transcendidas y olvidadas. Aunque todo tenga una pinta de autoengaño, el mensaje de Ho-i es más profundo. La vacuidad se manifiesta en cada momento y cosa, haciéndolos preciosos y completos, cada uno habitando en su posición del Dharma, incluso aquellos aspectos de la vida que rechazamos o nos causan dolor. Todos y cada uno son el Buda manifestándose, formando un universo donde cada pieza, cada actor, cada semilla tiene su lugar perfecto, aun en las escenas más trágicas o en los frutos más venenosos.
Ho-i no nos vuelve complacientes frente a la violencia y la fealdad, sino que nos da la paz necesaria para transformarlas en belleza. Tenemos el poder de cambiar un Dharma de odio o codicia por uno de amor y generosidad, cada uno ocupando su nueva posición del Dharma.
Juntos, podemos hacer de este planeta un escenario armonioso y bello. En nuestra vida personal, enfrentamos altibajos con la misma visión: reconociendo cada momento, ya sea de enfermedad o salud, como la totalidad del universo expresándose en ese instante. Aprendemos a abrazar cada experiencia, cambiando lo que podemos y honrando lo que no se puede cambiar, cada instante es su propio Dharma completo.
Dogen Zenji nos enseña que la vida y la muerte, como todo lo demás, son situaciones completas en el momento, no separadas sino expresiones completas del Dharma. Al comprender que vida y muerte son nirvana, nos liberamos de ellas. Cada ser, momento o circunstancia, no importa lo difícil que sea, se convierte en una manifestación completa y preciosa de la realidad, cada uno es un Buda y una Perla Brillante que contiene el Todo.
Y así, mano a mano, nos esforzamos por crear una vida y un mundo tan saludables y plenos como sea posible, aceptando y honrando todos los resultados como su propia posición del Dharma en este momento del Dharma. En la práctica, aprendemos a conocer la totalidad de la vida, con todas sus complejidades y desafíos, como una expresión completa y perfecta del Dharma, abrazando cada momento con compasión, sabiduría y el compromiso de transformar nuestro entorno para el bien de todos.
Hoy tendremos nuestra celebración de Nehan-e, la entrada del Buda al Parinirvana.
Esta es la festividad del Budismo Mahayana que celebra la muerte del Buda. También se le conoce como Día del Nirvana.
Shakyamuni Buda enseñó el Dharma por 40 años luego de haber alcanzado la Iluminación. Murió en estado de meditación a los 80 años. Se dice que la causa de su muerte fue disentería por haber comido carne en mal estado.
En la escuela Soto Zen es en la semana del 15 de febrero. En los altares se colocan imágenes del Buda recostado. En Grupo Zen Ryokan observaremos esta ceremonia el domingo 25 de febrero de 2024.
¿Cómo se celebra? Los budistas celebramos la muerte del Buda porque creemos que cuando llegó a la Iluminación se liberó de esta existencia física y del sufrimiento que la caracteriza. Al morir, dejó su cuerpo físico y alcazó el verdadero nirvana.
Es una ocasión para recordarnos sobre la impermanencia de las cosas, nuestra propia mortalidad, la sabiduría del Buda y de todos nuestros ancestros. También es un día para festejar y honrar la vida-muerte de nuestros antepasados.
En la escuela Soto Zen celebramos Nehan-e con un servicio especial Zazenkai, recitando el verso Shariraimon (Homenaje a las Reliquias del Buda). También recitamos el Sutra del Corazón para ayudar a nuestros ancestros a llegar a donde tengan que llegar.
Es tradición compartir una comida y dar dana al templo o a nuestro maestro, que son parte de nuestro linaje budista.
Este Zazenkai solo será por Zoom.
