por Kyonin | Sep 21, 2020 | Adicción, Budismo, Vida, Zazen, Zen

Importante: si estás luchando contra una adicción, pide ayuda. Acude con un profesional de la salud que pueda sacarte adelante. No sigas el consejo de personas igual de desinformadas que tú porque será contraproducente. Pide ayuda y verás cómo es más fácil. La práctica Zen no sustituye a un tratamiento profesional, pero sí lo complementa.
El Buda sabía perfecto que el camino a la paz interior no estaba en rezar ni en hacer mil ofrendas a los dioses. Él sabía que los pequeños rituales cotidianos y los hábitos son la esencia de la transformación personal.
Por eso Shakyamuni estaba en lo cierto cuando animaba a sus discípulos a que practicaran el Dharma con sinceridad y disciplina. Pero más allá, cuando los hábitos y rituales son dedicados para el beneficio de los demás, entonces la salida del sufrimiento y la adicción es más tangible que nunca.
La Cuarta Noble Verdad entonces, es el tratamiento adecuado para salir del sufrimiento y comenzar a vivir sin apego a sustancia alguna. Es la guía para seguir y contiene acciones concretas que todos podemos ejecutar en todo momento y que, poco a poco, van haciendo que la vida sea un lugar más cómodo.
Esta lista de preceptos se llama El Noble Sendero Ócutple. Son ocho conceptos que necesitan ser puestos en marcha al mismo tiempo para que funcionen. Millones de practicantes de budismo en todo el planeta y a través del tiempo hemos encontrado sentido y libertad al practicarlos.
Los elementos del Noble Sendero Óctuple son:
1. Visión Correcta. Es apoyarse en las enseñanzas del Buda para poder entender la vida. Por ejemplo, la realidad de que todos los seres vivos estamos hechos de lo mismo y que somos parte de lo mismo, por lo tanto, todos podemos sufrir. Esto abre el corazón a la compasión y a entender que todos nuestros actos tienen consecuencias.
2. Pensamiento Correcto. Somos lo que pensamos. Esto implica estar atentos al discurso mental y si detectamos que nos atormentamos con un pensamiento, es momento de hacerlo de lado y cambiar la narrativa. Siempre es mejor dejar de lado la crítica, los juicios y cambiarlos por pensamientos de cariño para todos los seres vivos, comenzando por uno mismo. La adicción siempre comienza con un pensamiento, así como las ansias por consumir. Si estamos atentos a esto, será más fácil dejar pasar estos impulsos y contemplar cómo la ansiedad disminuye hasta esfumarse.
3. Expresión Correcta. La manera en la que te expresas cambia tu relación con las cosas. Si todo el tiempo estás quejándote o criticando, la vida se verá sin esperanza y agresiva. Si todo el tiempo estás expresando deseo por las sustancias o los estímulos, vas a caer en ellos muy fácil. Practicar Expresión Correcta significa cambiar el discurso destructivo, por palabras que construyan; o por silencio, que también es útil muy frecuentemente.
4. Acción Correcta. Es estar consciente de que absolutamente todo lo que haces o no, tiene un impacto en el universo. Por ello revisamos todo lo que hacemos siguiendo fielmente la idea de “Si esto que estoy por hacer daña a alguien, yo incluido, entonces no se hace”.
5. Medio de Vida Correcto. Buscamos trabajar en cualquier actividad que sea legal y que ayude a los demás. Si nos mantenemos ocupados trabajando y estudiado, es posible soltar las adicciones porque un Medio de Vida Correcto requiere una mente clara y no intoxicada.
6. Esfuerzo Correcto. Es dedicar absolutamente todo lo que hacemos para el beneficio de los demás. ¿Por qué dejar las drogas? Porque si las dejas, tu familia, los amigos y toda tu comunidad estarán mejor y podrás ser útil.
7. Atención Consciente Correcta. Todos los pasos anteriores no pueden ser puestos en marcha sin tener claro que hay que poner todo nuestro empeño y disciplina en estar al tanto de lo que pensamos, de lo que hablamos, de lo que comemos, cómo descansamos y hasta de lo que comemos. Es decir, aprendemos a mantenernos en este instante, en el presente.
