Recaudación de donativos para julio de 2023

Recaudación de donativos para julio de 2023

Queridos miembros de Grupo Zen Ryokan,

Como bien saben, los últimos dos meses han sido de muchos acontecimientos aquí en la sangha. A pesar de que estoy en otra ciudad, seguimos adelante y prosperando. Pero es gracias a ustedes.

Así que gracias por su continuo esfuerzo y dedicación en nuestra práctica. Su compromiso y apoyo son fundamentales para el florecimiento de nuestra sangha y para la difusión del mensaje del budismo Zen en todos los rincones del mundo hispano.

Es momento de recordarles que nuestra sangha existe gracias a sus generosas contribuciones. Cada donativo mensual que realizan es una muestra de su apoyo y compromiso con la Triple Gema y nos permite continuar ofreciendo enseñanzas, prácticas y eventos que enriquecen nuestro crecimiento espiritual y promueven la compasión y el amor benevolente hacia todos los seres.

Gracias a que teníamos una reserva de recursos adecuada, he podido pagar nuestra anualidad de Zoom 2023 sin molestarlos, pero quedé en un punto un poco frágil.

Julio ya está aquí. Si les es posible, hagan su donativo mensual para continuar sosteniendo nuestras actividades. Cada aporte, por pequeño que sea, contribuye significativamente a mantener nuestro espacio, cubrir gastos operativos y permitirnos brindar recursos y servicios a todos los miembros de nuestra sangha.

Recuerden que la práctica del dana es una parte integral de nuestra tradición budista, y a través de ella cultivamos la virtud de compartir y ayudar a otros. Cada donativo es una oportunidad para cultivar la generosidad y contribuir al bienestar de nuestra comunidad y del mundo que nos rodea.

Una vez más, agradezco con todo el corazón su apoyo continuo y su compromiso con nuestro grupo Zen. Juntos, estamos construyendo un espacio de paz, sabiduría y compasión, y cada uno de ustedes es una parte invaluable de este camino. Además, siempre estamos haciendo historia creando proyectos y materiales de estudio que no existían antes en ninguna sangha hispana.

Amituofo.

Explorando la Rueda de la Vida desde el Zen: ¡Únete a nuestro curso!

Explorando la Rueda de la Vida desde el Zen: ¡Únete a nuestro curso!

Curso Rueda de la Vida desde el Zen, en una mirada:

Curso: Bhavacakra, explorando la Rueda de la Vida desde el Zen.

Facilitador: Kyonin, monje y maestro budista Soto Zen.

Inicia: Domingo 2 de julio de 2023.

Duración: 6 semanas.

Clases por Zoom:

Sábados por la mañana, tiempo de la CDMX. La primera clase será el sábado 8 de julio de 2023. Hora aún por definir.

Disponibilidad: Limitada. Inscríbete cuanto antes.

Cierre de inscripciones: 30 de junio de 2023.

Costo: Curso gratuito, pero se aceptan donativos. La información para donativos está en el foro.

Taller en línea. El material de estudio se entrega en nuestro foro. Las clases semanales son por Zoom. Perfecto para amigos en otros estados y otros países.

Inscripciones: Si eres parte de Grupo Zen Ryokan, ya estás inscrito. Si aún no eres miembro, abre cuenta en nuestra sangha aquí Grupo Zen Ryokan – Página principal.


Grupo Zen Ryokan te invita a nuestro curso sobre Bhavachakra, la Rueda de la Vida budista, desde la perspectiva del Soto Zen. Esta intrincada imagen que está en a la entrada de muchos templos budistas despierta la curiosidad por la cantidad de significados que contiene, además de que nos intriga que un monstruo se la está comiendo.

¿Qué hay detrás de esta antigua representación? ¿Deseas comprender cómo puede ayudarte a liberarte del sufrimiento y encontrar la verdadera felicidad? Si es así, ¡este curso está diseñado especialmente para ti!

La Rueda de la Vida, también conocida como Bhavachakra, es un mapa simbólico que representa el ciclo interminable de la existencia condicionada. Nos muestra cómo nuestras acciones y apegos generan sufrimiento y nos mantienen atrapados en un ciclo interminable de nacimiento, muerte y renacimiento. Sin embargo, no debemos desanimarnos, ya que también nos marca la ruta a seguir para liberarnos del sufrimiento y alcanzar una vida tranquila.

Quiero saber más.

La paciencia es toda una práctica espiritual

La paciencia es toda una práctica espiritual

Ya hemos hablado sobre Kshanti Paramita, una de las cualidades sublimes a las que aspiramos en la práctica budista. Es parte importante de las enseñanzas del Buda y aparece en textos importantes como los Nikayas o el Buddhavamsa.

