ATENCIÓN: Este Zazenkai y hasta nuevo aviso, serán solo por Zoom.
Continuamos nuestra serie sobre el Vimalakirti Sutra. Recomiendo mucho leer el capítulo 3 antes de llegar a Zazenkai.
Terminaremos de leer el capítulo 3 de este texto clásico del Mahayana, donde Vimalakirti dice a Rahula, hijo del Buda, los dos conceptos clave de la práctica budista.
Se trata de la enseña sobre el verdadero significado de la renunciación y la cultivación en el camino del bodhisattva. En lugar de ver la renunciación como el simple abandono de la vida mundana, Vimalakirti explica que la verdadera renuncia radica en abandonar el apego y las ilusiones del ego. Lo desafía a ir más allá de la renunciación externa, enseñándole que debe renunciar no solo a los objetos materiales, sino también a la idea misma de “renunciación”. En otras palabras, la práctica del Bodhisattva implica no tener apego ni siquiera al acto de renunciar, sino cultivar una mente libre de dualidades.
Por otro lado, la cultivación es el proceso de desarrollar cualidades internas como compasión, gratitud, sabiduría y paciencia. Vimalakirti enfatiza que la cultivación del Bodhisattva no consiste simplemente en realizar buenas acciones o seguir preceptos, sino en trabajar constantemente por el bienestar de todos los seres sin aferrarse a ninguna forma de mérito o recompensa. De esta manera, la verdadera cultivación es inseparable de la renunciación, ya que implica desarrollar una mente abierta y libre, que actúa por el bien de los demás sin buscar ningún tipo de beneficio personal.
Como monjes budistas dependemos de la generosidad de nuestra comunidad para nuestro sustento. No tenemos salario y vivimos con sencillez, por lo que cada donación es muy apreciada.
Con tu ayuda, me es posible continuar difundiendo las enseñanzas del Buda y de los Patriarcas del Zen, y compartiendo su mensaje de compasión con el mundo.
Tu donación me ayudarás a seguir ofreciendo clases de Budismo Soto Zen, Zazen y otras actividades que benefician a la comunidad. ¡Gracias por tu amabilidad y generosidad!
Zazenkai significa Meditamos Juntos, y son las reuniones semanales de una sangha Soto Zen. En Grupo Zen Ryokan nos reunimos todos los domingos, para una pequeña ceremonia, practicar Zazen juntos y aprender Budismo Soto Zen.
Si estás fuera de Guadalajara, Jalisco, puedes participar con nosotros vía Zoom en vivo, o ver la transmisión grabada en YouTube.
Si estás en la ciudad, te esperamos en el Árbol del Yoga, siempre y cuando sigas al pie de la letra las medidas de prevención por la contingencia sanitaria. Detalles aquí.
El tema del día será: Vimalakirti Sutra 7. Renuncia y Cultivación
Los espero:
Día: Domingo 29 de septiembre de 2024.
Hora: Ciudad de México / Guadalajara 10:00h Caracas / La Paz 12:00h Madrid 18:00h
Por respeto al Maestro y los asistentes, LLEGAR TEMPRANO. Comenzamos a la hora en punto y se cerrará la reunión de Zoom.
Duración: 90 minutos.
Lugar: Sala de Zoom. El enlace a la sala será publicado 15 minutos antes en el grupo de difusión en WhatsApp. Clic aquí.
Si no te puedes conectar a esa hora, puedes participar en la grabación que quedará en YouTube.
Indicaciones especiales para Zoom:
Descargar nuestro cuaderno de liturgia de https://1drv.ms/w/s!Akxki0vbnRKilJdQA9WC8DyqzTqBaA?e=swI1t4
Llevar ropa cómoda.
Preparar cojín, silla o zafu.
Tener agua disponible.
Elegir un lugar donde se pueda ver la pantalla con claridad y tener espacio para moverse y sentarse en un cojín o silla.
Seguir las instrucciones que daré en el video.
Un poco de incienso siempre es buena idea.
Espero verlos ahí. Cualquier duda o pregunta ya saben que siempre estoy disponible.
Con más frecuencia de la que quisiéramos, la vida a veces nos congela en nuestro sitio. Ya sea que pasemos por una despedida dolorosa o cualquier cambio trascendental, nos quedamos tan sorprendidos por el movimiento, que no sabemos cuál es el siguiente paso. Parecería que todas las puertas se cierran, pero si algo nos enseña el Buda es que nada es imposible.
