Los humanos sufrimos la vida por incontables razones derivadas de los Tres Venenos de la Mente. Ira, Avaricia e Ignorancia producen estados poco hábiles, lo que nos causa ansiedad existencial. Nos causamos daño y causamos daño al universo. Y no es una sorpresa ver que encontrar tu verdadero Yo se vuelva algo de fantasía.
Y es que todos queremos saber quiénes somos en realidad. Es nuestro legítimo derecho. Pero en esta civilización que ha erradicado la espiritualidad de nuestras vidas, solo nos causa más confusión.
Apuntalamos la ilusión de Yo con estímulos externos como la carrera que estudiamos, el país al que pertenecemos o nuestras aficiones. Pero todo esto es solo un autoengaño muy costoso.
En la vasta enseñanza de Shakyamuni Buda, uno de los conceptos más profundos y transformadores es el de Anatta, o la doctrina del no-yo. Este principio no solo desafía la noción convencional de un yo permanente, sino que también abre la puerta a una comprensión más profunda de nuestra verdadera naturaleza. ¿Será posible que encontrar nuestro verdadero Yo sea posible al olvidarnos del Yo?
La enseñanza de Anatta del Buda
Shakyamuni enseñó que lo que consideramos como el «yo» es, en realidad, una ilusión. Esta enseñanza, conocida como Anatta, niega la existencia de un alma o un yo permanente. En lugar de un yo fijo, el Buda explicó que lo que realmente existe son los cinco agregados: forma (rupa), sensación (vedana), percepción (sanna), formaciones mentales (sankhara) y conciencia (viñña?a). Estos agregados están en constante cambio y no poseen una esencia duradera que pueda ser identificada como un yo permanente.
Ananda, ¿Hay un Yo?
En el sutta «Ananda, ¿hay un Yo?», el venerable Ananda pregunta al Buda si existe un yo en realidad. El Buda responde con un silencio elocuente, lo que significa que cualquier afirmación sobre la existencia o no existencia de un yo lleva a un error conceptual. Posteriormente, el Buda explica que tanto afirmar como negar un yo perpetúa la ignorancia y el apego, y que el camino a la liberación reside en comprender que el concepto de yo es un error de percepción.
Entonces el vagabundo Vacchagotta se acercó al Bienaventurado… y le dijo: «¿ Maestro Gotama, hay un yo?» Cuando esto fue dicho, el Bienaventurado guardó silencio. «Entonces, Maestro Gotama, ¿no existe el yo?» Por segunda vez, el Bienaventurado guardó silencio. Entonces el vagabundo Vacchagotta se levantó de su asiento y se marchó. Entonces, no mucho después de que el vagabundo Vacchagotta se hubiera ido, el Venerable Ananda le dijo al Bienaventurado: «¿Por qué, venerable señor, cuando el Bienaventurado fue interrogado por el vagabundo Vacchagotta, él no respondió?» … «Ananda, y si, cuando él me preguntaba: ‘¿No existe el yo?’ Yo hubiera respondido: ‘No hay yo’, el vagabundo Vacchagotta, ya confundido, habría caído en una confusión aún mayor, pensando: ‘Parece que el yo que antes tenía no existe ahora’.
El Yo como ilusión
La creencia en un yo permanente es una ilusión que surge de la ignorancia (avidya). Esta ilusión es la causa principal del sufrimiento, ya que nos aferramos a una identidad falsa y buscamos proteger y gratificar este yo ilusorio. Los siguientes ejemplos ilustran por qué el yo es solo una ilusión que te aleja de encontrar tu verdadero Yo:
1. Impermanencia (Anicca): Todo en el universo está en constante cambio, incluido nuestro cuerpo y mente. Lo que somos hoy no es lo mismo que seremos mañana. Este cambio constante es incompatible con la idea de un yo fijo y permanente.
Piensa en un programa de televisión que te gustaba mucho en la infancia. Ahora, ya en los años de adultez, el programa ya no parece tan bueno. ¿Por qué? El programa sigue siendo el mismo, pero la persona que lo miraba en la infancia ya no está aquí. Ahora hay una persona adulta, con otros valores, madurez e intereses, y no puede ver ese programa con los mismos ojos.
