Nunca sabes lo mucho que extrañarás tu salud

Nunca sabes lo mucho que extrañarás tu salud

El sonido de los respiradores artificiales y los aparatos que mantienen con vida a los pacientes provocan un estado de hipnosis muy extraño.

Se siente como si estuviera en un sueño de alguien más. Pero los pacientes y los familiares que los acompañan, todos tienen historias únicas que contar. Mientras me siento en silencio junto con mi propio paciente, observo en silencio.

Estos días he estado viviendo muy de cerca como la salud de alguien importante para mí, se desvanece.

Es una persona que nunca tomó en serio su salud y hacía las cosas por ego. Comía solo alimentos procesados diseñados para ser ultra palatables, no hacia ejercicio y en más de 40 años nunca dejó de fumar.

Hace unos días, entonces, mi padre de casi 80 se cayó y se fracturó el fémur derecho. Bajo los ojos de los que saben, reparar este hueso no debería ser difícil. Excepto cuando el cuerpo comienza a pasar las facturas atrasadas.

Aunque es necesaria una cirugía de rutina para reparar la fractura, a mi padre no lo pueden intervenir porque su cuerpo y mente están en muy malas condiciones. Su presión arterial sube y sube, y justo hace unas horas lo acaban de diagnosticar con EPOC, por fumador. Su oxigenación es inferior a la de un paciente con covid.

Todo esto es muy familiar. Mi madre se murió también víctima de sus adicciones y de EPOC.

Hoy más que nunca valoro mucho la salud y pienso cómo la desperdiciamos. Abusamos de nosotros mismos y a la hora de la verdad, queremos pastillas mágicas para reparar lo que nos provocamos nosotros mismos en primer lugar.

El Buddhadharma está por todos lados en esta situación.

La Ilusión de Continuidad que estudiamos en el Soto Zen se manifiesta cuando pensamos que nunca vamos a enfermar o a envejecer.

Estos retos de la vida son Buda y aprendemos de ello. La enfermedad es una gran maestra. También la compasión y cariño de cientos de budas que trabajan por nuestra salud se manifiesta frente a nuestros ojos.

Es cierto que la impermanencia es Buda y que la enfermedad también, pero nuestra responsabilidad para conservar la salud es nuestra obligación en la práctica Zen. Si no tenemos un cuerpo-mente aptos para practicar el Dharma, estamos fallando a nuestros preceptos. Le fallamos a la vida, a nuestros ancestros y Shakyamuni. Hacemos lo posible para estar bien y si la enfermedad ya está, tomamos acciones para que las cosas sean lo menos difíciles.

Siempre he animado a la sangha y a todos mis lectores a cuidar la salud.

Hoy vengo a reiterar mi cansado y frecuentemente ignorado mensaje: debemos cuidar la salud y protegerla como la joya preciosa qué es.

Es, en verdad, lo único que poseemos. Si la descuidas, ni todo el dinero del mundo te ayudará.

Es hora de revisar tu alimentación. Sin importar tu filosofía alimenticia, dejar la comida procesada y azúcares es la mejor inversión qué puedes hacer. Si no puedes y te es difícil, busca ayuda.

Si tienes alguna adicción, es tiempo de pedir ayuda para dejarlo,

Si tus amigos te impulsan a malos hábitos, es hora de cambiar de amigos.

Si no haces ejercicio, comienza.

Si amas a tu familia y amigos, harás lo posible por no hacerlos pasar por el infierno que podrías crear.

Si practicas Soto Zen con nosotros, ya sabes que el cuidado de la salud es esencial.

Y por supuesto, Zazen es el pilar de todo lo que hacemos.

Nuevo taller: Oyasumi, el gran descanso

Nuevo taller: Oyasumi, el gran descanso

Oyasumi es la palabra japonesa para gran descanso o descansa, por favor.

La vida productiva que llevamos es maravillosa. Nos hace sentir útiles, necesarios porque con nuestro trabajo podemos seguir adelante con planes y obligaciones. Pero pasamos tanto tiempo trabajando o estudiando que de pronto descansar se convierte en un estorbo.

