Bebe tu café

Bebe tu café

Shokyo Miura, a Buddhist monk and one of the on-site priests, carries cups of coffee past a statue of Buddha at Tera Cafe in Tokyo, Japan, April 1, 2016. REUTERS/Yuya Shino

En una tarde de primavera un estudiante y su viejo maestro disfrutaban una taza de café. El estudiante habló:

—¿Para qué sirve el zazen, Maestro?

—No sirve de nada— respondió el sabio.

—¿Entonces para qué practicarlo?— preguntó el alumno.

—No tengo idea. Bebe tu café.

Y el estudiante se iluminó.

Muchas personas se sientan a meditar pensando que estarán más tranquilos y que combatirán el estrés. Algunos quieren poner la mente en blanco, por alguna razón. Otros quieren ser tocados por dioses o ángeles. Un puñado más quieren viajar por el tiempo o tener profundas experiencias fuera del cuerpo.

El zazen (meditación zen) no sirve para nada. Es una pérdida de tiempo porque no te hará millonario ni exitoso. No tiene nada de especial.

Solo nos sentamos, apreciamos la vida por lo que es y dejamos pasar los pensamientos sin aferrarnos. No juzgamos nada. No comentamos nada.

En zazen nos hacemos pequeños para que la vida transcurra sin que la contaminemos con conceptos o etiquetas.

La iluminación nunca es el fin de la práctica budista. La iluminación está en contemplar la vida sin chatarra mental.

Un volcán, una nube o el excremento; nada en el universo requiere de nuestra palabrería o pensamiento para estar y cumplir su misión. Solo están.

Todas tus preocupaciones, tristezas, deseos, amores o ira. Todo es ficción que nos aleja de las cosas como son.

Así que respira. Por hoy, bebe tu café.

Vida pequeña

Mi vida es muy pequeña, insignificante.
No poseo nada,
solo algunas cosas sin valor
que regresarán al origen en algún momento.
Camino por la calle con los pasos del Buda,
la mirada en las miradas que ignoran,
la respiración justo aquí.
Compro café y sonrío.
Como un mazapán y siento alegría.
Regreso a casa con el sol a cuestas
y siento lágrimas,
reverencia y gratitud.

Mi vida es muy pequeña, pero llena de lujos.
Tengo comida para hoy,
aire qué respirar,
piernas para caminar,
oídos para escuchar el silencio,
trasero para el zazen.

Mi vida es muy pequeña, insignificante.

Zazen ES

Zazen ES

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Zazen es simplemente sentarse a observar los pensamientos. Sin juguetes mentales, sin abrazar ideas o conceptos. Es ver la vida como es, bajo la comprensión de que nuestros pensamientos son una muy pobre representación de la realidad.

Zazen es cancelar el «quiero». Es solo dejar de estorbar a la vida por 20 o 40 minutos para que siga su curso.

Es ser espectadores del espectáculo más maravilloso del que somos parte. Es mirar sin contaminar y así nos unimos con el flujo de la existencia para sentir que somos solo un mamífero más. Nada en especial. PERO al mismo tiempo, cada uno de nosotros seres vivos, es una pieza clave para que este universo exista.

Zazen es guardar silencio.

Zazen es aceptar.

Zazen ES.