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ATENCIÓN: El cuaderno de liturgia para Zazenkai ha cambiado. Favor de descargar de nuevo de:
Zazenkai significa Meditamos Juntos, y son las reuniones semanales de una sangha Soto Zen. En Grupo Zen Ryokan nos reunimos todos los domingos, para una pequeña ceremonia, practicar Zazen juntos y aprender Budismo Soto Zen.
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Si me has seguido por algún tiempo, sabrás que soy monje budista y que he elegido ayudar a los demás como camino de vida. Pero no siempre fue así. Antes, me encontraba inmerso en la vorágine del consumismo sin control, ajeno al impacto devastador que mis acciones podían tener en la naturaleza que me rodeaba. El medio ambiente no me importaba porque estaba embelesado comprando todo lo que se me antojaba. No me imaginaba siquiera que el Budismo Zen y el medio ambiente tuvieran alguna relación.
El Budismo Zen ha transformado mi forma de percibir el mundo y mi relación con la ecología de una manera contundente. Desde que tomé refugio en Buda, Dharma, Sangha y en la vía del Zen, he experimentado una revelación interna que ha despertado en mí una conexión sagrada con la tierra y todas las formas de vida en el cosmos. Cada momento de meditación me ha llevado a comprobar la interdependencia de todas las formas de vida, y cada enseñanza del Dharma ha resonado en mi corazón, recordándome la importancia de honrar y proteger el precioso regalo que es nuestro planeta.
He entendido que en un mundo donde el clamor por la sostenibilidad y el respeto por nuestro entorno natural se ha vuelto más apremiante que nunca, el Budismo Zen y medio ambiente están íntimamente relacionados. El Soto Zen no solo es una filosofía y religión de profundo respeto y amor por el medio ambiente, sino que también es una guía práctica para vivir en armonía con el mundo que nos rodea.
La semilla de la compasión
El Budismo Zen enseña que la compasión hacia uno mismo es el primer paso hacia la compasión hacia el universo. Este principio, lejos de ser un acto de egoísmo, es el reconocimiento de que solo al cuidarnos y respetarnos a nosotros mismos podemos extender genuinamente ese cuidado y respeto hacia los demás y, por extensión, hacia el medio ambiente. La práctica de Zazen, nuestra meditación sentada, es la manifestación de esta compasión y cuidado, un acto de amor propio que nos prepara para amar y respetar el mundo.
Eihei Dogen y la Unidad con el Universo
Eihei Dogen, nuestro Gran Maestro y fundador, nos enseña que «practicar el verdadero Zazen es expresar el verdadero yo» y que «todo en el universo es Buda«. Esta visión no solo eleva nuestra percepción del entorno, sino que abre la consciencia para la práctica activa de respeto absoluto hacia todo lo que existe. Al considerar cada árbol, cada gota de agua y cada ser viviente como una manifestación del Buda, nuestra relación con el mundo se transforma. Nos volvemos guardianes de la vida, protegiendo, venerando y respetando cada aspecto de la naturaleza; pero sin caer en el fundamentalismo ni en el fanatismo.
Dogen y los Patriarcas del Zen nos da las herramientas y los conocimientos para vivir de manera sostenible, pero con elegancia y dignidad. No vamos por la vida violentando obras de arte. Solo nos dedicamos a la experiencia del ser, en silencio y en introspección.
Venerar al Buda, Dharma y Sangha, es venerar a la Madre Tierra. Budismo Zen y medio ambiente no son dos.
La Unión con la naturaleza
Lejos de separarnos de la naturaleza, el Zen nos hace reconocer nuestra unidad con ella. Esta no es una unión meramente filosófica. Tampoco es un cuento de hadas. Es una vivencia real que se experimenta a través de la práctica de Zazen y el estudio del Dharma. Al sentarnos en meditación, dejamos de ser observadores externos del mundo natural para convertirnos en parte de él, reconociendo nuestra interdependencia y nuestro papel dentro de este gran tejido de la vida.
