El verdadero valor de las cosas

Advertencia: Este post es un poco denso en filosofía budista. Si necesitas saber más sobre el vacío, investiga el término Sunyata. También podrías leer los libros La Esencia del Sutra del Corazón, por el Dalai Lama; y Meditation on Emptiness, de Jeffrey Hopkins

Un compromiso de por vida para cualquier monje budista es tratar de desenmarañar el significado del Vacío o Vacuidad (Sunyata en sánscrito). Es un concepto muy abstracto que todos sabemos que está gracias a que todos usamos el número cero desde niños, pero entender lo que significa el Vacío es algo mucho más complejo. Sería tonto e ingenuo si yo dijera que lo entiendo o siquiera que me acerco a entenderlo.

Con esta pequeña mente de simio puedo notar destellos en la superficie, como por ejemplo el verdadero valor de las cosas.

En el budismo todo en el universo carece de valor intrínseco, a pesar de que todo es interdependiente. Existen los objetos y los seres vivos, pero cada uno es lo que es y no significa nada que no sea parte de la naturaleza misma. Es la mente humana, al establecer una relación con los objetos, cuando éstos adquieren valor.

Por ejemplo, una pepita de oro es sólo un trozo de Planeta Tierra igual a los millones y millones de trozos de planetas en el espacio. No tiene significado alguno para nada en el universo. No es nada en especial.

El oro está vacío.

Pero el ser humano le asignó valor, lo cual generó apegos y avaricia por el metal. De pronto el oro es un pedazo de planeta por que se mueve la cultura humana.

Lo mismo sucede con todas las cosas y situaciones que nos rodean. Todo es Vacío hasta que establecemos una relación y comenzamos a asignar valores y significados.

¿Difícil de entender? Lo es, pero es el tipo de conceptos que quedan claros luego de años de estudio y zazen. Es liberador porque podemos darnos cuenta cómo nacen los apegos, los deseos y las aversiones; para poder detenerlos o dejarlos pasar.

No, no es que meditar nos vuelva inhumanos o emos. El zazen nos da herramientas para no vivir en los extremos de la depresión o la pasión. No en vano el budismo también se llama El Camino Medio, porque decidimos vivir justo en la mitad de las emociones. Eso es ecuanimidad y felicidad.

Decidí escribir al respecto porque el fin de semana se estrenó el teaser de la próxima película de Star Wars. Si has leído este blog sabrás que Star Wars me gusta mucho y por años fui un fan extremo de esta franquicia de ciencia ficción. Forma parte importante de quién soy al grado de estudiar artes marciales, budismo y zen porque yo quería ser un Jedi como los héroes de la saga.

Entonces sería natural pensar que un avance del siguiente filme me produciría mucha emoción. No lo hizo.

Al terminar de verlo ni siquiera estaba sonriendo, cuando por todos lados la gente estaba eufórica.

Y fue muy curioso porque tuve el privilegio de observar la asignación de valores funcionando en pleno. Al mismo tiempo me sorprendí y me preocupé por mi reacción. ¡De verdad quería emocionarme como los demás!

Pero no pude y fue perturbador las primeras horas. Incluso llegué a pensar que las precuelas me habían arruinado la experiencia de Star Wars. Tampoco era eso.

En realidad lo único que vi fue una película más en un océano de películas, así como un reloj de lujo es un reloj más en el universo de relojes.

Y no es que no me guste Star Wars. Me gusta mucho, le tengo cariño y agradecimiento. Por años le asigné un valor demasiado grande que he dejado ir para verlo por lo que es.

Ahora mi relación con las películas de Lucas es muy sencilla. ¿Veré las nuevas películas? Quizá.

Star Wars, lujos, animales, bacterias, música, rocas, estrellas, construcciones magníficas, la Fuerza… todo está vacío o es inexistente hasta que entablamos una relación con ellos.

Lo que es interesante es saber hasta dónde podemos llegar en la asignación de valores.

¿Qué es lo que más valor tiene en tu vida? ¿Puedes verlo dejando de lado el valor y el apego por un momento?

Tanka 4

¿cómo atrapar la palabra?

vuela para seducirme

cruel, se burla

haciendo más grande

el foso de mi ignorancia

 

Tomado de mi segundo libro, Secretos Sin Tiempo

 

Un mango en mi nevera y el mindfulness

El mindfulness es la práctica de estar atento y despiertos en el momento actual, en el presente. Sí, yo sé que suena a cliché y que muchos memes en las redes sociales hablan sobre ello, pero sólo cuando practicamos mindfulness podemos entender el poder detrás de él.