Hemos construido la ilusión de que el descanso es solo para los fines de semana y solo para sentir placer. Y por eso somos una cultura crónicamente cansada e impregnada de estrés. De hecho, a muchos de nosotros descansar nos causa sentimientos de culpa y angustia.

Sin embargo, el descanso es la herramienta máxima de productividad y aprendizaje. Un cuerpo-mente sin estrés, descansado y fresco puede trabajar y estudiar mejor, aprovechando más las oportunidades que se presentan.

En este taller de 4 sesiones practicaremos yoga y meditación. Aprenderemos por qué descansar es vital y lo que dicen la ciencia, el yoga y el budismo al respecto. También veremos técnicas para no sentir culpa y que descansar sea parte de nuestros hábitos cotidianos para dar espacio y amplitud a la mente.

El Árbol del Yoga y Chocobuda te invitamos a descansar con consciencia y ciencia. Y también tomaremos siestas juntos. ¡Acompáñanos en Guadalajara o por Zoom! Más información aquí.

Adicción y la práctica Zen 2. La naturaleza de la adicción

Adicción y la práctica Zen 2. La naturaleza de la adicción

 

Importante: si estás luchando contra una adicción, pide ayuda. Acude con un profesional de la salud que pueda sacarte adelante. No sigas el consejo de personas igual de desinformadas que tú porque será contraproducente. Pide ayuda y verás cómo es más fácil. La práctica Zen no sustituye a un tratamiento profesional, pero sí lo complementa.

Nota especial: Debido al interés que despertó el primer artículo, en lugar de solo 2 posts, publicaremos toda una serie.

Deseo. Avaricia. Sin control. Urgencia por la intoxicación. Falsa idea de bienestar y placer. Escape de la realidad. Son algunos de los conceptos que vienen a la mente cuando pensamos en esta condición destructiva llamada adicción. Desde el punto de vista de la práctica Zen, intoxicar la mente con cualquier químico o estímulo, es la puerta al sufrimiento.

Quizá al principio la persona adicta piense que controla la situación, pero la intoxicación es tan diabólicamente encantadora, que muy pronto se pierde el rumbo y el sentido de la realidad. Y como hemos mencionado en el post anterior, una mente intoxicada está muy lejos de vivir plenamente la vida y aún más lejos de una práctica espiritual profunda y significativa.

Una persona adicta, por más que pretenda que todo está bien, pasa por algo que llamamos tanha, la sed que jamás se extingue. Es esta situación que sin importar lo que se haga o lo que se consuma, nunca se está en paz ni satisfecho con la vida. De lo que sea que ha generado la obsesión, siempre necesita más.

Para el Buda, este hueco del ser es uno de los autoengaños más grandes, pues para empezar no somos lo que creemos que somos. El YO es tan solo una ilusión que se sale de control cuando hay intoxicación de por medio. Por esta razón, la esencia del Budismo Zen es la práctica de Zazen. Entra más se medita, más claro queda el hecho de que el YO, los pensamientos y las emociones; todo ello se puede dejar pasar para que no cause más angustia.

En Zazen experimentamos cómo los pensamientos surgen, se acercan, quieren tomar el control y luego los dejamos porque no los alimentamos. La ansiedad por intoxicarse tiene la misma naturaleza. Comienza como un pensamiento que, si es alimentado, tomará el control antes de darnos cuenta. Es por eso por lo que se necesita ayuda profesional y más si la adicción es química.

Las enseñanzas que el Buda nos dejó están diseñadas para soltar la madre de todas las adicciones: el YO. Si esta adicción puede ser comprendida y soltada, cualquier otra también. Para eso tenemos una colección de conceptos que, puestos en práctica con disciplina y constancia, pueden ser de gran apoyo para un tratamiento diseñado por un profesional. También ayudan mucho si se sigue el programa de los Doce Pasos de muchas asociaciones contra la adicción.

El sufrimiento humano, decía el Buda, llega cuando no podemos tener lo que queremos. También llega cuando no queremos soltar por lo que estamos obsesionados. Pero el sufrimiento, como todo en el universo, es impermanente.