8. Meditación Correcta. Este concepto es la base de la práctica Zen. Nos sentamos a meditar diario al menos 20 minutos, sin días de descanso y sin fata. Es en meditación que podemos contemplar la ansiedad, las emociones y los pensamientos para poder dejar que floten en el espacio y que se disuelvan con cada respiración.
El Noble Sendero Óctuple es en verdad la puerta de salida que todos buscamos. Si comienzas hoy, solo por hoy, practicarlo, estarás ganando tu vida de regreso un instante a la vez.
En el próximo post hablaremos sobre la práctica de Amor Benevolente o Metta Bhavana.
Parte 1. El budismo ayuda contra la avidez
Parte 2. La naturaleza de la adicción
Parte 3. Entendiendo el sufrimiento
Parte 4. La Vía para salir de la adicción
por Kyonin | Ago 5, 2020 | Adicción, Budismo, Salud, Vida, Zazen, Zen

Importante: si estás luchando contra una adicción, pide ayuda. Acude con un profesional de la salud que pueda sacarte adelante. No sigas el consejo de personas igual de desinformadas que tú porque será contraproducente. Pide ayuda y verás cómo es más fácil. La práctica Zen no sustituye a un tratamiento profesional, pero sí lo complementa.
Nota especial: Debido al interés que despertó el primer artículo, en lugar de solo 2 posts, publicaremos toda una serie.
Deseo. Avaricia. Sin control. Urgencia por la intoxicación. Falsa idea de bienestar y placer. Escape de la realidad. Son algunos de los conceptos que vienen a la mente cuando pensamos en esta condición destructiva llamada adicción. Desde el punto de vista de la práctica Zen, intoxicar la mente con cualquier químico o estímulo, es la puerta al sufrimiento.
Quizá al principio la persona adicta piense que controla la situación, pero la intoxicación es tan diabólicamente encantadora, que muy pronto se pierde el rumbo y el sentido de la realidad. Y como hemos mencionado en el post anterior, una mente intoxicada está muy lejos de vivir plenamente la vida y aún más lejos de una práctica espiritual profunda y significativa.
Una persona adicta, por más que pretenda que todo está bien, pasa por algo que llamamos tanha, la sed que jamás se extingue. Es esta situación que sin importar lo que se haga o lo que se consuma, nunca se está en paz ni satisfecho con la vida. De lo que sea que ha generado la obsesión, siempre necesita más.
Para el Buda, este hueco del ser es uno de los autoengaños más grandes, pues para empezar no somos lo que creemos que somos. El YO es tan solo una ilusión que se sale de control cuando hay intoxicación de por medio. Por esta razón, la esencia del Budismo Zen es la práctica de Zazen. Entra más se medita, más claro queda el hecho de que el YO, los pensamientos y las emociones; todo ello se puede dejar pasar para que no cause más angustia.
En Zazen experimentamos cómo los pensamientos surgen, se acercan, quieren tomar el control y luego los dejamos porque no los alimentamos. La ansiedad por intoxicarse tiene la misma naturaleza. Comienza como un pensamiento que, si es alimentado, tomará el control antes de darnos cuenta. Es por eso por lo que se necesita ayuda profesional y más si la adicción es química.
Las enseñanzas que el Buda nos dejó están diseñadas para soltar la madre de todas las adicciones: el YO. Si esta adicción puede ser comprendida y soltada, cualquier otra también. Para eso tenemos una colección de conceptos que, puestos en práctica con disciplina y constancia, pueden ser de gran apoyo para un tratamiento diseñado por un profesional. También ayudan mucho si se sigue el programa de los Doce Pasos de muchas asociaciones contra la adicción.
El sufrimiento humano, decía el Buda, llega cuando no podemos tener lo que queremos. También llega cuando no queremos soltar por lo que estamos obsesionados. Pero el sufrimiento, como todo en el universo, es impermanente.
Nuestra comprensión de lo que es adicción y recuperación reflejan estas enseñanzas. El sufrimiento en la adicción viene cuando una persona con adicción desea estar consumiendo, pero no puede en ese preciso momento. Además, el uso de estímulos o sustancias enmascaran las emociones negativas con las que no se quiere lidiar, lo que hace aún más poderosa la dependencia.
