por Kyonin | Mar 29, 2011 | Budismo, Minimalismo, Vida
Por contradictorio que parezca, muchas veces la solución a los problemas más grandes está en no hacer nada.
No, no me volví emo ni tampoco soy nini.
Imagina el problema más grande que jamás hayas tenido. Todos pasamos por tiempos oscuros en nuestras vidas, donde el universo parece conspirar contra nosotros. Las flores no florecen, el aire es áspero, toda la comida sabe más y las sonrisas son remplazadas por lágrimas.
Este problema enorme que cambió tu mundo, te causó angustia y pesar. Pero poco a poco saliste de él y fue quedando en el pasado. Aprendiste y creciste.
Si volteas y ves el problema hoy, ¿no te hubiera gustado que te causara menos daño y que la solución hubiera aparecido por arte de magia?
Por supuesto no es posible cambiar el pasado… y eso es muy bueno. El pasado, esté como esté, es perfecto porque es lo que te forjó para ser la persona que eres hoy.
Si lo piensas y realmente haces un análisis a conciencia, quizá el problema no era tan enorme, sino que lo amplificaste con tu reacción.
Esta cultura nos ha enseñado que en la vida hay que tener reacciones dramáticas prefabricadas a la adversidad. Hay que llorar, gritar y desgarrarnos la ropa ante la muerte. Hay que tomar tequila y cantar canciones lacerantes ante el desamor. Hay que deprimirse y sentirse el tonto más grande del mundo ante el fracaso. Hay que sentir culpa de todo.
Pero, ¿no serían los problemas menos amargos si estuviéramos en calma para poder pensar qué hacer? No tiene nada de malo tener drama en situaciones serias, pero el problema es que el drama dura más de lo que debería. Así llamamos más la atención, nos encanta sentir culpa… pero son rocas gigantes que cargamos en la espalda.
Cuando entendemos esto, sabemos el valor de conservar la calma durante las crisis. Antes de reaccionar, hay que tomar un momento para detenerse y pensar.
Si le damos a nuestra mente unos minutos de espacio, podremos tomar mejores decisiones sin engancharnos en el calor de la situación.
Hacer sin hacer. Movernos sin movernos. Sentarse y ver las cosas sin apegos para poder pensar.
Esto es minimalismo. Esto es zen.
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Nota chocobudista: El poder de detenerse y dar espacio a la mente sólo se obtienen mediante la meditación como hábito. Ver las cosas sin apegos para poder actuar en situaciones de crisis cultivan Acción Correcta, Concentración Correcta, Pensamiento Correcto; que son parte del Camino Óctuple.
por Kyonin | Mar 22, 2011 | Minimalismo, Productividad
Mi oficina ideal... algún día.
En Chocobuda y en otros blogs hemos tocado mucho el tema de ser minimalistas en nuestros hábitos y en nuestros hogares, pero poco se ha hablado de llevar el minimalismo a la oficina.
Sí, ese lugar en el que pasas hasta 12 horas y en el que convives más con tus compañeros que con tu familia.
Este lugar tan inhóspito e inhumano como lo puede ser tu centro de trabajo, lo puedes moldear a tu beneficio con pequeñas acciones que promueven tu productividad y tu calma.
Superficies planas siempre limpias
Uno de los mitos más aberrantes es que un escritorio lleno de papeles, post-its, plumas, cuadernos de notas y taza de café sucia, pertenece a una persona productiva.
Todo lo contrario. Un escritorio en desorden pertenece a una persona con caos en la mente, que le cuesta mucho concentrarse y que es muy poco productiva.
Yo sé que hay tareas que requieren que tengas papeles en el escritorio, pero siempre hay manera de ordenarlo.
En la medida de lo posible, mantén la superficie de tus mesas y libreros libres objetos. Te aseguro menos distracciones y mayor concentración.
Un sistema de productividad que te acomode
Hay personas como mi amigo y bloguero extraordinario, Omar, de Análisis Realista, que no salen a ningún lado sin su cuaderno. Habemos otros que nos sentimos cómodos con una Moleskine. Quizá eres de los que prefieren su smart phone.
Como sea tu método preferido, usa un sistema de organización, toma de notas y apuntes.
Piensa que la mente humana es el peor sistema de almacenamiento y las cosas las olvidamos con frecuencia. Si tienes una forma de tomar notas y organizarlas, adelante.