¿Todas esas limitaciones que encuentras? Son solo puertas para que seas un ser creativo.
Todo se manifiesta en su propio tiempo. Nada es imposible. Cada átomo de nuestra existencia es una vibración de la totalidad, un susurro del infinito. Nos movemos a través de la corriente del Ser Universal, envueltos en la trama del Ser Individual. Lo que creemos imposible es sólo una ilusión tejida por la mente que se aferra al ego. Pero cuando soltamos, cuando nos permitimos fluir como el agua en un arroyo, las posibilidades se despliegan como pétalos de loto al amanecer.
La esencia de nuestra vida es un reflejo del vacío. Cada acción, pensamiento, causa y efecto encuentran su espacio. Es la superposición de todas las cosas, un campo búdico de potencial puro. Al permitir que la Luz de Amida fluya a través de nosotros, nos volvemos co-creadores de la realidad única. No es la mente la que crea, es el vacío que da forma. La expansión de la conciencia no es un objetivo que alcanzar, sino una verdad que ya existe en el centro de nuestro ser.
Todo es una danza de la impermanencia, y en esa danza, el tiempo se disuelve. Lo que fue, lo que es y lo que será no son más que ecos de un solo momento, de una única respiración cósmica. Dharmakaya, el universo, respira con nosotros, y nosotros con él. Al escuchar ese aliento, encontramos que no hay diferencia entre lo que somos y lo que aspiramos a ser. No hay distancia entre el yo y el otro. No hay separación entre el vacío y la plenitud. Todo es uno, y en ese uno, todo es posible.
El Buda cósmico nos llama, no desde el futuro, sino desde el ahora eterno. No hay camino que recorrer, porque ya estamos donde debemos estar. El sueño de la dualidad se desvanece cuando comprendemos que no hay nada que alcanzar. Ser es suficiente. Y en ese ser, en la simpleza del aquí y el ahora, lo imposible deja de tener significado. La luz de la compasión ilumina cada rincón oscuro de nuestra mente, disolviendo el miedo, liberando el corazón.
La flor de la iluminación florece en el jardín del no-saber. No hay enseñanza que nos guíe, porque todas las enseñanzas son sombras del verdadero conocimiento. Todo lo que necesitamos saber ya está en nuestro interior. Es la sabiduría del silencio, del vacío, del no-deseo. Sólo cuando soltamos todas las aspiraciones, cuando abandonamos el ansia de ser lo que no somos, descubrimos que ya lo somos todo. Nada es imposible porque nada está fuera de nuestro alcance; todo está dentro de nosotros.
Hay potencial en bruto listo para ser descubierto por cada uno de nosotros. Nada es imposible para una mente que no aferra.
El viento susurra los secretos del universo a aquellos que están dispuestos a escuchar. No se trata de entender, se trata de ser. La comprensión llega no como un rayo de iluminación, sino como una brisa suave que acaricia el alma. La verdadera sabiduría no se encuentra en los libros, ni en las palabras, sino en la experiencia directa de la vida. Práctica-iluminación, nos dice Dogen Zenji. Cada momento es una puerta abierta hacia lo ilimitado. Cada acción es una oportunidad de manifestar lo que ya somos.
El tiempo y el espacio se disuelven en la quietud del ser porque eres tiempo. Todo lo que creíamos imposible, todo lo que parecía estar más allá de nuestro alcance, se revela como parte de nuestro propio ser. Somos el cosmos, somos el vacío, y en ese vacío, todo es posible. No hay nada que temer, porque no hay nada que perder. Todo está ya ganado en el momento en que nos damos cuenta de nuestra verdadera naturaleza. Nada es imposible, pero en cambio, hay esperanza de ser mejores y de ser Budas. Y en ese reconocimiento, encontramos la paz.
ATENCIÓN: Este Zazenkai y hasta nuevo aviso, serán solo por Zoom.
Continuamos nuestra serie sobre el Vimalakirti Sutra. Recomiendo mucho leer el capítulo 3 antes de llegar a Zazenkai.
Esta ocasión, el capítulo 3 de este sutra nos guía para ver las cosas como realmente son, pero de una forma más refinada y elegante.
