Baja autoestima vista desde el Budismo Zen

Baja autoestima vista desde el Budismo Zen

A menos que no seas una persona, todos hemos pasado por algún episodio en el que cuestionamos lo que somos. Muchos llegamos al extremo de estar perpetuamente decepcionados de nosotros mismos porque no cumplimos expectativas, porque nos comparamos con los demás o porque no encontramos lo que podemos aportar a la vida. Y entre más tiempo pasa, más alimentamos este demonio que llamaos baja autoestima.

Hay una anécdota de SS Dalai Lama que me gusta mucho. Desconozco si sea real o no, pero siempre que la recuerdo me hace sonreír.

En una de las primeras visitas de SS a los Estados Unidos, supuestamente dio una conferencia en alguna universidad en donde le preguntaron cómo hacía el budismo para tratar la baja autoestima.

Al no entender la pregunta, Su Santidad se quedó congelado. Tuvo que consultar con sus traductores para intentar encontrar un significado. Luego de unos minutos de discusión, el Maestro dijo que en el budismo no hay tal cosa como autoestima.

Autoestima es un concepto occidental para explicar la relación que tenemos con nosotros mismos, pero en el budismo la autoestima no existe pues sabemos que el ego es solo una ilusión. Y si hablamos en particular de la práctica Zen, la autoestima es solo un juguete con el que nos distraemos de nuestra misión de bodhisattvas.

Desde el momento que se usa la palabra auto (uno mismo, por sí mismo), estamos en contra del Buddhadharma. Ya sea dharma budista, yogi, sikh o hinduista; las filosofías asiáticas antiguas sabían y promueven en la actualidad, que el YO es una fantasía que nos lleva al sufrimiento.

Justo porque sabemos que el ego no existe, es la razón por la que no sabemos cómo tener una relación amable con él. ¿Cómo relacionarte con algo que no es real?

Esto es lo que decía Shakyamuni Buda sobre el Yo o el Ego:

Por lo tanto, bhikkhus, aquí, cualquier materia pasada, futura o presente, interna o externa, basta o sutil, inferior o superior, distante o cercana, toda la materia debería ser considerada con recto entendimiento y de acuerdo con la realidad como ‘esto no es mío’, como ‘esto no soy yo’, como ‘esto no es mi persona’. Cualquier sensación pasada, futura o presente, interna o externa… distante o cercana, toda la sensación debería ser considerada con recto entendimiento y de acuerdo con la realidad como ‘esto no es mío’, como ‘esto no soy yo’, como ‘esto no es mi persona’.
El Buda, Anatta-Lakkha?a Sutra

Para el Buda no hay tal cosa como «yo» o «mi persona». En varias de sus enseñanzas podemos ver su insistencia para que comprendamos esta verdad. Sin embargo, somos occidentales y estamos desesperados por mejorar la autoestima. La buena noticia es que es completamente posible tener una mejor relación con uno mismo. La mala es que requiere trabajo de introspección y tocar la espiritualidad.

La baja autoestima es un problema permanente para muchos de nosotros, pues no hay nada que hagamos que llegue a las expectativas de lo que IMAGINAMOS que los demás esperan de nosotros. Y, aún más grave, la mala autoestima viene por nuestras propias acciones cuando generamos expectativas de nosotros mismos.

Tener baja autoestima es doloroso, nos confunde y queremos escondernos en un hoyo para que la vida pase por encima sin notarnos. En ese proceso estamos en constante revisión de nuestros errores y omisiones para castigarnos por ello.

Comenzamos a castigarnos usando un arma muy cruel: el pensamiento. En la mente generamos críticas, comparaciones, envidias y nos evaluamos todo el tiempo. Si por alguna razón hacemos algo bien, nos esforzamos en buscar lo malo para poder seguir sufriendo cómodamente. Si hacemos algo mal, entonces justificamos el discurso destructivo con argumentos devastadores como ya lo sabía o siempre me pasa esto. 

Pero ¿qué son todos estos artilugios de tortura que la mente nos lanza? ¿Qué es todo ese ruido que no nos deja tranquilos?

Son sólo historias. Ficción pura.

El problema es que son tan fáciles de procesar y tan pegajosas, que las tomamos y nos las clavamos en el corazón. Pa’que duela, dicen en mi pueblo.

La mente crea cuentos y expectativas de cómo deberían ser las cosas y cómo deberíamos ser, para luego contrastar con lo que creemos que los demás esperan de nosotros. Debido a que las fantasías y cuentos mentales jamás empatarán con la realidad, entonces fallamos una y otra vez. Así sucesivamente, hasta que nuestra percepción personal se va corroyendo y se pudre por completo.

En la mayoría de los casos que conozco (y en mi propia vida), los problemas de autoestima son el resultado de las palabras que nos decimos a nosotros mismos.