Nuestra comprensión de lo que es adicción y recuperación reflejan estas enseñanzas. El sufrimiento en la adicción viene cuando una persona con adicción desea estar consumiendo, pero no puede en ese preciso momento. Además, el uso de estímulos o sustancias enmascaran las emociones negativas con las que no se quiere lidiar, lo que hace aún más poderosa la dependencia.

En su esencia, los conceptos más esenciales del Buda nos dan luz sobre las adicciones. En particular las Cuatro Nobles Verdades y los Cinco Preceptos Laicos. En el próximo post de esta serie exploraremos las Cuatro Nobles Verdades y cómo nos pueden ayudar a comprender la adicción.

Parte 1. El budismo ayuda contra la avidez
Parte 2.  La naturaleza de la adicción
Parte 3. Entendiendo el sufrimiento
Parte 4. La Vía para salir de la adicción

Adicción y la práctica Zen 3. Entendiendo el sufrimiento

Adicción y la práctica Zen 3. Entendiendo el sufrimiento

Importante: si estás luchando contra una adicción, pide ayuda. Acude con un profesional de la salud que pueda sacarte adelante. No sigas el consejo de personas igual de desinformadas que tú porque será contraproducente. Pide ayuda y verás cómo es más fácil. La práctica Zen no sustituye a un tratamiento profesional, pero sí lo complementa.

Todos los seres humanos experimentamos dolor físico, emocional o espiritual. Pero tenemos un ego tamaño Godzilla, así que el sufrimiento es enorme. A veces llega a ser tan fuerte que pensamos que “mi sufrimiento” es el único que existe y que nadie en la historia del universo ha sufrido tanto.

Pero el Buda nos dice que todos los seres sintientes lo experimentan, así que nadie tiene el copyright de la sufridera. Todos los humanos sufrimos cuando el ego agrega historias a las situaciones de la vida.

La adicción siempre comienza porque dukkha, la insatisfacción por la vida es tan fuerte, que la persona necesita una puerta de salida. El malestar puede ser tan fuera de proporción, que la persona se siente desconectada de la vida, como con un hueco en el alma.

El vacío existencial es muy difícil de llenar, por eso los estímulos intoxicantes son atractivos. Cubren el dolor con una capa ilusoria que requiere un altísimo mantenimiento para seguir funcionando.

Pero el sufrimiento que llevó a la persona a este extremo sigue ahí y no ha sido atendido. Se trata de un ego inflamado por mil historias dolorosas, que busca dejar de estar perdido. Es la sensación de que el universo completo está en contra del YO.

El Buda nos enseñó que las personas no existimos como creemos que existimos. Existimos como seres vivos, pero todo lo que asumimos que somos, es tan solo una colección de narraciones que nos hemos contado. Como estas definen la personalidad, nos afianzamos a ellas y no las dejamos ir. Si a la mente llega la idea de que solo con drogas se puede estar en paz, y nos aferramos a ello, sin duda vamos a llevar nuestros esfuerzos hacia eso.

Entender que NO ERES las historias que te cuentas es importante para entender tu propio sufrimiento. Shakyamuni decía que, si el YO es solo una ilusión, entonces no existe nadie para sentirlo. Y aquí está justo el poder de transformación que tiene la práctica Zen. Eres solo historias. Pero lo lindo de las narraciones es que pueden ser reescritas en cualquier momento.

El Buda nos dejó la solución para acabar con la madre de todas las adicciones: al ego.

En las Cuatro Nobles Verdades, Shakyamuni nos presenta el diagnóstico de nuestra enfermedad espiritual y nos da un tratamiento para salir delante de la adicción:

Primera Noble Verdad: La vida incluye sufrimiento. Ese hueco existencial que sentimos es parte de la naturaleza, pero solo es temporal y natural para todos los seres humanos. Es cierto que a veces nos sentimos desesperados por la experiencia de dukkha, pero esto solo es temporal. Si persistimos y vemos que esto le pasa a todos, será más fácil ser pacientes y disciplinados para no caer en excesos.

Segunda Noble Verdad: El sufrimiento viene por la ansiedad de consumir. Esta ansiedad llega en oleadas como pensamientos, pero en nuestra práctica de Zazen contemplamos los pensamientos y los dejamos pasar. No importa cuán fuertes y dominantes sean estos, es posible contemplarlos desde lejos y verlos esfumarse.