Muy pronto compartiré mi propio sistema de organización para que tengas una idea de que no necesitas un sistema super complejo. Es cuestión de buscar tomar notas de todo.
Escritorio de la computadora siempre limpio
El escritorio de la PC o Mac se llama así porque es una analogía de tu escritorio en la vida real. Entre más iconos tengas regados, más distracciones tendrás y será más difícil encontrar lo que necesitas. Para más información al respecto, lee este artículo de Chocobuda.
El medio ambiente también cuenta
Te sorprendería saber lo bien que se siente el tener en cuenta el ambiente. A tal grado que también es una actividad minimalista por excelencia.
El no usar vasos de unicell (estireno), no producir basura, no imprimir lo que no necesites y usar documentos electrónicos te hacen más consciente de tu entorno y hacen que te enfoques más en tu trabajo.
Esto es debido a que de forma inconsciente estás preocupándote por limpiar tu espacio de acción y tu planeta. Vale la pena ser cuidadoso en este aspecto.
El fin de las distracciones
Ser minimalista en la oficina no sólo es ser organizado, sino también implica trabajar sin distracciones para poder salir a buena hora.
Nunca podré comprender porqué en esta cultura se piensa que si estás encerrado 14 horas en la oficina eres más productivo. ¡Es todo lo contrario!
Si estás más de 8 horas trabajando es porque eres el menos productivo, porque te están sobre explotando o porque simplemente no eres capaz de terminar con las distracciones y pierdes demasiado procrastinando.
Si has estado leyendo el Chocobuda por algún tiempo, sabrás que soy el enemigo público número uno de Twitter, Facebook y el celular a la hora de trabajar. Si tienes que concentrarte en tu labor, apaga todas las distracciones posibles.
También es buena idea usar audífonos para escuchar música que te ayude a enfocarte.
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Como puedes ver, el minimalismo no se puede enfocar a la casa o a reducir la cantidad de libros o discos que tienes. También implica un cambio positivo en la manera en la que produces.
¿Tienes algún secreto minimalista para la oficina?
por Kyonin | Mar 17, 2011 | Minimalismo, Vida
Ser minimalista es un compromiso de vida que se logra con constancia, disciplina, práctica y aprendizaje. No basta con leer un par de blogs y entrarle al reto 333, sino que también hay que estar siempre dispuestos a comprender que muchas de las conductas que hemos llevado son más por costumbre que acciones conscientes.
Hacemos las cosas que hacemos porque así lo vimos con nuestros padres y abuelos y jamás cuestionamos el estatus quo de la vida. Compramos un frasco de mostaza porque así ha sido y así será siempre, hasta el final de los tiempos.
Sin embargo un buen minimalista pensaría ¿porqué comprar un frasco de mostaza? ¿Será difícil hacerla en casa? Leería la etiqueta, memorizaría los ingredientes o buscaría una receta en la red y trataría de hacerla en casa.
Y si no se tiene idea de cómo cocinar, se esfuerza por aprender porque comprende que el desarrollo de una nueva habilidad es útil, divertido y mejora la economía.
Claro que este ejemplo es un poco simple, pero el aprendizaje nos puede ayudar a hacer reparaciones menores, tener un ingreso extra, obtener más cultura o simplemente hacer la vida muy divertida.
Aprender una habilidad implica, al igual que todas las cosas que valen la pena, esfuerzo y práctica. No basta con tener la intención, sino que hay que buscar un espacio en nuestro día para esta nueva actividad.
¿No tienes tiempo para aprender nada nuevo? Deja de ver la TV en las noches. El tiempo que le inviertes a Twitter y a Facebook, mejor enfócalo a 30 minutos de aprendizaje.
Pero Chocobuda, inscribirme en un curso de canutillo cuesta muy caro y la escuela queda lejos… Bienvenido a la era de Internet.
En estos tiempos aprender es tan simple como tener ganas de hacer las cosas y buscar un tutorial de lo que necesites, en la red. Después de todo, Internet no sólo tiene redes sociales y porno. También es la biblioteca gratuita más grande en la historia de la humanidad.