2. Origen dependiente de las cosas (Pratityasamutpada): Nuestra existencia y experiencia son el resultado de una red compleja de causas y condiciones. No hay un yo independiente que exista por sí mismo; todo está interconectado y depende de otros factores para su existencia.
3. Cinco Agregados (Skandhas): El Buda enseñó que lo que llamamos «yo» es simplemente una colección de los cinco agregados. Ninguno de estos agregados, ni su combinación, constituye un yo permanente. Son fenómenos transitorios que surgen y cesan continuamente.
Dogen y encontrar tu verdadero Yo
Dogen Zenji, profundizó en la enseñanza del Buda sobre el no-yo. En su obra Genjokoan, Dogen explica que estudiar la Vía del Buda es estudiarse a sí mismo, y que este estudio lleva inevitablemente al olvido del yo. Al olvidarse de sí mismo, uno es autentificado por todas las existencias, lo que lleva al abandono del cuerpo y la mente propios y de los demás.
Esto significa que para encontrar tu verdadero Yo, es necesario entender que lo que crees que eres es una narrativa a la que te has aferrado. Si la sueltas, comienza tu liberación del dolor. Pero aún más importante, es que al soltar el Yo, tu verdadero Ser aflora. Por eso es que Dogen y otros maestros del Zen siempre nos enseñan que Zazen es la base para soltarnos y encontrar tu verdadero Yo.
La ilusión del Yo y el verdadero Ser
El budismo Zen ofrece prácticas y enseñanzas que nos ayudan a ver a través de la ilusión del yo. A través de Shikantaza y la introspección, podemos experimentar directamente la verdad de Anatta y darnos cuenta de que nuestra identidad verdadera no está confinada a un yo pequeño y separado. Esta realización no solo libera a uno del sufrimiento, sino que también permite vivir en armonía con el universo y todas sus manifestaciones. Es así como comenzamos a encontrar nuestro verdadero Yo.
El Zen, con su enfoque en la experiencia directa y la práctica continua, nos proporciona las herramientas para trascender la ilusión del yo y encontrar nuestro verdadero ser. Al hacerlo, descubrimos una paz profunda y una conexión con todo lo que existe, liberándonos de las cadenas del ego y entrando en una vida de compasión y sabiduría.
Conclusión
La enseñanza de Anatta del Buda y las profundas interpretaciones de maestros como Dogen nos muestran que el yo es una ilusión que perpetúa el sufrimiento. Al soltar esta ilusión y experimentar directamente la verdadera naturaleza de nuestra existencia, podemos encontrar nuestro verdadero yo y vivir una vida plena y libre.
Así, al liberarnos del yo ilusorio, no solo puedes encontrar tu verdadero Yo, sino que también nos alineamos con la esencia misma de la vida, viviendo en paz y armonía con el universo.
Regresamos al Árbol del Yoga en Guadalajara, Jalisco; y por supuesto, seguiremos en Zoom. Continuamos con nuestra serie de Zazenkai dirigidos a personas que están recién llegadas al budismo y que quieren dar sus primeros pasos en el Zen.
Es una buena oportunidad para descubrir el Zen o para reafirmar tus conocimientos.
Para esta temporada de verano, estaremos todos los domingos en el Árbol del Yoga, del 9 de junio al 21 de julio de 2024, de 10:00 AM a 11:30 AM.
Para esta segunda sesión hablaremos de las Cuatro Nobles Verdades y las Tres Marcas de la Existencia.
Dana
Como monjes budistas dependemos de la generosidad de nuestra comunidad para nuestro sustento. No tenemos salario y vivimos con sencillez, por lo que cada donación es muy apreciada.
Con tu ayuda, me es posible continuar difundiendo las enseñanzas del Buda y de los Patriarcas del Zen, y compartiendo su mensaje de compasión con el mundo.
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Zazenkai significa Meditamos Juntos, y son las reuniones semanales de una sangha Soto Zen. En Grupo Zen Ryokan nos reunimos todos los domingos, para una pequeña ceremonia, practicar Zazen juntos y aprender Budismo Soto Zen.
Si estás fuera de Guadalajara, Jalisco, puedes participar con nosotros vía Zoom en vivo, o ver la transmisión grabada en YouTube.
