De vez en cuando pruebo suerte escribiendo tanka y haiku. Quizá te sirvan para contrarrestar el tsunami de malas noticias y odio que fluyen por redes sociales. O quizá te sirvan para dirigir tu odio hacia mi, en lugar de víctimas de tu ego. Pero bueno, reconozco que soy bastante malo, aunque me esfuerzo 🙂

Tanka y haiku me gustan porque son como capturar con letras un insignificante momento de la vida. Y como mi vocabulario es limitado y barbárico, escribir pocas líneas siempre me es más fácil.

Tanka 7
voces como campanas
me transportan al pasado
gritos y risas
colorean la tarde
inmóvil escucho

Tanka 8
no hay mago o adivino
con suficiente poder
que supere
lo vasto y la magia
de la realidad

Tanka 11
el mazo del bushido golpea
sin piedad y con saña,
el metal bruto de mi vida
endurece mi cuerpo
ablanda el corazón