Es un tema al que siempre regreso porque, aunque nos queda claro que ser pacientes en la vida es importante, el problema base no lo hemos atendido.

El Buda no tiene prisa. La vida tampoco. Los dos han sabido esperar milenios para que leas este post.

Todos deseamos paciencia, pero si no entendemos que el ego descontrolado es la raíz de la impaciencia, jamás podremos entender la belleza de Kshanti como parte de nuestra espiritualidad.

En el budismo, la paciencia es una práctica poderosa que va más allá de la mera tolerancia. Implica trabajar de forma activa con nuestra mente para asegurarnos de no convertirnos en víctimas de emociones perturbadoras. La paciencia nos brinda la fuerza para trabajar en beneficio de nosotros mismos y de los demás, y es uno de los factores que nos impulsan hacia la liberación de dukkha.

Existen tres tipos de paciencia que son guía para superar desafíos, abrazar el sufrimiento con inteligencia y salir adelante de las dificultades que se nos presentan.

No enojarse con aquellos que causan daño

El primer tipo de paciencia es no enojarse ni molestarse con aquellos que causan daño. Esto se aplica no solo a las personas que actúan negativamente, sino también a aquellos que nos tratan de manera desagradable, nos maltratan y nos infligen dolor físico o mental. Incluso incluye a aquellos que no expresan gratitud o aprecio. Especialmente cuando ayudamos a otros, es crucial no enojarnos con ellos si no siguen nuestro consejo o si nuestros esfuerzos no dan los resultados deseados. Yo sé por mi experiencia como monje, que algunas personas son extremadamente difíciles de ayudar, por lo que, en lugar de perder la paciencia, debemos soportar las dificultades involucradas.

Abrazar dukkha con inteligencia

El segundo tipo de paciencia es aceptar y soportar nuestro propio sufrimiento. Si tenemos un problema que sí se puede resolver, no tiene sentido enojarse, molestarse o preocuparse.
Si tenemos un problema imposible de resolver, pues obvio que es aún más inútil enojarse y perder el control.

No ver esto nos vuelve estúpidos y se nos cierran todas las puertas. Es cuando más errores y actos desesperados cometemos.

Además, el sufrimiento que atravesamos nos brinda una base para cultivar la compasión y la empatía. Profundiza nuestra empatía y compasión por otros que atraviesan desafíos similares, lo que nos permite conectarnos con ellos a un nivel profundo. Nuestras propias experiencias de dukkha se convierten en un puente que nos permite ofrecer apoyo y comprensión a otros que pueden estar luchando.

Abrazar la verdad para salir adelante de las dificultades

El tercer tipo de paciencia es abrazar la verdad con todo amor. Esto implica comprender y aceptar la naturaleza de la realidad tal como es.

A menudo, tenemos expectativas poco realistas sobre cómo deberían ser las cosas o las personas, y cuando la realidad no se alinea con nuestras expectativas, surge la frustración.

También nos perdemos en la red de nuestros propios comentarios y juicios, lo que hace muy difícil ver que las cosas son mucho más sencillas de lo que pensamos.

Cultivar la paciencia requiere que dejemos de lado nuestras adherencias a ideas fijas y, en su lugar, abracemos la fluidez e impermanencia de la existencia.

Este tipo de paciencia también abarca la práctica de no apegarse. Con nuestra práctica de Shikantaza nos entrenamos para soltar deseos, aversiones y apegos, entendiendo que son las causas fundamentales de dukkha.

Al cultivar atención al estado de la mente, nos liberamos de la carga que resultan las expectativas y la agitación emocional que las acompaña.

La paciencia es espiritualidad

La paciencia en el budismo va más allá de la comprensión convencional de la palabra. Es una práctica poderosa que nos permite navegar por situaciones desafiantes, soportar el sufrimiento con gracia y abrazar la verdad de la realidad. Al cultivar los tres tipos de paciencia que vimos hoy: podemos desarrollar paz interior, compasión y sabiduría.

Un loto blanco

Un loto blanco

 

El maestro Zen, Zai Ten Zhi  y su alumno se encuentran observando los koi en un estanque. Luego de un rato de estar aburrido, el alumno pregunta: «Maestro, ¿por qué es necesario hacer esto?».

El maestro sonríe y dice: «Loto blanco que crece en este estanque».

Confundido, el joven pregunta: «Maestro, no entiendo. ¿Qué tiene que ver un loto blanco con la práctica budista?».