Si todo el tiempo te dices feo, te verás feo y te comportarás como feo.

Si todo vas por la vida llamándote tonto, la inteligencia en efecto te abandonará y tu existencia será una sucesión de errores.

Cuidado con lo que te dices, porque te estás escuchando; dice una sabia cita.

Para la psicología budista la baja autoestima se manifiesta y se nutre del lenguaje interno, pero su raíz es mucho más profunda.

Todo este lenguaje de violencia y maltrato personal tiene su punto de origen en el hecho de que no practicamos la compasión.

Nuestra cultura ha dejado la compasión de lado y la cambió por un iPhone. Tapamos los huecos existenciales con objetos y apps, para olvidar que la benevolencia es un poder supremo que mueve al universo.

Entender que todos los seres vivos pueden sufrir es un buen inicio para entender compasión. Pero además es necesario dejarnos en claro que también nosotros somos seres vivos, ergo sufrimos. Y lo hacemos aún más cuando los ataques vienen desde adentro.

Vernos a nosotros mismos desde afuera, con amor y compasión, nos da el impulso para querernos un poco más y poner atención a nuestro lenguaje interno.

Por supuesto, no se tiene que ser un orador motivacional para lograrlo. Es cuestión de sentarse en silencio por unos 20 minutos diarios a ver pasar los pensamientos sin aferrarse a ellos. Es con la práctica de Zazen que uno encuentra la sabiduría que el Buda nos deja, para poderla incorporar a nuestro cotidiano.

¿Cómo practicar zazen? Qué bueno que preguntas. Puedes comenzar aquí.

Ya que es un tema que a muchos nos sirve, seguiré escribiendo al respecto en las siguientes semanas. ¿Tienes problema de autoestima? ¿Qué te ha resultado para mejorar? ¡Comparte en los comentarios!

Si te interesa saber más o necesitas mejorar tu autoestima, te invito al taller que comenzará muy pronto.

Regresa Hikari, el taller de meditación y autoestima (2021)

Regresa Hikari, el taller de meditación y autoestima (2021)

Hikari: luz, brillo, reflejo

Muchos llevamos la imagen propia como si fuera una carga para nosotros y para el mundo. Pensamos que no valemos, que no aportamos nada y odiamos nuestro cuerpo. Nos castigamos estando aislados en un estado de crítica personal destructiva de tiempo completo.

Así el resentimiento contra las personas felices crece. Nos comparamos con otros y juzgamos de forma negativa todo lo que somos y hacemos. ¡Nos convertimos en nuestros verdugos!

Entonces las relaciones personales sufren, así como nuestro trabajo y vida intelectual. Desarrollamos enfermedades físicas y depresión, lo cual hace que los demás huyan de nuestro lado. Sentimos que vamos a la deriva, sin rumbo y cada vez más hundidos.

La mala autoestima es como un tumor que, si no atendemos, evitará nuestro crecimiento y será la fuente de toda nuestra infelicidad.

Cuando más oscuro parece el camino, un destello interno nos dice que debe haber una salida a todos los sentimientos destructivos creados por la mala imagen que tenemos de nosotros mismos. Algo que nos haga sentir mejor. ¡Y la hay!

Mejorar la autoestima es un trabajo cotidiano que comienza con dejar ir los pensamientos negativos para calmar la mente y poder vivir con compasión. Así dejaremos de culpar a factores externos y comenzaremos a tomar el control de nuestra percepción.

La meditación es una práctica fundamental que no tiene edad, religión ni clase social. Es una actividad natural al ser humano con la que podemos observar nuestro lenguaje interno, para poder convertirlo en acciones que afirmen nuestra vida.

Por eso creamos Hikari, el taller de autoestima y meditación.

Más información haciendo clic aquí.

Charla sobre autoestima:

Invitación a Zazenkai del 14 de marzo de 2021. Una Perla Brillante 6

Invitación a Zazenkai del 14 de marzo de 2021. Una Perla Brillante 6

 

ATENCIÓN: REGRESAMOS AL ÁRBOL DEL YOGA, EN GUADALAJARA.

En nuestra sexta sesión del ciclo de charlas sobre Una Perla Brillante leeremos más párrafos en los que el Maestro Dogen Zenji nos sigue enseñando qué es la Perla que lo abarca todo y es perfecta.

Zazenkai significa Meditamos Juntos, y son las reuniones semanales de una sangha Soto Zen. En Grupo Zen Ryokan nos reunimos todos los domingos, para una pequeña ceremonia, practicar Zazen juntos y aprender Budismo Soto Zen.

Si estás fuera de Guadalajara, Jalisco, puedes participar con nosotros vía Zoom en vivo, o ver la transmisión grabada en YouTube.

Si estás en la ciudad, te esperamos en el Árbol del Yoga, siempre y cuando sigas al pie de la letra las medidas de prevención por la contingencia sanitaria. Detalles aquí.