¿No tienes idea de qué puedes aprender? Aquí van unos ejemplos:
- Un nuevo idioma
- Historia
- Matemáticas
- Cocina
- Carpintería
- Reparación de computadoras
- Literatura
- Lectura y redacción
- Tejido
- Origami
- Huertos caseros
- Hidroponia
- Meditación
- Música
- Joyería de fantasía
- Reparación automotriz
- Y la lista sigue ad infinitum
En estos tiempos de libertad de la información, somos muy afortunados que personas generosas se tomen el tiempo para compartir su conocimiento en línea para que podamos mejorar nuestras vidas.
Es cuestión de elegir una disciplina, tomarnos el tiempo y comenzar.
El reto
El reto es muy simple: aprende una nueva habilidad durante 1 mes.
Elige algo que te guste, que te cause curiosidad y tómate el tiempo para aprender. Si tienes dinero y oportunidad de pagar por algún curso, adelante. La capacitación es la mejor inversión que puedes hacer.
Si estás corto de fondos, entonces usa la red como maestro. Te sorprenderás.
¿Porqué un mes? Porque es el tiempo suficiente para aprender lo básico de cualquier disciplina y ver si quieres seguir desarrollándola.
La idea principal es que desarrolles el hábito de darte al menos 30 minutos al día para aprender algo.
¿Estás dispuesto a tomar el reto?
por Kyonin | Mar 10, 2011 | Activismo, Minimalismo, Vida
¿Qué tienen en común La iPad, el agua embotellada, la pulsera milagro, un auto más grande y más lujoso, comida chatarra? Todos son productos que se convirtieron en necesidades implantadas por la publicidad.
Quizá no nos damos cuenta, pero gran parte de los productos que consumimos en nuestra vida cotidiana han sido implantados por la mercadotecnia y han venido a formar parte de nuestra realidad. Poco a poco.
Mi ejemplo más claro es la iPad. Es un aparato que te ayuda a solucionar problemas que antes no tenías. Es perfecta para leer, para escuchar música y para navegar la red.
Un momento. ¿Qué no teníamos ya esas actividades cubiertas por un sin fin de gadgets y libros reales? La respuesta es sí, pero la gran diferencia es que la iPad fue desarrollada por expertos en psicología, mercadotecnia y sociología. Está diseñada y publicitada para desearla y para verte como ganador con una.
Steve Jobs la anunció como un dispositivo mágico en aquel discurso de presentación. Y el simple uso de esa palabra, lleva a que la mente vuele. ¿Quién no quiere tener un poco de magia en las manos?
Si nunca lo han razonado, todos los discursos de Jobs son cuidadosamente escritos para desear los artículos, sin pensar en su utilidad real o en su elevado costo.
Por otro lado, toda la publicidad que existe te grita «Tu vida apesta, a menos que uses mi producto o servicio».
Mi vida no apesta. Y tampoco la tuya. Y la decisión de comprar algo debe estar en nuestras manos, no en la manera que nos venden un estilo de vida.
Mira este comercial:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=34f8CHTqbnA[/youtube]
Creo que todos queremos una tarde relajada, inmauculadamente limpios y a lado de alguien que amamos. Y sólo Tide nos la puede dar. Y sólo es un vil detergente para ropa, pero aquí se usan herramientas para explotar los sentimientos. ¿Qué más maravilloso que un bebé plácidamente dormido?
Y no es que yo sea inmune a la publicidad. Hay muchas cosas que sí se me antoja tener. Una iPad, un Playstation 3, una tele de 1 millón de pulgadas. El truco es simplemente pensar en lo que necesitas realmente para ser feliz.
No tiene nada de malo usar publicidad para anunciar un servicio o producto. De hecho es básico para mover los engranes de la economía.
Lo que no debemos hacer es dejar que la publicidad nos maneje y decida por nosotros.
Todos los publicistas que he conocido en mis casi 20 años de trabajar en medios de comunicación, se sienten orgullosos de llamar a su campo de trabajo «el arte de la persuación». En realidad la publicidad como la conocemos, es el arte de la mentira. La buena noticia es que se puede cambiar, sólo es cuestión de que los publicistas lo quieran.
Para reducir el impacto de la publicidad
Deja de ver la televisión. Así de simple.
Claro que hay muchas más estrategias que usarán los mercadólogos para implantar necesidades en nuestra mente, pero la televisión es su arma principal.
El terminar tu relación con la TV tiene muchos beneficios que trataremos en otro post, pero ahora sólo me enfocaré en uno muy importante.