Estamos integrados, unidos, interrelacionados. La mota de polvo es Yo. Árbol es Yo. Buda es Yo. Causar daño a lo que sea, es causar daño al Buda mismo. Y ningún practicante de Zen tendrá la intención de violentar al Buda.
Vivir con lo necesario nos lleva a una vida plena y sostenible
El camino del Zen es uno de moderación, pero no de privación. Nos enseña a vivir de manera sostenible, disfrutando de una vida plena con solo lo necesario.
No decimos que no a tener un auto o a viajar en avión. Es solo que no vamos por la vida cometiendo excesos ni buscando el super lujo, porque el super lujo genera super pobreza y saca de equilibrio a la Madre Tierra.
Esta práctica, profundamente arraigada en el estudio y la aplicación del Noble Sendero Óctuple, nos muestra que un estilo de vida sustentable no solo es posible, sino también profundamente enriquecedor.
Reflexiones personales
En mi propia práctica, he encontrado en el Zen un camino hacia una mayor conciencia y respeto por el medio ambiente. Pero como mencioné arriba, el Zen no te vuelve violento ni aguerrido. Al contrario. Nos sentimos tan unidos a la vida, que nuestro paso por ella es compasión activa.
La práctica de Zazen, en particular, ha sido una revelación, mostrándome que incluso el acto más simple de sentarse en silencio puede ser una poderosa declaración de cuidado y respeto por el mundo. Cada momento de meditación es un acto de amor, no solo hacia uno mismo sino hacia todo lo que nos rodea. Budismo Zen y medio ambiente, como estás descubriendo hoy, son una sola cosa indivisible.
Hacia un futuro sostenible y de paz
En estos tiempos, donde la crisis ambiental exige acciones concretas y un cambio profundo en nuestra relación con el mundo, el Budismo Zen y el medio ambiente ofrece un camino esperanzador. Nos enseña que, mediante la compasión, la práctica consciente y una vida de moderación, podemos contribuir a un futuro más sostenible y respetuoso con nuestra Madre Tierra.
Para nosotros en el Budismo Zen, la risa no es solo una reacción emocional accidental. Es una puerta hacia el despertar espiritual y el resultado de la práctica disciplinada de las enseñanzas del Buda.
Se considera que la risa y el sentido del humor son expresión de la comprensión de la naturaleza última de la realidad. Para nada significa tomar la vida a la ligera, sino de reconocer la naturaleza impermanente y a menudo absurda de la existencia.
La risa en el Zen puede ser vista como una aceptación gozosa de la vida tal y como es, una herramienta para cortar a través de la ilusión y un recordatorio de que la sabiduría y la alegría a menudo van de la mano.
El Buda reía y hacía bromas para enseñar el Dharma. Dogen enseñaba con parábolas para hacer reír a sus monjes. Nishijima Roshi disfrutaba de hacer bromas y contar historias graciosas. Y para mí, Kyonin, reír es un cimiento de la vida humana y prueba irrefutable de la iluminación. Porque la risa es luz.
En este Zazenkai hablaremos sobre la importancia del sentido del humor en el budismo Zen.
Los espero.
Dana
Como monjes budistas dependemos de la generosidad de nuestra comunidad para nuestro sustento. No tenemos salario y vivimos con sencillez, por lo que cada donación es muy apreciada.
Con tu ayuda, me es posible continuar difundiendo las enseñanzas del Buda y de los Patriarcas del Zen, y compartiendo su mensaje de compasión con el mundo.
Tu donación me ayudarás a seguir ofreciendo clases de Budismo Soto Zen, Zazen y otras actividades que benefician a la comunidad. ¡Gracias por tu amabilidad y generosidad!
Zazenkai significa Meditamos Juntos, y son las reuniones semanales de una sangha Soto Zen. En Grupo Zen Ryokan nos reunimos todos los domingos, para una pequeña ceremonia, practicar Zazen juntos y aprender Budismo Soto Zen.