Cuando se practica diario nos volvemos cada vez más conscientes de nuestras actividades, de lo que nos rodea y, aunque usted no lo crea, nos volvemos más amables con los demás. Esto abre las puertas a la tranquilidad porque todos pueden disfrutar de alguien que practica meditación.

¿Cómo es esto? Sí, una persona que practica mindfulness o meditación se  hace más paciente, abierta y escucha con más atención. Su sentido del humor mejora para encontrar felicidad en las cosas más sencillas del mundo.

Esto lo digo porque justo esta mañana me di cuenta que estaba muy feliz porque mi desayuno incluiría un mango.

Sí, un simple mango me hace un hombre feliz por muchas razones.

Un mango en mi refrigerador (nevera) implica tantos milagros y esfuerzos juntos que se necesitaría un tratado completo para entenderlo. Primero se necesita que el universo exista, que la galaxia que habitamos esté donde esté, luego que el sistema solar haya pasado todo lo que ha pasado, el planeta Tierra necesita esta posición e inclinación y toda su historia. Mi mango requirió la evolución, el trabajo y sacrificio de millones de seres del pasado para poder existir. Luego está toda la tecnología involucrada para que exista mi casa, mi cocina y todos los aparatos.

Un mango en mi nevera es un triunfo del universo para lo cual yo no colaboré en nada, pero puedo disfrutar su sabor dulce y ácido.

Yo, que no soy nada, que no soy nadie, que no lo merezco, tengo el privilegio de disfrutar los mangos en cada primavera.

¿No es eso un motivo maravilloso para estar feliz? ¿No es acaso el mejor motivo para estar agradecido de todo corazón?

Vivir en el presente nos hace más conscientes de los pequeños detalles que escapan a la vista. Los apreciamos y los valoramos como la joya que son.

Entonces, al entender estas conexiones del universo, vemos la impermanencia de las cosas y que todos tenemos un sitio en la vida.

Quien practica mindfulness sonríe más y abre su corazón a estos detalles, que al final nos hacen más atentos a nuestra vida y nos vuelven más creativos en el trabajo.

Así que mira con atención lo que te rodea.

La realidad y el presente son magia.

Si quieres saber más sobre mindfulness y cómo aplicarlo a tu vida cotidiana, te invito a Omoi, taller de mindfulness para personas creativas.

 

#TodosSomosCreativos ¡webinar en video! Y material extra

La noche de ayer tuve el honor de ser invitado por Rafael Tuduri y Mariana Cabral a participar en el webinar #TodosSomosCreativos, cortesía de Adobe, Video2Brain y Conecta Tutoriales.

Mariana nos habló sobre algunos trucos maravillosos para Illustrator y Rafa nos presentó técnicas increíbles de manejo correcto de redes sociales.

Yo hablé sobre Mindfulness para creativos, los beneficios que trae su práctica y dimos una técnica sencilla para comenzar.

Si te interesa tener la presentación, la puedes descargar de aquí.

Como podrás ver, mi charla fue breve y sólo toqué la superficie del Mindfulness. Si te interesa saber más y hacer de esta práctica la herramienta más valiosa para tu creatividad, te invito a Omoi, el taller de mindfulness para creativos.

La conferencia se puede ver gracias a la magia de YouTube:

Destruye tu creatividad con 5 sencillas acciones

En el campo de estudio de la creatividad me he encontrado con miles de artículos, libros, podcasts y blogs que hablan de cómo fomentar la creatividad. Y claro, yo me declaro cómplice de ello. Como creativo siempre estoy buscando cómo mejorar mis textos, poemas, diseños y hasta recetas de cocina. Me gusta compartir lo que aprendo.

Como he mencionado antes, ser creativo es un aspecto más de la experiencia humana y una necesidad que semeja un músculo: hay que ejercitarla para fortalecerla.

Al igual que los músculos cuando no se les cuida, es fácil destruirlos tan sólo con permanecer demasiado tiempo sentado en la oficina. La creatividad necesita ser procurada día a día para mantenerla funcionando bien.

Aunque lo sabemos y está documentado por todos lados, siempre caemos en trampas que comprometen nuestras ideas. Así es como comenzamos a estancarnos y dejamos de fluir con la vida. Nos volvemos apáticos, poco productivos y poco amables para con los demás.