En su esencia, los conceptos más esenciales del Buda nos dan luz sobre las adicciones. En particular las Cuatro Nobles Verdades y los Cinco Preceptos Laicos. En el próximo post de esta serie exploraremos las Cuatro Nobles Verdades y cómo nos pueden ayudar a comprender la adicción.
Parte 1. El budismo ayuda contra la avidez
Parte 2. La naturaleza de la adicción
Parte 3. Entendiendo el sufrimiento
Parte 4. La Vía para salir de la adicción
por Kyonin | Jul 23, 2020 | Budismo, Vida, Zen

Querida T,
Gracias por escribir y por tu confianza. Pero lamento decir que has llegado al budismo Zen, donde no rechazamos ninguna condición de la vida y somos brutalmente honestos. En esta práctica abrazamos y aceptamos todo lo que la vida nos pone en frente. Y en mi experiencia, lo que la vida da, sirve para mejorar la vida misma.
El cáncer es todo un reto. Claro que da miedo y provoca muchos sentimientos de tristeza. Pero el cáncer, así como el amor, los sueños, los abrazos, la comida que te gusta, todo lo que es; es solo la vida siendo vida.
Este ser llamado T tiene uno de los retos más grandes justo en frente. Pero este ser llamado T es Buda. Y los Budas caminan un paso a la vez para construir la vida que necesitan tener, a pesar del miedo, a pesar de los obstáculos. Cada inhalación es para reunir fuerzas del universo. Cada exhalación es una expresión de compasión para que los que te rodean siempre estén bien.
Es perfecto tener miedo. Llora, rompe cosas. Pero toma aire porque tienes aún mucho por dar. Tienes que librar la más pura de todas la batallas, la que va a dejar huella en la vida de las personas que te rodean. Cada segundo que vives es un segundo que debes exprimir al máximo, sin perder tiempo en ira o en envidia. Esta batalla es donde todo comenzará a tener sentido y vas a crecer como un ser de luz.
Es perfecto no tener miedo. No tengas miedo porque las cosas son lo que necesitan ser. Son el territorio inexplorado en el que cada instante es una aventura del Ser.
Habrá miedos, berrinche y dolor físico y mental. Habrá cansancio e incertidumbre. Eso no lo podemos negar. Pero también habrá vida y bendiciones rodeándote de tiempo completo. Muchas de estas bendiciones jamás las habrías notado sin esta nueva etapa.
Querida T, avanza solo un instante a la vez. Respira. Sonríe. Recuerda que el Buda nos dejó un camino de sabiduría donde no negamos nada de lo que está pasando, pero lo usamos para construir.
La vida incluye sufrimiento. Es posible vivir con cáncer y tener una vida de calidad.
La razón del sufrimiento son los apegos y las aversiones. Esta etapa de la vida revelará que los apegos a lo material y a los juicios solo causan más dolor. Descubrirás que siempre es mejor servir a los demás, aún luchando por tu salud.
El sufrimiento también se termina, como todo lo demás. Esta condición solo es transitoria. Lo que sea que venga en el futuro, también será solo la vida siendo vida. Esto que estás pasando no es un plan malévolo del mundo contra ti. Es la materia prima para crear.
Hay una vía para salir del sufrimiento. El miedo y todas emociones que estás por experimentar pueden ser menos poderosos si llevas una vida espiritual disciplinada, de ayuda y de compasión. Comienza hoy. Aunque sea difícil de enfocar la mente, no sueltes tu práctica de meditación. Ésta será tu faro en la oscuridad.
En el Zen somos brutalmente honestos. Serán días difíciles, pero aunque no lo parezca, hay muchas razones para seguir con la frente en alto. Sigue al pie de la letra las recomendaciones de tus médicos.
En esta práctica no nos rendimos. No dejamos a nadie atrás.
Caminamos juntos.
por Kyonin | Jul 21, 2020 | Budismo, Salud, Vida, Zazen, Zen

Importante: si estás luchando contra una adicción, pide ayuda. Acude con un profesional de la salud que pueda sacarte adelante. No sigas el consejo de personas igual de desinformadas que tú porque será contraproducente. Pide ayuda y verás cómo es más fácil. La práctica Zen no sustituye a un tratamiento profesional, pero sí lo complementa.