Si estás fuera de Guadalajara, Jalisco, puedes participar con nosotros vía Zoom en vivo, o ver la transmisión grabada en YouTube.
Si estás en la ciudad, te esperamos en el Árbol del Yoga, siempre y cuando sigas al pie de la letra las medidas de prevención por la contingencia sanitaria. Detalles aquí.
El tema del día será: En Zen de la risa
Los espero:
Día: Domingo 18 de febrero de 2024.
Hora:
Ciudad de México / Guadalajara 10:00h
Caracas / La Paz 11:00h
Madrid 17:00h
Por respeto al Maestro y los asistentes, LLEGAR TEMPRANO. Comenzamos a la hora en punto y se cerrará la reunión de Zoom.
La naturaleza tiene un orden y elegancia que nos cuesta mucho trabajo ver. Hay reglas en el universo que simplemente son seguidas por todo lo que existe. Desde los átomos hasta galaxias completas, todo tiene propósito, lugar y sincronía. Es como una Gran Danza. Sin embargo, los únicos animales que lo niegan y quieren modificar todo, somos los humanos. Sufrimos tanto porque no podemos entender que el Zen mejora tu vida al darte límites y reglas para estar en sincronía con el cosmos.
Tenemos esta ilusión de que la libertad es siempre hacer lo que te venga en gana, en todo momento. Pero una vida sin reglas o límites puede parecer libertad absoluta, pero en realidad, conduce al caos y la confusión. En el budismo, esto se conoce como Dukkha, el sufrimiento que surge de la insatisfacción y la falta de orden en nuestras vidas. Sin embargo, el Budismo Zen nos ofrece un camino para poner límites y encontrar la armonía interior que tanto anhelamos.
Me encantaría decir que Zen es solo la tranquilidad de una mañana en el spa, pero es más que eso.
El Budismo Zen, una rama del budismo Mahayana que enfatiza la meditación Zazen y la práctica cotidiana para alcanzar una auténtica vida tranquila, nos proporciona las herramientas necesarias para establecer límites en nuestras vidas y cultivar un sentido de orden y paz interna. A través de la práctica del Zen, aprendemos que las reglas no son restricciones arbitrarias impuestas desde el exterior, sino guías que nos ayudan a vivir de manera más consciente y satisfactoria.
Dukkha, la insatisfacción de una vida sin reglas
El Buda descubrió que la raíz del sufrimiento humano, o Dukkha, proviene de nuestra incapacidad para aceptar la realidad tal como es. Cuando vivimos sin reglas claras o principios que guíen nuestras acciones, nos encontramos perdidos en un mar de desorden y confusión. Nos aferramos a deseos inalcanzables, a lo impermanente y nos vemos atrapados en un ciclo interminable de insatisfacción.
Imagina una vida sin horarios, sin normas sociales, sin límites personales. Inicialmente, puede sonar liberador, pero rápidamente nos damos cuenta de que el caos reina en todas partes. Sin estructura ni disciplina, nos sentimos perdidos y desorientados, sin un propósito claro que nos guíe.
Budismo Zen para descubrir que no hay tal como caos
El Budismo Zen nos ofrece un enfoque práctico y directo para establecer límites en nuestras vidas y encontrar que no existe caos alguno. A través de Zazen y la práctica de la atención plena, aprendemos a observar nuestros pensamientos y emociones sin juzgar y a cultivar una mayor claridad mental.
Zazen nos enseña a estar presentes en el momento actual, a aceptar la realidad tal como es y a dejar de lado nuestras expectativas y deseos. En lugar de luchar contra el flujo de la vida, aprendemos a fluir con él, encontrando paz y armonía incluso en medio de las dificultades.
Límites y reglas para la paz interna y la mejora de la sociedad
Hacer lo que te venga en gana, así solo por pasión cavernícola, solo te ha metido en problemas. Y seguirás sufriendo, a menos que te pongas límites.