Tercera Noble Verdad: Los apegos y el sufrimiento son solo temporales. No importa qué horrible sea tu sufrimiento, solo es por un breve instante de la vida. Si lo ves así, entonces pasará antes de que lo imaginas.

Cuarta Noble Verdad: Hay una salida a la adicción. Es un tratamiento integral que abarca todos los aspectos de tu vida y que, si los sigues un día a la vez, el fin de la adicción está palpable.

En el budismo creemos que la adicción es una forma muy poderosa de apego. Por eso tomamos el camino del Buda para soltar todo aquello con lo que nos causamos daño.

En el siguiente post de esta serie hablaremos del Noble Sendero Óctuple como un tratamiento contra la adicción.

Parte 1. El budismo ayuda contra la avidez
Parte 2.  La naturaleza de la adicción
Parte 3. Entendiendo el sufrimiento
Parte 4. La Vía para salir de la adicción

Adicción y la práctica Zen 1. El budismo ayuda contra la avidez

Adicción y la práctica Zen 1. El budismo ayuda contra la avidez

Importante: si estás luchando contra una adicción, pide ayuda. Acude con un profesional de la salud que pueda sacarte adelante. No sigas el consejo de personas igual de desinformadas que tú porque será contraproducente. Pide ayuda y verás cómo es más fácil. La práctica Zen no sustituye a un tratamiento profesional, pero sí lo complementa.

En la práctica Zen no hay espacio ni tolerancia para cualquier sustancia o estímulo que nuble nuestro juicio. La realidad es por defecto tan maravillosa e inconmensurable, que se requiere una mente funcionando en su mejor capacidad para no obstaculizar ver las cosas sin juicios ni autoengaños.

Una mente intoxicada está impedida para la práctica budista profunda y es una vía segura a dukkha. Más al respecto en este post.

El entrenamiento Zen nos lleva a vivir con una mente cristalina por medio de la disciplina y la automoderación. Sin embargo, muchos de nosotros tenemos que vivir con la adicción como un fantasma que nos acecha todo el tiempo. Cuando uno admite que se es propenso a la adicción, esta siempre está latente en nuestra vida.

Como adicto a los carbohidratos y ex-obeso en eterna etapa de mantenimiento, la ansiedad por comer siempre está en mí. Por casi 40 años viví con la mente entumecida, deprimido, aletargado y enfermo por mi incapacidad de controlar la adicción. Uno pensaría algo como “pero si solo era comida, pudiste ponerte a dieta”. Pero no funciona así. La comida de mala calidad es tan dañina y adictiva como cualquier otra sustancia.

Una adicción a los químicos, pornografía, sexo, juegos de video, música, deportes; sigue siendo una adicción e intoxica la mente.

La buena noticia es que la práctica Zen te da herramientas para entender y para abrazar esta condición de la vida.

A diferencia de otras filosofías, nosotros no negamos nuestra condición humana. A veces hay adicción, a veces hay ira, a veces tristeza. Todo ello es parte de lo que eres y lo aceptamos.

La constancia en Zazen y apoyados en la Triple Joya (Buda, Dharma, Sangha) podemos ver cómo la ansiedad y el antojo nacen dentro de uno, justo como nacen otros pensamientos. De hecho, el antojo/ansiedad tiene la misma naturaleza que los pensamientos; nacen, llegan, quieren tomar el control, y si no los alimentas, se esfuman.

El punto es que no les damos la vuelta a los pensamientos de adicción, los aceptamos. Al vivir con los Preceptos del Buda guiando tu vida, cada vez será más difícil que la adicción gane terreno.

Tenemos Cinco Preceptos Laicos:

  1. Respetar la vida en toda mi capacidad.
  2. No tomar lo que no se me ha dado libremente.
  3. Comunicar de manera amable, veraz y útil.
  4. No hacer mal uso de la sexualidad.
  5. No intoxicar la mente.

Todos son importantes y están diseñados para que nuestra experiencia de vida sea compasiva y útil para la vida.