En mi experiencia, estos son algunos puntos importantes que destrozan la creatividad.

 

1. Cultiva el ego

El asesinato de tu creatividad comienza cuando crees que lo sabes todo. Muchas veces en el medio de las comunicaciones se escucha la frase «Hay que educar al cliente».

Es posible que sean las palabras más ciegas y ególatras entre los diseñadores, comunicadores y directores de arte. No señores, no se educa a nadie que no sean ustedes mismos. Se trabaja con humildad y con la mente abierta a escuchar las necesidades de los demás, sea cliente o no.

La creatividad muere al asumir que somos mejores que los demás y que nuestras ideas cambiarán al mundo. Nuestras ideas son tan solo ilusiones que podrían… PODRÍAN… impactar la calidad de vida de alguien más. Pero si no pensamos en el beneficio de otros, las ideas que propongamos afectarán de forma negativa o no serán trascendentes.

 

2. No te actualices

Una vez que el ego está hinchado, es muy fácil asumir que poseemos el conocimiento último del universo y que la humanidad ha detenido su progreso. Así que no tiene sentido actualizarse, ¿correcto?

Nada mejor para matar la creatividad que pensar que el mundo seguirá igual que cuando estábamos en la escuela. Para una mente cerrada la tecnología no avanza, la música de otros tiempos es lo único que se debe escuchar y los jóvenes apestan.

Dejar de actualizarnos nos lleva a la ignorancia, la cual sale mucho más cara de lo que imaginamos. Como ejemplo puedo mencionar a un empresario que llevó su negocio a la tumba debido a que se negó a usar el email como herramienta y se quedó pegado al fax. ¡Al fax! ¿Qué pasó? Su competencia podía entregar propuestas de negocio de forma mucho más rápida y eficaz, mientras él veía cómo sus clientes lo abandonaban uno a uno.

 

3. Protege tus creencias y opiniones

Una falacia en la que caemos de forma recurrente es asumir que nuestra opinión equivale a la realidad. Entonces protegemos nuestras opiniones a capa y espada, para detestar a quien no piensa como nosotros. Catalogamos a la gente en función a qué tanto no adopta nuestras ideas.

Esto es peligroso porque genera enemistad, odio e infelicidad para todos; además de que hará el flujo de ideas mucho más difícil.

Al casarnos con nuestras creencias y opiniones, dejamos de cuestionar y de innovar.

 

4. Jamás investigues

Arriba dije, y lo repito porque es importante, que la ignorancia es muy cara en todos los sentidos.

Dejar de investigar nos cierra la mente al universo de conocimiento que el universo genera a cada segundo. No es que debamos saberlo todo, pero sí hay que considerar que alguien más inteligente que nosotros resolvió un problema de una manera más eficiente.

Tener la humildad para reconocer lo ignorantes que somos nos hará seguir investigando y experimentando. Ergo, la creatividad fluirá.

 

5. Nunca medites o practiques mindfulness

No, la meditación no es una actividad para hippies o fans del yoga. Meditar es una herramienta que nos mantiene los pies en la tierra, controla el ego, ayuda a dejar ir los apegos y (lo más importante) nos hace conscientes del momento presente.

¿Quieres que tu productividad nunca mejore? ¿Quieres seguir siendo poco creativo? ¿Quieres que el estrés de la vida te coma la salud? Entonces ve la televisión o pierde el tiempo el Facebook. Al fin y al cabo la meditación no es para ti.

 

Bonus: 6. Engánchate en la urgencia de otros

Las urgencias solo son urgentes cuando la vida de otro ser vivo pende de un hilo. Entonces hay que hacer lo posible por salvarlo.

En cualquier otro caso, las urgencias sólo son el resultado del ego de los demás, de su despliegue de poder o de su pobre planeación… o todo junto.

Si te enganchas en las prisas de otros, tu creatividad se congelará y tus ideas tendrán margen de error enorme.

Siempre es mejor conservar la calma y respirar. Se puede trabajar a buena velocidad y entregar sin participar en el viaje de ego de otros. Para saber cómo lograrlo tenemos el mindfulness de nuestro lado.

¿Te has topado con otras formas de destruir tu creatividad? ¡Compártelas!

Si te interesa ser más creativo, estudiar mejor y producir mejores ideas, ven a Omoi, taller de mindfulness para creativos.