En el budismo, la realidad se denomina dharma (Sánscrito) o dhamma (Pali), y se refiere al sistema de leyes naturales que constituyen el orden natural de las cosas. Según las enseñanzas del Buda, la realidad es transitoria y carece de identidad o propiedad concreta, lo que se conoce como anatta (no-yo). Esta visión implica que todos los fenómenos son interdependientes y están en constante cambio, lo que se explica a través de la doctrina del Origen Dependiente. Además, el budismo Mahayana nos enseña que la percepción de la realidad es una proyección ilusoria resultante del karma, y que la verdadera comprensión de esta naturaleza ilusoria puede llevar a la liberación del sufrimiento.
Como monjes budistas dependemos de la generosidad de nuestra comunidad para nuestro sustento. No tenemos salario y vivimos con sencillez, por lo que cada donación es muy apreciada.
Con tu ayuda, me es posible continuar difundiendo las enseñanzas del Buda y de los Patriarcas del Zen, y compartiendo su mensaje de compasión con el mundo.
Tu donación me ayudarás a seguir ofreciendo clases de Budismo Soto Zen, Zazen y otras actividades que benefician a la comunidad. ¡Gracias por tu amabilidad y generosidad!
Zazenkai significa Meditamos Juntos, y son las reuniones semanales de una sangha Soto Zen. En Grupo Zen Ryokan nos reunimos todos los domingos, para una pequeña ceremonia, practicar Zazen juntos y aprender Budismo Soto Zen.
Si estás fuera de Guadalajara, Jalisco, puedes participar con nosotros vía Zoom en vivo, o ver la transmisión grabada en YouTube.
Si estás en la ciudad, te esperamos en el Árbol del Yoga, siempre y cuando sigas al pie de la letra las medidas de prevención por la contingencia sanitaria. Detalles aquí.
El tema del día será: Vimalakirti Sutra 5. Humildad
Los espero:
Día: Domingo 1 de septiembre de 2024.
Hora: Ciudad de México / Guadalajara 10:00h Caracas / La Paz 12:00h Madrid 18:00h
Por respeto al Maestro y los asistentes, LLEGAR TEMPRANO. Comenzamos a la hora en punto y se cerrará la reunión de Zoom.
Duración: 90 minutos.
Lugar: Sala de Zoom. El enlace a la sala será publicado 15 minutos antes en el grupo de difusión en WhatsApp. Clic aquí.
Si no te puedes conectar a esa hora, puedes participar en la grabación que quedará en YouTube.
Indicaciones especiales para Zoom:
Descargar nuestro cuaderno de liturgia de https://1drv.ms/w/s!Akxki0vbnRKilJdQA9WC8DyqzTqBaA?e=swI1t4
Llevar ropa cómoda.
Preparar cojín, silla o zafu.
Tener agua disponible.
Elegir un lugar donde se pueda ver la pantalla con claridad y tener espacio para moverse y sentarse en un cojín o silla.
Seguir las instrucciones que daré en el video.
Un poco de incienso siempre es buena idea.
Espero verlos ahí. Cualquier duda o pregunta ya saben que siempre estoy disponible.
El Soto Zen es una religión que contempla la realidad, pero no en el sentido crudo de la ciencia; sino más una realidad espiritual en donde todo está interconectado y todo es interdependiente. Abrazamos todas las formas de vida corpórea o no como parte del Buda que somos todos. Esa energía espiritual la sentimos y la aceptamos de forma consciente, pero también religiosa. Y para eso sirven las plegarias y rezos en el Budismo Zen.
En el Zen tenemos distintas prácticas destinadas a despertar nuestra verdadera naturaleza y conectarnos con el universo. Entre estas prácticas, las plegarias y rezos ocupan un lugar especial. Aunque en la superficie, el Zen parece centrarse exclusivamente en la Shikantaza y la atención plena, la recitación de sutras, mantras y dharanis tiene un profundo significado.
Cada vez que digo Namo Amituofo o Namo Amida Butsu, por ejemplo, estoy haciendo una plegaria que incluye a Amida Buda en cada instante de mi vida, porque no estoy separado de él.
La razón por la que escribo esto es porque a muchos nos cuesta trabajo hacer plegarias y rezos. Las sentimos como charlatanería o pseudo ciencia y de inmediato las descartamos. Incluso nos burlamos. Pero son parte integral del Zen, así que no las podemos desechar del todo. Más bien hay que esforzarnos para incluirlas en nuestra práctica personal.