Si estás en la ciudad, te esperamos en el Árbol del Yoga, siempre y cuando sigas al pie de la letra las medidas de prevención por la contingencia sanitaria. Detalles aquí.
El tema del día será: Encontrando tu verdadero ser 2.
Los espero:
Día: Domingo 16 de junio de 2024.
Hora: Ciudad de México / Guadalajara 10:00h Caracas / La Paz 12:00h Madrid 18:00h
Por respeto al Maestro y los asistentes, LLEGAR TEMPRANO. Comenzamos a la hora en punto y se cerrará la reunión de Zoom.
Duración: 90 minutos.
Lugar:
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Elegir un lugar donde se pueda ver la pantalla con claridad y tener espacio para moverse y sentarse en un cojín o silla.
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Un poco de incienso siempre es buena idea.
Espero verlos ahí. Cualquier duda o pregunta ya saben que siempre estoy disponible.
Dukkha o insatisfactoriedad, es un tema central de las enseñanzas del Buda que no paramos de estudiar. La vida incluye las cosas que no nos hacen felices, pero en lugar de entenderlo y aceptarlo, luchamos en contra de esta Primera Noble Verdad. El resultado es que vivimos sin conocer la auténtica felicidad que llega cuando comprendemos la naturaleza transitoria del Ser y de las cosas.
¿Te has dado cuenta cómo nos aburrimos muy fácil de las cosas y las personas? ¿Has notado como muchas personas (o tú) se la pasan quejándose de todo y de todos? ¿Nunca has notado que la vida parece una carrera para conseguir mini-euforias de tiempo completo?
¡Qué cansado es vivir así!
Nos aferramos a tantas ilusiones y fantasías, que ya no sabemos qué es lo que en verdad nos lleva a la liberación del sufrimiento. Pero el Buda nos dice que no podemos aferrarnos siquiera a la personalidad que nos hemos construido, porque es inefable y dinámica.
El Gomaya Sutta (Sutra del estiércol de vaca) es un discurso esencial en el canon budista, que nos brinda una profunda comprensión de la naturaleza transitoria del Ser. Hoy quiero compartir contigo el significado de este sutra, su importancia, y cómo su estudio puede transformar nuestra percepción de la existencia y guiarnos hacia la liberación del sufrimiento.
Introducción al Gomaya Sutta
El Gomaya Sutta es un sermón del Buda que se centra en la impermanencia y la falta de una esencia duradera en los fenómenos que componen la existencia. Eso incluye nuestra ilusión del Ser. O sea que lo que crees que eres es una narración a la que te aferras, ignorando que todas las narraciones son flotantes, cambian a lo largo del tiempo y que son el resultado de nuestros motivos egocéntricos.
En este sutra, el Buda responde a un monje que le pregunta si hay algo en el mundo que sea constante, permanente, eterno y no sujeto a cambio. La respuesta del Buda es clara y directa: «No, monje, no hay forma, sentimiento, percepción, fabricaciones ni conciencia que sea constante, permanente, eterna, no sujeta a cambio, que permanezca así para la eternidad».
La razón por la que es importante
Este sutra es fundamental porque aborda uno de los principios centrales del budismo: la impermanencia (Anicca) del Yo, así como de todas las cosas y fenómenos.
Absolutamente todo en el multiverso es impermanente. Las cosas, el dinero, el control, tus ideas más valiosas, lo que amas y lo que no. Y, por desgracia, eso incluye tu mente y tu sentimiento de Yo. Entonces, comprender la naturaleza transitoria del Ser es crucial para liberar la mente de los apegos y el sentimiento de que nada te satisface.
El Buda explica que no hay nada en la existencia que permanezca sin cambio, y esta comprensión es la base para el desapego y la práctica del camino hacia la liberación.
Y no, no se trata de tomar una postura derrotista asumiendo que todo muere y se destruye. La enseñanza de Shakyamuni es: todo es dinámico y se transforma a lo largo del tiempo, por lo que es inútil tratar de retener a las personas, experiencias, fenómenos u objetos.