Todos los seres humanos experimentamos dolor físico, emocional o espiritual. Pero tenemos un ego tamaño Godzilla, así que el sufrimiento es enorme. A veces llega a ser tan fuerte que pensamos que “mi sufrimiento” es el único que existe y que nadie en la historia del universo ha sufrido tanto.
Pero el Buda nos dice que todos los seres sintientes lo experimentan, así que nadie tiene el copyright de la sufridera. Todos los humanos sufrimos cuando el ego agrega historias a las situaciones de la vida.
La adicción siempre comienza porque dukkha, la insatisfacción por la vida es tan fuerte, que la persona necesita una puerta de salida. El malestar puede ser tan fuera de proporción, que la persona se siente desconectada de la vida, como con un hueco en el alma.
El vacío existencial es muy difícil de llenar, por eso los estímulos intoxicantes son atractivos. Cubren el dolor con una capa ilusoria que requiere un altísimo mantenimiento para seguir funcionando.
Pero el sufrimiento que llevó a la persona a este extremo sigue ahí y no ha sido atendido. Se trata de un ego inflamado por mil historias dolorosas, que busca dejar de estar perdido. Es la sensación de que el universo completo está en contra del YO.
El Buda nos enseñó que las personas no existimos como creemos que existimos. Existimos como seres vivos, pero todo lo que asumimos que somos, es tan solo una colección de narraciones que nos hemos contado. Como estas definen la personalidad, nos afianzamos a ellas y no las dejamos ir. Si a la mente llega la idea de que solo con drogas se puede estar en paz, y nos aferramos a ello, sin duda vamos a llevar nuestros esfuerzos hacia eso.
Entender que NO ERES las historias que te cuentas es importante para entender tu propio sufrimiento. Shakyamuni decía que, si el YO es solo una ilusión, entonces no existe nadie para sentirlo. Y aquí está justo el poder de transformación que tiene la práctica Zen. Eres solo historias. Pero lo lindo de las narraciones es que pueden ser reescritas en cualquier momento.
El Buda nos dejó la solución para acabar con la madre de todas las adicciones: al ego.
En las Cuatro Nobles Verdades, Shakyamuni nos presenta el diagnóstico de nuestra enfermedad espiritual y nos da un tratamiento para salir delante de la adicción:
Primera Noble Verdad: La vida incluye sufrimiento. Ese hueco existencial que sentimos es parte de la naturaleza, pero solo es temporal y natural para todos los seres humanos. Es cierto que a veces nos sentimos desesperados por la experiencia de dukkha, pero esto solo es temporal. Si persistimos y vemos que esto le pasa a todos, será más fácil ser pacientes y disciplinados para no caer en excesos.
Segunda Noble Verdad: El sufrimiento viene por la ansiedad de consumir. Esta ansiedad llega en oleadas como pensamientos, pero en nuestra práctica de Zazen contemplamos los pensamientos y los dejamos pasar. No importa cuán fuertes y dominantes sean estos, es posible contemplarlos desde lejos y verlos esfumarse.
Tercera Noble Verdad: Los apegos y el sufrimiento son solo temporales. No importa qué horrible sea tu sufrimiento, solo es por un breve instante de la vida. Si lo ves así, entonces pasará antes de que lo imaginas.
Cuarta Noble Verdad: Hay una salida a la adicción. Es un tratamiento integral que abarca todos los aspectos de tu vida y que, si los sigues un día a la vez, el fin de la adicción está palpable.
En el budismo creemos que la adicción es una forma muy poderosa de apego. Por eso tomamos el camino del Buda para soltar todo aquello con lo que nos causamos daño.
En el siguiente post de esta serie hablaremos del Noble Sendero Óctuple como un tratamiento contra la adicción.
Parte 1. El budismo ayuda contra la avidez
Parte 2. La naturaleza de la adicción
Parte 3. Entendiendo el sufrimiento
Parte 4. La Vía para salir de la adicción
por Kyonin | Jul 16, 2020 | Adicción, Budismo, Salud, Vida, Zazen, Zen

Importante: si estás luchando contra una adicción, pide ayuda. Acude con un profesional de la salud que pueda sacarte adelante. No sigas el consejo de personas igual de desinformadas que tú porque será contraproducente. Pide ayuda y verás cómo es más fácil. La práctica Zen no sustituye a un tratamiento profesional, pero sí lo complementa.