Las plegarias y rezos en el Budismo Zen son una forma viva de manifestar nuestra compasión y deseo de bienestar para todos los seres.
Las enseñanzas de Dogen Zenji en Bendowa
Dogen Zenji, nuestro maestro fundador de la escuela Soto Zen en Japón, nos dice en su obra Bendowa que las plegarias no son necesarias para alcanzar la práctica y aún menos para llegar a la iluminación. Su enfoque estaba en la práctica de Shikantaza (solo sentarse) y en vivir activamente la compasión. Según Dogen, somos los responsables directos de nuestra felicidad y cuidado; la iluminación no depende de las plegarias, sino de nuestra práctica sincera y cotidiana.
Sin embargo, en la tradición Zen, recitamos el Sutra del Corazón, el El Sutra de Diez Versos A Kanzeon, el Mantra de Jizo, Dedicatoria de Méritos, Metta Bhavana y varios mantras y dharanis. A simple vista, esto podría parecer una contradicción, pero en realidad, no lo es. Las plegarias y recitaciones no son un medio para obtener favores de los budas o bodhisattvas. Más bien, son una forma de resonar con la energía compasiva del universo y de recordar nuestra interconexión con todas las cosas.
El misterio del universo y la Unidad de Todo
Hay aspectos del universo que no pueden ser comprendidos completamente por la mente consciente. La interconexión de todas las cosas, la energía que fluye a través de cada partícula de existencia, es algo que solo puede ser experimentado directamente. En el Zen, reconocemos que todo está unido, todo es energía, todo es resonancia. Las plegarias son una forma de sintonizar con esta resonancia universal.
Cuando practicamos plegarias por el bienestar de alguien, no estamos simplemente pronunciando palabras. Estamos dedicando nuestra energía y práctica al bienestar de ese ser. A través de este acto, nos convertimos en un canal de compasión y amor. ¿Nuestras plegarias curarán a alguien de forma inmediata? No lo sabemos. Pero lo que sí sabemos es que nuestras intenciones y nuestra conexión con la vida se vuelven más profundas y sutiles.
La fuerza de las plegarias
Como seres humanos, somos criaturas de símbolos. Los mantras y las plegarias funcionan como señales que nos orientan en la dirección correcta. Nos recuerdan nuestras verdaderas intenciones y nos alinean con el camino del Buda. Al recitar plegarias, estamos sembrando semillas de compasión, esperanza y amor en el campo de nuestra mente y corazón.
Las plegarias nos ofrecen algo más allá de la acción externa; nos dan esperanza, guía y paz interna. Purifican nuestras intenciones y nos brindan fuerza para superar obstáculos y disminuir nuestro ego. Cuando recitamos una plegaria con devoción y sinceridad, establecemos un puente con lo más profundo de nuestra conciencia, despertando la conexión íntima con el Buda y la Triple Gema. Al saber que no hay separación entre Buda y tú, encontramos consuelo y fortaleza.
Es más, las plegarias forman parte tan importante de la práctica, que en el budismo Mahayana tenemos libros completos como el Bodhicaryavatara, de Shantideva, que es una plegaria enorme para motivarnos a ayudar a todos los seres sintientes.
¡Qué la virtud que he adquirido por hacer todo esto, libere cada sufrimiento de los seres sintientes!
¡Qué sea yo la medicina y el médico para el enfermo! ¡Qué yo sea su enfermero hasta que sus enfermedades nunca regresen.
¡Qué con una lluvia de comida y bebida pueda yo vencer las aflicciones del hambriento y el sediento! ¡Qué yo devenga comida y bebida durante el tiempo de hambruna!
¡Qué sea yo un tesoro inagotable para el destituido! Que permanezca en su presencia con formas diferentes de ayuda.
Por el bien de lograr el beneficio de todos los seres sintientes, entrego libremente mi cuerpo, mis disfrutes y todas mis virtudes de los tres tiempos.
La importancia de la práctica diaria
Antes de Zazen podemos dedicar unos minutos de nuestro día a hacer una pequeña plegaria por la liberación de todos los seres vivos. Quizá necesites un poco de fuerza para superar alguna dificultad. No tiene nada de malo. Con esto creamos un hábito que transforma nuestra perspectiva.