El Yo como una construcción cambiante
El Buda utiliza una metáfora poderosa en el Gomaya Sutta. Levantando un poco de estiércol de vaca, dice: «No hay ni siquiera esta cantidad de un estado del ser que sea constante, permanente, eterno, no sujeto a cambio, que permanezca así para la eternidad». Este ejemplo ilustra que incluso la noción de un «yo» o «ser» es una construcción que cambia con el tiempo. La naturaleza transitoria del Ser implica que nuestras identidades, emociones y pensamientos son impermanentes y están en constante flujo.
A lo largo de nuestras vidas, nos aferramos a la idea de un «yo» fijo y permanente. Sin embargo, nuestras experiencias, deseos y pensamientos cambian continuamente. Esta realización es fundamental para la práctica budista, ya que nos ayuda a soltar la ilusión de un yo permanente y nos permite vivir de manera más libre y consciente.
A esta enseñanza también se le llama Ilusión de Continuidad, porque el ego asume que sí mismo es permanente, aún después de la muerte.
No hay nada a lo que te puedas aferrar
El Buda enseña en el Gomaya Sutta que no hay nada en este mundo a lo que podamos aferrarnos con seguridad. Todo cambia con el tiempo. «Todo lo que es compuesto está sujeto a desintegración», dice el Buda. La naturaleza transitoria del Ser nos muestra que las formas, los sentimientos, las percepciones, las fabricaciones y la conciencia están en un estado constante de cambio. Aferrarse a cualquiera de estos aspectos solo conduce al sufrimiento.
Esta enseñanza nos lleva a considerar nuestras propias vidas. ¿A qué nos aferramos? ¿Qué expectativas tenemos sobre nosotros mismos y sobre los demás? Al comprender la impermanencia de todas las cosas, podemos empezar a soltar nuestras expectativas y a vivir de manera más plena y en paz con el flujo natural de la vida.
La importancia de Shikantaza
Shikantaza es una práctica clave para entender el Gomaya Sutta, la inexistencia del Yo (Anatta) y la impermanencia de las cosas (Anicca). En Shikantaza, simplemente nos sentamos y observamos, sin intentar controlar o cambiar nada. Esto nos permite experimentar directamente la naturaleza transitoria del Ser, de nuestros pensamientos y apegos.
Al practicar Shikantaza, notamos cómo los pensamientos, las sensaciones y las emociones surgen y pasan. Observamos el flujo constante de la mente y nos damos cuenta de que no necesitamos aferrarnos a nada. Aunque intentemos aferrarnos, ¡es imposible de verdad! Esta experiencia directa de la impermanencia nos ayuda a internalizar las enseñanzas del Gomaya Sutta y a vivir de acuerdo con ellas.
Liberación del sufrimiento a través del budismo Zen
El Gomaya Sutta nos da esperanza al mostrarnos que es posible liberarnos del sufrimiento practicando el budismo Zen. Al comprender la naturaleza transitoria del Ser, podemos dejar de aferrarnos a las ilusiones y vivir de manera más libre y consciente. El Buda nos enseña que, aunque todo es impermanente, esta misma impermanencia es la puerta hacia la liberación.
Al aceptar que no hay nada permanente a lo que aferrarnos, podemos soltar nuestros miedos y ansiedades. La práctica del desapego y la aceptación de la impermanencia nos conducen a una vida más plena y en paz. La meditación y la práctica del budismo Zen nos proporcionan las herramientas necesarias para cultivar esta comprensión y aplicarla en nuestra vida diaria.
El sutra cierra con estos párrafos:
De esas 84.000 mujeres, sólo había una que me atendía en un momento dado: una guerrera noble o una guerrera mitad brahmán, mitad guerrera noble. De esos 84.000 ko?is de prendas de vestir, solo había una que usaba en un momento dado: una hecha de lino fino, una hecha de seda fina, una hecha de lana fina o una hecha de algodón fino. De esos 84.000 platos, sólo había uno del que comía en un momento dado una medida de arroz y una cantidad adecuada de curry.
Pero ahora, monje, todas esas invenciones han pasado. Dejado. Cambiado. Así de inconstantes son las fabricaciones, monje. Así de impermanentes son las invenciones, monje. Así de poco fiables son todas las invenciones, monje: lo suficiente como para desencantarse con todas las fabricaciones, lo suficiente como para volverse desapasionado, lo suficiente como para ser liberado.