Además de ayudarnos a encontrar paz interna, el Budismo Zen también nos proporciona reglas y principios éticos que nos guían en nuestras interacciones con los demás y en nuestra contribución a la sociedad. A través de los Cinco Preceptos, que incluyen abstenerse de causar daño, robar, mentir, intoxicarse y participar en conductas sexuales dañinas, aprendemos a cultivar una forma de vida que promueva el bienestar tanto para nosotros mismos como para los demás.
Al establecer límites claros y seguir principios éticos sólidos, contribuimos a crear un mundo más compasivo y comprensivo. En lugar de actuar desde el egoísmo y la avidez, aprendemos a cultivar la compasión y la generosidad hacia todos los seres vivos.
¿Quieres hacer algo por la paz en Palestina o en el conflicto armado actual? Practica Zen hoy, aquí y ahora.
¿Quieres mejorar el medio ambiente? Estudia las palabras del Buda y D?gen para entender tu lugar e impacto en la vida.
¿Hay personas difíciles en tu vida? Practicar Zen con una sangha te ayuda a mantener la calma y actuar con prudencia basada en compasión.
Así tal cual, el Zen mejora tu vida.
Mirarnos con honestidad es el camino hacia la mejora personal
Una parte fundamental de la práctica del Budismo Zen es la auto-reflexión honesta y sin adornos. Lo sé, a veces puede ser muy crudo. Pero eso es justo por lo que podemos crecer. No nos andamos con medias tintas. Nos revisamos con brutal honestidad.
A través de Zazen y la observación de nuestros pensamientos y emociones, aprendemos a ver con claridad nuestras fortalezas y debilidades y a reconocer las áreas en las que podemos crecer y mejorar.
El Zen nos hace a mirarnos profundamente y cuestionar nuestras suposiciones y creencias arraigadas. Al abandonar la falsa ilusión del ego separado, podemos comenzar a ver la interconexión de todas las cosas y a comprender nuestra verdadera naturaleza.
¿Qué es el ego separado? Cuando crees que eres uno contra el mundo y que te lo mereces todo.
La maravilla de estudiar Zen
Estudiar Zen mejora tu vida porque te pone en un camino fascinante y transformador. Te permite explorar lo que hay debajo de lo que crees que eres. A medida que profundizamos en nuestra práctica, experimentamos una sensación de asombro y asombro ante la vastedad y la belleza del universo.
Los practicantes de Budismo Zen estamos abiertos a la experiencia directa de la vida en cada momento, a saborear la riqueza y la plenitud de cada instante. Es con nuestra práctica de Zazen y la atención plena, que aprendemos a estar completamente presentes en nuestra experiencia y a apreciar la unicidad que nos rodea en todas partes.
En resumen, el Budismo Zen mejora tu vida porque nos ofrece los límites y las reglas necesarias para mejorar nuestra calidad de vida y encontrar paz interna en un mundo lleno de caos y confusión.
Con Zazen y la práctica de la atención plena, aprendemos a establecer límites claros en nuestras vidas y a vivir de acuerdo con principios éticos sólidos que promuevan el bienestar tanto para nosotros mismos como para los demás.
Estudiar Zen es maravilloso porque podemos explorar la verdadera naturaleza de nuestra mente y corazón, para así experimentar que no hay tal cosa como caos. Solo hay orden, sencillez y elegancia. Y poder verlo es la más grande de las libertades.
Si lo que escribo te es útil y te gusta, ¿por qué no invitarme un café? Gracias.
Sobre mi
¡Hola! Soy Kyonin, monje y maestro budista de la tradición Soto Zen. Formo parte de Grupo Zen Ryokan. Comparto la sabiduría eterna del Buda para ayudar a encontrar la paz interior y la liberación del sufrimiento. Juntos vamos en camino hacia la compasión.
En días de lluvia
la melancolía invade
al monje Ryokan
-Haiku de Ryokan Taigu Roshi