Te invito a practicar esto durante un mes, sin interrupción. Observa cómo este simple acto cambia tu forma de ver el mundo y a ti mismo. Al mantener viva esta práctica, estamos cultivando el campo de la mente, sembrando semillas que pueden florecer en compasión y sabiduría.
Una reflexión
Las plegarias y rezos en el Budismo Zen no son un medio para obtener algo externo a nosotros. Son una forma de conectar con la energía fundamental del universo y de recordar nuestra verdadera naturaleza. Al practicar con sinceridad y devoción, las plegarias nos ofrecen un camino hacia la paz interna, la compasión y la comprensión profunda de que todos somos uno con el cosmos.
El verdadero poder de las plegarias reside en nuestra intención y en la conexión que cultivamos con la vida. No importa si nuestras palabras llegan a cambiar el curso del destino; lo que importa es que, a través de las plegarias, nos transformamos a nosotros mismos, abriéndonos a la vastedad del amor y la compasión universales.
Así que, dedica unos minutos cada día a recitar una plegaria. No lo hagas por el resultado, sino por el simple acto de ofrecerte a la práctica. Deja que las palabras fluyan como una ofrenda sincera a todos los seres. Con el tiempo, descubrirás que las plegarias no son meras palabras ni charlatanería; sino el eco de tu corazón resonando con el corazón del universo y el corazón de Amida Buda.
Dentro de la cinematografía de China hay muchos filmes con temática del Dharma. Y de vez en cuando una película budista resalta de entre todas. Tal es el caso de Xuan Zang, la biografía de un monje tan importante que de no haber existido, no estarías leyendo este artículo. Más abajo explico quién fue este Maestro ejemplar del Mahayana.
Recientemente me topé con este trabajo y es una joya que vale la pena experimentar. Hoy la comparto y recomiendo porque tocó mi corazón.
La película Xuan Zang (2016) es una obra cinematográfica que brilla tanto por su belleza visual como por su profunda narrativa espiritual. Dirigida por Huo Jianqi, esta coproducción chino-india ofrece una representación fascinante de la vida y los viajes del monje Xuan Zang, una figura clave en la difusión del budismo en China. A través de una travesía épica, Xuan Zang se adentra en la búsqueda de las escrituras originales del budismo Mahayana.
Pero no solo es una búsqueda de documentos budistas, sino una misión que se convierte en una metáfora de la transformación interior y la búsqueda del conocimiento espiritual.
¿Juan quién?
Xuan Zang vivió durante la dinastía Tang en el siglo VII, cuando China estaba en pleno apogeo cultural y religioso. En 627, decidió emprender un viaje monumental hacia la India, cruzando desiertos, montañas y llanuras, en busca de textos sánscritos que contenían las enseñanzas originales del Buda. Había detectado inconsistencias en las traducciones disponibles en China, lo que lo impulsó a buscar las fuentes primarias para traer claridad y autenticidad a la práctica budista. Su viaje, que duró aproximadamente 19 años y cubrió alrededor de 24,000 km, es uno de los relatos de peregrinación más famosos de la historia del budismo.
Esto me llegó muy profundo porque Xuan Zang tenía una misión más grande que su propia vida y sabía que el Dharma necesitaba ser preservado y estudiado. Nada lo detuvo. Nunca se dio por vencido. Y todos sus acompañantes formaron parte vital de la aventura. Creo que es una película budista perfecta para Ango.
En la película, Huang Xiaoming interpreta a Xuan Zang de manera convincente, encarnando la determinación y el espíritu de sacrificio del monje. Su interpretación destaca no solo por su profundidad emocional, sino también por la capacidad de transmitir el sufrimiento y el gozo espiritual de Xuan Zang a lo largo de su arduo camino.
Gracias a este actor, podemos sentir el peso del viaje, la dureza de los desiertos del Gobi y Taklamakan, y el frío implacable de las montañas Tian Shan. Hay escenas donde la fotografía brilla con una majestuosidad que evoca tanto la pequeñez del ser humano como su capacidad de trascender las limitaciones físicas en su búsqueda de nuestra naturaleza búdica.
El Dharma en la película
Tengo que hacer notar que la fidelidad histórica y cultural con la que se representan las enseñanzas y prácticas budistas es magnífica. Es raro encontrar en el cine una representación tan meticulosa de conceptos como las Cuatro Nobles Verdades o la compasión universal, que son introducidos de manera orgánica en la trama, sin caer en el didactismo. Incluso hay un diálogo que explica el porqué de la túnica que usamos los monjes.