Regresamos al Árbol del Yoga en Guadalajara, Jalisco; y por supuesto, seguiremos en Zoom. Comenzaremos una serie de Zazenkai dirigidos a personas que están recién llegadas al budismo y que quieren dar sus primeros pasos en el Zen.
Es una buena oportunidad para descubrir el Zen o para reafirmar tus conocimientos.
Para esta temporada de verano, estaremos todos los domingos en el Árbol del Yoga, del 9 de junio al 21 de julio de 2024, de 10:00 AM a 11:30 AM.
Para esta primera sesión hablaremos de la historia del Buda y por qué es relevante estudiar sus enseñanzas.
Dana
Como monjes budistas dependemos de la generosidad de nuestra comunidad para nuestro sustento. No tenemos salario y vivimos con sencillez, por lo que cada donación es muy apreciada.
Con tu ayuda, me es posible continuar difundiendo las enseñanzas del Buda y de los Patriarcas del Zen, y compartiendo su mensaje de compasión con el mundo.
Tu donación me ayudarás a seguir ofreciendo clases de Budismo Soto Zen, Zazen y otras actividades que benefician a la comunidad. ¡Gracias por tu amabilidad y generosidad!
Zazenkai significa Meditamos Juntos, y son las reuniones semanales de una sangha Soto Zen. En Grupo Zen Ryokan nos reunimos todos los domingos, para una pequeña ceremonia, practicar Zazen juntos y aprender Budismo Soto Zen.
Si estás fuera de Guadalajara, Jalisco, puedes participar con nosotros vía Zoom en vivo, o ver la transmisión grabada en YouTube.
Si estás en la ciudad, te esperamos en el Árbol del Yoga, siempre y cuando sigas al pie de la letra las medidas de prevención por la contingencia sanitaria. Detalles aquí.
El tema del día será: Cómo ignorai lo que piensen y digan de ti.
Los espero:
Día: Domingo 9 de junio de 2024.
Hora: Ciudad de México / Guadalajara 10:00h Caracas / La Paz 12:00h Madrid 18:00h
Por respeto al Maestro y los asistentes, LLEGAR TEMPRANO. Comenzamos a la hora en punto y se cerrará la reunión de Zoom.
Duración: 90 minutos.
Lugar:
Zoom. El enlace a la sala será publicado 15 minutos antes en el grupo de difusión en WhatsApp. Clic aquí.
Si no te puedes conectar a esa hora, puedes participar en la grabación que quedará en YouTube.
En Guadalajara, te esperamos en el Árbol del Yoga.
Árbol del Yoga está en Lope de Vega 121. Facebook.
Donativo: $100 por persona, por día.
Indicaciones especiales para Zoom:
Descargar nuestro cuaderno de liturgia de https://1drv.ms/w/s!Akxki0vbnRKilJdQA9WC8DyqzTqBaA?e=swI1t4
Llevar ropa cómoda.
Preparar cojín, silla o zafu.
Tener agua disponible.
Elegir un lugar donde se pueda ver la pantalla con claridad y tener espacio para moverse y sentarse en un cojín o silla.
Seguir las instrucciones que daré en el video.
Un poco de incienso siempre es buena idea.
Espero verlos ahí. Cualquier duda o pregunta ya saben que siempre estoy disponible.
Shakyamuni Buda a menudo compartía sus profundas enseñanzas a través de sutras o discursos. Uno de los sutras más venerados, aunque poco conocido en occidente es el Maha-mangala Sutta, parte del canon Pali, que detalla las mayores bendiciones para llevar una vida plena y virtuosa.
Algunas traducciones de este sutra usan la palabra “protecciones”, en lugar de bendiciones. Esto es debido a que la práctica budista, cuando es llevada al pie de la letra, nos protege de las cosas dolorosas de la vida.
Este sutra es importante porque nos habla sobre los verdaderos caminos hacia la felicidad duradera. En un diálogo poético, un ser celestial le pregunta al Buda cuál es la mayor bendición tras observar que muchos seres buscan el bien supremo. La respuesta del Iluminado es una guía práctica e inspiradora.