¡Amituofo!

Esta es la invitación para Zazenkai semanal.

El tema del día será: Una Perla Brillante 6.

Los espero:

Día: Domingo 14 de marzo de 2021

Hora:
Ciudad de México / Guadalajara / Bogotá 10:00h
Caracas / La Paz 11:00h
Madrid 17:00h

Por respeto al Maestro y los asistentes, LLEGAR TEMPRANO. Comenzamos a la hora en punto y se cerrará la reunión de Zoom.

Duración: 90 minutos.

Lugar:

Zoom. El enlace a la sala será publicado 15 minutos antes en la cuenta de Twitter de Grupo Zen Ryokan. Si aún no la sigues, pide acceso ya. Clic aquí.

Si no te puedes conectar a esa hora, puedes participar en la grabación que quedará en YouTube.

En Guadalajara, te esperamos en el Árbol del Yoga solo si aceptas seguir las medidas de salud. Detalles aquí.

Árbol del Yoga está en Lope de Vega 121.  Facebook.

Indicaciones especiales para Zoom:

  • Descargar nuestro cuaderno de liturgia de https://1drv.ms/w/s!Akxki0vbnRKikoQqmBbbRns26MUJzQ?e=5Armqd
  • Llevar ropa cómoda.
  • Preparar cojín, silla o zafu.
  • Tener agua disponible.
  • Elegir un lugar donde se pueda ver la pantalla con claridad y tener espacio para moverse y sentarse en un cojín o silla.
  • Seguir las instrucciones que daré en el video.
  • Un poco de incienso siempre es buena idea.

Espero verlos ahí. Cualquier duda o pregunta, ya saben que siempre estoy disponible.

Dana: Recuerda que los monjes budistas no tenemos sueldo. Mantenemos todas las actividades de la sangha gracias a tus donaciones. Al estar trabajando desde casa, ya no tengo dónde recibir aportaciones directas. Sigo necesitando de tu ayuda. Si está en tus posibilidades, dona lo que te sea cómodo. Escríbeme en privado para decirte cómo. Gracias, gracias.

 
 
 
 
 
 

Siguiendo la rima, por el Gran Maestro Cheongheodang (1520–1604)

Siguiendo la rima, por el Gran Maestro Cheongheodang (1520–1604)

¿De qué sirve discutir sobre las experiencias fuera de lo común durante meditación?
Mira a la luna creciente: es solo una ceja colgada del cielo.
Aun si usaras el mar como tinta y la montaña como pincel,
es imposible poner en letras los pensamientos en mi corazón.
Mis ojos vieron lo que es Zazen
cuando la luna del bosque se asomó por mi ventana.
Entonces supe que nuestra verdadera naturaleza está más allá de las palabras.
Entonces, ¿por qué razón habré leído las incontables páginas del Sutra de la Guirnalda?

Gran Maestro Cheongheodang (1520–1604)

A diferencia de otras escuelas de budismo, en Soto Zen no nos perdemos en las experiencias místicas. Aunque son hermosas, a menudo nos distraen del punto medular de la práctica: servir a los seres sintientes para que estén plenos y en tranquilidad.

En este poema clásico del Seon (budismo coreano), el Gran Maestro Cheongheodang nos recuerda que ni siquiera leer un sutra es tan importante como la práctica de Zazen. ¿De qué sirve saber mil datos, si no somos capaces de sentarnos inmóviles por 10 minutos? ¿De qué sirve haber visto todas las charlas dharma en YouTube, si no podemos siquiera sonreír a un extraño para aligerar su día?

Nuestra verdadera naturaleza no son los logros ni los títulos. Somos silencio y compasión.

Ante el silencio, olvida las palabras

Ante el silencio, olvida las palabras

La red de pesca existe porque hay peces. Una vez que atrapas al pez, te olvidas de la red.
La trampa existe porque hay conejos. Una vez que atrapas al conejo, te olvida de la trampa.
Las palabras existen porque buscas significados. Cuando dejas de buscarlos, puedes olvídate de las palabras.
¿Dónde puedo encontrar una persona que haya olvidado las palabras para hablar con ella?
-Gran Maestro Zhuangzi

En la práctica Zen apreciamos el silencio porque sabemos que es el inicio de la vía espiritual. No porque nos guste callar, sino porque entendemos que cuando no hay más palabras llegan las respuestas a las preguntas más apremiantes que nacen de nuestra angustia existencial.

Podemos contemplar y apreciar el silencio, pero cuando la mente usa la etiqueta “silencio”, entonces el silencio deja de existir.
Solo en la inmovilidad de Shikantaza es posible ver más allá de la barrera del lenguaje para apreciar la realidad en nivel más fino y sin ego.

Así que, ¿quién quiere discutir conmigo en el silencio del zafu?