En la práctica Zen no hay espacio ni tolerancia para cualquier sustancia o estímulo que nuble nuestro juicio. La realidad es por defecto tan maravillosa e inconmensurable, que se requiere una mente funcionando en su mejor capacidad para no obstaculizar ver las cosas sin juicios ni autoengaños.
Una mente intoxicada está impedida para la práctica budista profunda y es una vía segura a dukkha. Más al respecto en este post.
El entrenamiento Zen nos lleva a vivir con una mente cristalina por medio de la disciplina y la automoderación. Sin embargo, muchos de nosotros tenemos que vivir con la adicción como un fantasma que nos acecha todo el tiempo. Cuando uno admite que se es propenso a la adicción, esta siempre está latente en nuestra vida.
Como adicto a los carbohidratos y ex-obeso en eterna etapa de mantenimiento, la ansiedad por comer siempre está en mí. Por casi 40 años viví con la mente entumecida, deprimido, aletargado y enfermo por mi incapacidad de controlar la adicción. Uno pensaría algo como “pero si solo era comida, pudiste ponerte a dieta”. Pero no funciona así. La comida de mala calidad es tan dañina y adictiva como cualquier otra sustancia.
Una adicción a los químicos, pornografía, sexo, juegos de video, música, deportes; sigue siendo una adicción e intoxica la mente.
La buena noticia es que la práctica Zen te da herramientas para entender y para abrazar esta condición de la vida.
A diferencia de otras filosofías, nosotros no negamos nuestra condición humana. A veces hay adicción, a veces hay ira, a veces tristeza. Todo ello es parte de lo que eres y lo aceptamos.
La constancia en Zazen y apoyados en la Triple Joya (Buda, Dharma, Sangha) podemos ver cómo la ansiedad y el antojo nacen dentro de uno, justo como nacen otros pensamientos. De hecho, el antojo/ansiedad tiene la misma naturaleza que los pensamientos; nacen, llegan, quieren tomar el control, y si no los alimentas, se esfuman.
El punto es que no les damos la vuelta a los pensamientos de adicción, los aceptamos. Al vivir con los Preceptos del Buda guiando tu vida, cada vez será más difícil que la adicción gane terreno.
Tenemos Cinco Preceptos Laicos:
- Respetar la vida en toda mi capacidad.
- No tomar lo que no se me ha dado libremente.
- Comunicar de manera amable, veraz y útil.
- No hacer mal uso de la sexualidad.
- No intoxicar la mente.
Todos son importantes y están diseñados para que nuestra experiencia de vida sea compasiva y útil para la vida.
El Quinto Precepto nos habla de que en el Zen cultivamos una mente clara, lo más libre de juicios, opiniones y venenos posible. Es un trabajo cotidiano, difícil. Pero poco a poco es más y más fácil.
Entonces la urgencia por intoxicar la mente siempre está para una persona propensa a la adicción. Con los años de práctica budista es posible soltar los pensamientos de ansiedad por el consumo, en lugar de alimentarlos.
A diferencia de otras escuelas de budismo, en el Zen no rechazamos esta parte de nuestra personalidad. La reconocemos, la entendemos y no la subestimamos.
Finalmente, el Buda dijo que la única forma que tenemos de que la serpiente no nos muerda, es no entrar a su nido.
Si estás lidiando con controlar una adicción, ¿qué haces rodeado de personas que te pueden llevar hacia abajo?
El Zen es una gran ayuda para un tratamiento provisto por un profesional de la salud. Sé responsable y pide ayuda.
Vivir con una mente clara es mucho más agradable y sostenible que 1,000 sustancias.
En el próximo post hablaré de algunas prácticas y tradiciones que pueden ayudarte a salir de la adicción.
Parte 1. El budismo ayuda contra la avidez
Parte 2. La naturaleza de la adicción
Parte 3. Entendiendo el sufrimiento
Parte 4. La Vía para salir de la adicción