Shakya-sama enfatiza que las mayores bendiciones surgen de la sabia asociación, el respeto por lo digno, la residencia apropiada, las acciones meritorias pasadas y encaminarse en el sendero correcto del Dharma. Acumular conocimiento, desarrollar habilidades útiles, mantener una disciplina virtuosa y el habla refinada también se consideran grandes bendiciones.
Además, el Buda resalta las bendiciones del apoyo familiar, la ocupación pacífica, la generosidad, la conducta recta, la abstención de lo nocivo, el autocontrol y el no-abuso de la vida sexual. La humildad, el contentamiento, el aprendizaje del Dharma y la asociación con maestros budistas más sabios que nosotros, también se consideran bendiciones supremas.
Por último, el Buda declara que la mayor bendición de todas es la realización de la liberación a través de la comprensión de las Nobles Verdades y el Nirvana. Una mente serena e imperturbable, libre del sufrimiento, la contaminación y el temor es la culminación de todas las bendiciones. Es decir, solo el entrenamiento de la mente nos libera de los venenos que creamos con los pensamientos sin control.
Al estudiar y contemplar este hermoso sutra, nos conectamos con la sabia guía del Buda para vivir una vida plena de virtud, compasión y comprensión. Puede que no te interese el budismo, pero este sutra es tan práctico y aterrizado, que resulta una guía útil para la vida cotidiana.
Hoy te presento este sutra. Es corto pero lleno de sabiduría. Espero te sea útil.
Maha-mangala Sutra
Así he oído. En una ocasión el Bienaventurado residía en el monasterio de Anathapindika, en el Bosque de Jeta, cerca de Savatthi. Ahora, cuando la noche estaba muy avanzada, una cierta deidad cuyo espléndido resplandor iluminaba todo el Bosque de Jeta, se acercó a la presencia del Bienaventurado y, acercándose respetuosamente, lo saludó y permaneció a un lado. Estando así, se dirigió al Bienaventurado en verso:
«Muchas deidades y hombres, anhelando el bien, han reflexionado sobre las bendiciones. ¡Por favor, dime cuál es la mayor bendición!»
El Buda respondió:
No asociarse con los tontos, sino asociarse con los sabios; y honrar a quienes son dignos de honor; esta es la mayor bendición.
Residir en un lugar digno y ordenado, haber realizado acciones meritorias en el pasado y encaminarse en el Sendero Correcto; esta es la mayor bendición.
Tener mucho aprendizaje, ser compasivo en todo lo que se haga, estar bien entrenado en la disciplina y hacer uso racional del lenguaje; esta es la mayor bendición.
Cuidar de la madre y al padre, apreciar a la pareja e hijos, y dedicarse a una ocupación honesta y pacífica; esta es la mayor bendición.
Ser generoso en el dar, ser recto en la conducta, ayudar a los parientes y ser intachable en la acción; esta es la mayor bendición.
Alejarse el mal y abstenerse de él, abstenerse de los intoxicantes y ser firme en la virtud; esta es la mayor bendición.
Ser respetuoso, humilde, contento y agradecido; y estudiar el Dharma; esta es la mayor bendición.
Ser paciente y obediente, asociarse con monjes y tener discusiones religiosas en las debidas ocasiones; esta es la mayor bendición.
El autocontrol y meditación, una vida de paz y sin obsesiones, la percepción de las Nobles Verdades y la realización del Nirvana; esta es la mayor bendición.
Una mente no perturbada por los caprichos de la fortuna, liberada del sufrimiento, purificada de las impurezas, liberada del temor; esta es la mayor bendición.
Aquellos que así viven, permanecen siempre invencibles, establecidos en la felicidad. Estas son las mayores bendiciones.
Si lo que escribo te es útil y te gusta, ¿por qué no invitarme un café? Gracias.
Sobre mi
¡Hola! Soy Kyonin, monje y maestro budista de la tradición Soto Zen. Formo parte de Grupo Zen Ryokan. Comparto la sabiduría eterna del Buda para ayudar a encontrar la paz interior y la liberación del sufrimiento. Juntos vamos en camino hacia la compasión.
En días de lluvia
la melancolía invade
al monje Ryokan
-Haiku de Ryokan Taigu Roshi