El maestro, con una mirada compasiva, explica: «El loto blanco representa la pureza de intención y la ética impecable que debemos cultivar en nuestra vida diaria. Así como el loto crece en un estanque limpio, nosotros debemos nutrir nuestra mente y nuestras acciones con pensamientos y comportamientos éticos. La fragancia dulce del loto es la bondad y la compasión que irradiamos hacia los demás. Al vivir de manera ética y limpia, como el loto blanco, encontramos la verdadera paz y el florecimiento de nuestra sabiduría interior».

El alumno regresa su atención a los peces, que ahora son lotos blancos.

Budismo Zen y la paciencia: un acto de amor propio. Cinco acciones para ser más pacientes

Budismo Zen y la paciencia: un acto de amor propio. Cinco acciones para ser más pacientes

«La paciencia y la tolerancia son la más alta ascesis. Los Budas proclaman que el Nibbana es el supremo. No es un renunciante ni un asceta el que agrede a los otros.» – El Buda, Dhammapada

Todas las imágenes del Buda tienen una característica compartida. Su rostro es la paciencia hecha perfección y es un recordatorio de que alguien normal, como tú y como yo, es capaz de convertir la paciencia en parte de su espiritualidad.

La paciencia es de lo más difícil de lograr. Queremos que todo suceda rápidamente y según nuestras expectativas e idea del tiempo. Y si no pasa, llegan los “Tres Hermanitos Diabólicos”: estrés, ansiedad y frustración (Sí, acabo de inventar ese término).

¿Por qué nos resulta tan difícil ser pacientes? ¿Cómo podemos cultivar la paciencia en nuestras vidas? En el Budismo Soto Zen, encontramos enseñanzas valiosas sobre la paciencia como parte de nuestra espiritualidad y sobre cómo podemos practicarla como un acto de amor propio y compasión.

En el Budismo Zen, la paciencia se conoce como «Kshanti» (sánscrito), una de las Seis Paramitas o virtudes transcendentales. Kshanti se refiere a la capacidad de ver cómo el ego quiere controlarnos y cómo debemos mantener la calma en un mundo que no cumple con lo que imaginamos. Es la habilidad de conectar con la humanidad de otros y soportar las aflicciones sin reaccionar con aversión ni rechazo.

Casi siempre la paciencia es un acto de ego porque pensamos cosas como “debido a que soy buena persona, soporto tus imperfecciones y tu lentitud”.

Pero la paciencia no es hacia el exterior. Es hacia uno mismo. Cultivar la paciencia es un acto de amor propio y compasión. Nos da la oportunidad de estar en armonía con el flujo de la vida y aceptar las cosas tal como son. Conectamos con todos los seres vivos y con nuestro interior.

Y más importante, nos liberamos de la necesidad de controlar y resistir, y en su lugar, encontramos una mayor paz interior y claridad mental.

Hoy quiero compartir cinco acciones que me ayudan a no perder la paciencia. Son parte de mi práctica espiritual, pero no tienes que ser monje para comenzar a practicarlas:

1. Cultiva la conciencia plena

Practica la atención plena en cada momento presente. Observa tus pensamientos y emociones sin juzgar y desarrolla una mayor comprensión de tus patrones de impaciencia.

2. Abraza la impermanencia

Recuerda que todo en la vida es transitorio. Incluidas tus emociones. Los Tres Hermanitos Diabólico son estados pasajeros de la mente. Acepta que las personas y las cosas pueden llevar tiempo y cambian a su propio ritmo. Deja de aferrarte a las expectativas y sé abierto a las posibilidades que se presentan. Absolutamente nadie tiene por qué actuar como imaginas.

3. Practica la autocompasión

Sé amable contigo cuando te encuentres luchando con la impaciencia. Reconoce que eres un ser humano y que todos tenemos momentos de dificultad. Todos tenemos diferentes formas de pensar, de hacer las cosas y de sentir el tiempo. Trátate con compasión y permite que la paciencia se desarrolle gradualmente.

4. Aprende del presente

Cada situación que encuentres es una oportunidad de aprendizaje. En lugar de enfocarte en el resultado final, dirige tu atención hacia el proceso, al esfuerzo y humanidad de los demás y a las lecciones que están ante ti. Esto te ayudará a desarrollar una actitud de apertura y aprendizaje constante.

5. Nutre la práctica de Zazen

Shikantaza, la meditación sentada, es una práctica fundamental en el Budismo Soto Zen. A través de la quietud y la observación consciente de los pensamientos, puedes cultivar la paciencia y la estabilidad mental. Dedica tiempo regularmente a esta práctica y observa cómo se refleja en tu vida diaria.

Las Seis Paramitas son hábitos completamente alcanzables por cualquiera. Pero se requiere dar el primer paso. Kshanti es un viaje y lleva tiempo desarrollarla. Pero con cada pequeño paso, estarás construyendo una base sólida para la paz interior y la resiliencia en tus metas.