El apagar la televisión reduce tu tiempo de exposición a la publicidad. Te da oportunidad para disfrutar tu vida de muchas otras formas.
Mi experiencia personal con esto es que cuando voy al supermercado, mis decisiones de compra son más pensadas y más enfocadas a lo que necesito. Como ya no veo comerciales, no tengo idea de qué es lo que está de moda o lo que tiene comerciales con bebés primorosos.
Lo único que me importa es comprar detergente que haga su trabajo a un precio razonable.
Por supuesto, esto afecta todas mis decisiones de compra y a mi estado de ánimo.
A diferencia de lo que grita la publicidad, mi vida no apesta. Soy feliz con lo que soy y lo que tengo, y únicamente compro lo que necesito.
por Kyonin | Mar 4, 2011 | Libro, Minimalismo
Este mes de marzo la revista mexicana Dinero Inteligente publica un reportaje sobre minimalismo, donde aparecemos Ana Julieta Padilla (orgullosa practicante del Reto 333), Omar Carreño (Análisis Realista) y yo.
El artículo escrito por Alejandra Xanic, habla de los fundamentos del minimalismo y las experiencias de vida de quienes lo practicamos día a día y que además estamos ocupados difundiendo la filosofía para más personas se beneficien con ella.
Para celebrar este hecho, tengo 10 libros electrónicos de Minimalista para regalar.
Si quieres recibir el tuyo tienes que:
1. Responder en los comentarios de este post, ¿qué acción minimalista has tomado?
2. Copiar y pegar este mensaje en Twitter:
La felicidad es vivir el presente con lo que eres y con lo que tienes. No más, no menos. @chocobuda #viveminimalista
3. Hacer clic en el botón de Me gusta, en la caja de Facebook de la barra lateral.
Las primeras 10 personas que cumplan las 3 acciones, recibirán en su correo una copia del libro.
¡Suerte!
UPDATE!!!
Los primeros 10 libros ya se fueron. Ahora tengo 10 más. Las bases son las mismas, así que ¡a participar!
por Kyonin | Mar 3, 2011 | Minimalismo
En este camino minimalista he conocido a muchísima gente se quiere subir a un tren en movimiento, a veces, de manera desesperada.
Todos los movimientos intelectuales crecen y ganan momentum en cierto punto de su existencia, y el ver que hay toneladas de blogs y libros al respecto, la gente se quiere llamarse minimalista porque está de moda y va de la mano con su práctica de yoga.
Justo ayer hablaba sobre minimalismo con un adulto mayor. Él afirmó que es minimalista de todo corazón porque sólo tiene 2 camionetas SUV (una de ellas la compró usada) y los 3 autos para uso cotidiano.
Esto me hizo pensar mucho porque en realidad el minimalismo puede estar en el ojo de quien lo mira. Para esta persona, el tener 5 autos representa un esfuerzo en reducir su consumo y llevar una vida tranquila. No me quiero ni imaginar cuál es su concepto de despilfarro.
En mi libro eso es radicalmente opuesto a lo que el minimalismo implica. Es como decir que Bill Gates es un minimalista comparado con Carlos Slim. Ambos son la antítesis del movimiento.
Para ser minimalista hay que hacer todo un ejercicio de análisis y balance general del estado actual de tus posesiones y apegos. Hay que mirar hacia atrás y ver en qué has estado desperdiciando, revisar qué es lo que has estado acumulando y comenzar a trabajar en mejorar tu situación.
Quizá para algunas personas esta serie de actividades sea fácil y rápida, pero en mi experiencia, realmente comprender la filosofía detrás de la reducción de apegos, puede ser un trabajo de años.
El minimalismo es mucho más que sólo dejar de comprar y tirar cosas a la basura. Es un estilo de vida que exige comprimiso, pero sobre todo, muchas horas de pensamiento y meditación.
Y por meditación me refiero a la actividad en la que te sientas en loto completo o seiza y dedicas al menos 20 minutos al día a callar el ruido de tu mente.
Porque el minimalismo comienza con la reducción de la actividad de la mente discursiva, que es esa parte de tu mente que te lanza pensamientos como si fuera ametralladora y que no cesa ni un momento.
Es esta mente la que hace que seas distraído, que crees fantasías y que hace que te aferres al pasado.
Y es lo que casi no se maneja en ningún blog.
La esencia del minimalimo es la reducción de los apegos.