El Quinto Precepto nos habla de que en el Zen cultivamos una mente clara, lo más libre de juicios, opiniones y venenos posible. Es un trabajo cotidiano, difícil. Pero poco a poco es más y más fácil.

Entonces la urgencia por intoxicar la mente siempre está para una persona propensa a la adicción. Con los años de práctica budista es posible soltar los pensamientos de ansiedad por el consumo, en lugar de alimentarlos.

A diferencia de otras escuelas de budismo, en el Zen no rechazamos esta parte de nuestra personalidad. La reconocemos, la entendemos y no la subestimamos.

Finalmente, el Buda dijo que la única forma que tenemos de que la serpiente no nos muerda, es no entrar a su nido.

Si estás lidiando con controlar una adicción, ¿qué haces rodeado de personas que te pueden llevar hacia abajo?

El Zen es una gran ayuda para un tratamiento provisto por un profesional de la salud. Sé responsable y pide ayuda.

Vivir con una mente clara es mucho más agradable y sostenible que 1,000 sustancias.

En el próximo post hablaré de algunas prácticas y tradiciones que pueden ayudarte a salir de la adicción.

Parte 1. El budismo ayuda contra la avidez
Parte 2.  La naturaleza de la adicción
Parte 3. Entendiendo el sufrimiento
Parte 4. La Vía para salir de la adicción

Invitación a Yuko: Taller de amor, pareja y relaciones personales

Invitación a Yuko: Taller de amor, pareja y relaciones personales

 

La voz popular siempre nos dice que “amar duele” y que “no puedes confiar ni en tus amigos”. Pasamos vidas enteras probando todo tipo de relaciones, rompiéndonos el corazón una y otra vez, lastimando personas todo el tiempo; para que al final sintamos un enorme vacío e insatisfacción que nada parece aliviar.

Recurrimos entonces a amigos o familiares que están igual de lastimados que nosotros, y a todo tipo de distracciones para hacer que la angustia y desconfianza sean menos fuertes. Pero los problemas principales siguen creciendo dentro de nosotros y no mejorarán.

Debido a que nadie nos enseña a querer, hemos ido repitiendo los mismo errores una y otra vez. Pero esto no tiene por qué ser así. Hay conocimientos y formas de pensar en las que nos podemos apoyar para vivir el amor de maneras profundas, en paz y con alegría.

La vida humana no viene con manual de usuario y las relaciones interpersonales tampoco. Crecemos asumiendo y practicando costumbres culturales que sabemos que no funcionan, pero no tenemos hacia dónde mirar y mucho menos en dónde encontrar la solución.

Por eso creamos Yuko, taller de meditación sobre amor, pareja y relaciones personales. Yuko es una palabra japonesa que significa amistad, armonía, acuerdo y cooperación.

Es un curso de 4 semanas que explorará la naturaleza biológica de las relaciones interpersonales, el amor de pareja, sexo, la amistad y revisaremos todo lo que he hemos estado haciendo mal. Entonces corregiremos el camino usando la meditación como espina dorsal, además de tomar elementos de ciencia, psicología evolutiva y Budismo Zen.

Clic aquí para saber más.

Yuko en una mirada

Evento: Yuko, taller de meditación sobre amor, pareja y relaciones personales

Facilitador: Hondou Kyonin

Inicia: Jueves 6 de febrero de 2020

Dirigido a: Quienes no encuentran la pareja ideal, corazones rotos, parejas en crisis, personas con desconfianza y rencor hacia los demás.

Duración: 4 semanas

Disponibilidad: Limitada

Cierre de inscripciones: Miércoles 5 de febrero de 2020. Puedes inscribirte y comenzar el taller, haciendo tu donativo hasta el 18 de febrero de 2020.

Costo: Donativos personales y por pareja. Para saber más, escribir a elchocobuda ARROBA gmail.com con el asunto AMOR.

Reuniones de grupo: Todos los sábados por la mañana, presencial y en vivo por video conferencia. Sedes:

  • En línea. ¡Tú decides tiempo y espacio! Tutorías y asesorías vía Skype. Perfecto para amigos en otros estados y otros países.
  • Presencial en Guadalajara, Jalisco. Lugar por confirmar.

Más información: elchocobuda ARROBA gmail.com

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