Según investigué, esto se debe en parte al asesoramiento de monjes budistas chinos que participaron en la producción de la película, asegurando que las escenas religiosas y los rituales fueran representados con autenticidad y respeto.
Banda sonora
La música de Xiaofeng es otro de los puntos fuertes de la película. Con una fusión de música tradicional china, centroasiática, india y cantos budistas, la banda sonora acompaña perfectamente las imágenes, creando una atmósfera que transporta al espectador a través del tiempo y el espacio, sumergiéndolo en la vastedad del viaje de Xuan Zang. En muchos momentos, la música parece evocar el mismo sentido de trascendencia que Xuan Zang experimenta en su peregrinaje.
Argumento
La trama de Xuan Zang sigue fielmente los episodios más conocidos de su viaje, incluidos sus encuentros con gobernantes de diferentes regiones, los desafíos de cruzar tierras hostiles, y su llegada a la famosa Universidad de Nalanda en India, donde estudió durante cinco años bajo la guía de grandes maestros budistas. Nalanda, en ese entonces, era el epicentro del conocimiento budista y hogar de eruditos de toda Asia. Este encuentro es un momento clave en la película, ya que Xuan Zang finalmente encuentra los textos que buscaba, completando así su misión, aunque su viaje aún no ha terminado.
Uno de los temas recurrentes de la película es la noción de sufrimiento, tanto físico como espiritual. A lo largo de su epopeya, Xuan Zang enfrenta hambre, sed, enfermedades y el peligro constante de ser capturado o asesinado. Sin embargo, su fe y su compasión inquebrantables lo impulsan a seguir adelante. En un momento especialmente conmovedor, el monje enseña las Cuatro Nobles Verdades a un comandante militar que lo había capturado, transformando a este último en un aliado. Este tipo de episodios subraya el poder transformador y dulzura del budismo, que no solo cambia a quienes lo practican, sino también a aquellos que entran en contacto con sus principios.
El viaje de Xuan Zang a través de Asia Central también está lleno de encuentros místicos. En un punto, conoce a una misteriosa mujer que lo guía a través de una parte del desierto antes de desaparecer. ¿Eras tú, Mara?
Estos momentos de ambigüedad añaden una capa de profundidad espiritual a la película, destacando la lucha interna de Xuan Zang por mantener su camino en medio de las tentaciones y las distracciones mundanas.
Uno de los puntos culminantes de la película es el debate teológico en la corte del emperador Harsha en 642, en el que Xuan Zang defiende la superioridad del Mahayana sobre el Hinayana. Este evento, que duró 18 días, es representado en la película con gran detalle, mostrando la brillantez intelectual de Xuan Zang y su compromiso inquebrantable con el Dharma. A través de su victoria en este debate, no solo reafirma su posición como uno de los grandes eruditos del budismo, sino que también deja su legado como puente entre las culturas budistas de India y China.
Al final, Xuan Zang es una película que no solo narra la vida de un hombre, sino que también ilustra el poder del conocimiento espiritual y la importancia de la perseverancia en la búsqueda de la verdad.
Spoiler del final. No lo leas si piensas ver esta película budista
Luego de este viaje tan conmovedor, lloré mucho al final. El cierre de la película, con una de mis cantantes favoritas, Faye Wong, entonando el Sutra del Corazón en mandarín, encapsula el espíritu de toda la obra: un canto a la impermanencia, a la interconexión de todas las cosas y a la búsqueda incesante de la sabiduría más allá de las fronteras.
Recomiendo mucho ver esta película budista sin importar tu religión. Es una historia real que nos inspira y nos hace dar ese paso extra para crecer espiritualmente y como personas.
Puedes ver la película completa aquí. Hay que activar los subtítulos en español.
Si lo que escribo te es útil y te gusta, ¿por qué no invitarme un café? Gracias.
Sobre mi
¡Hola! Soy Kyonin, monje y maestro budista de la tradición Soto Zen. Formo parte de Grupo Zen Ryokan. Comparto la sabiduría eterna del Buda para ayudar a encontrar la paz interior y la liberación del sufrimiento. Juntos vamos en camino hacia la compasión.
En días de lluvia
la melancolía invade
al monje Ryokan
-Haiku de Ryokan Taigu Roshi