He estado estudiando algunos capítulos del del Sutta-Nipata y encontré esta cita sobre Dana Paramita:
«Él que es un dador liberal, generoso, apto para mendigar, y que busca riquezas justamente, y habiendo buscado riquezas justamente, da de sus riquezas obtenidas y adquiridas justamente a otros, produce mucho bien.»
Estas palabras de Shakyamuni nos recuerdan que la generosidad no solo enriquece a quienes reciben, sino también a quienes dan. Al compartir nuestros recursos con aquellos que nos rodean, cultivamos un espíritu de compasión y apoyo mutuo, fortaleciendo los lazos de nuestra comunidad y fomentando un ambiente de amor y crecimiento espiritual.
Es en este espíritu que les recuerdo que es momento de hacer sus donativos para agosto de 2024. Sus contribuciones son vitales para mantener nuestras actividades, costos de hospedaje web, cursos y eventos. Es gracias a ustedes que esta sangha puede seguir adelante.
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Agradezco profundamente su continuo apoyo y generosidad. Juntos, mantenemos viva la llama del Dharma.
Que todos los seres se beneficien de nuestra práctica.
Hace años, cuando trabajaba en una oficina, una compañera estaba hecha un mar de lágrimas. Su perrita, Tita, había muerto el día anterior, y su dolor era evidente. Algunos compañeros, al verla en ese estado, se acercaron para preguntar cuál era el problema. Pero al enterarse de que una simple perrita había muerto, se daban la vuelta e ignoraban el sufrimiento de mi amiga. Como si la muerte de una mascota no fuera relevante. Y es que despedir a nuestros animales no es parte de la cultura humana.
Perder a un miembro animal de nuestra familia es un dolor profundo y real, y en el Budismo Zen, reconocemos y honramos este sentimiento. En esta segunda parte, daré algunas ideas de cómo podemos despedir a nuestros animales con amor, respeto y dignidad a través de una ceremonia budista. Este artículo está dirigido a aquellos que desean honrar a sus mascotas fallecidas de una manera significativa y compasiva, utilizando las enseñanzas del Budismo Zen.
Las Tres Marcas de la Existencia
Shakyamuni Buda nos enseñó sobre las Tres Marcas de la Existencia: la impermanencia (Anicca), el sufrimiento (Dukkha), y la ausencia de un yo permanente (Anatta). Estas enseñanzas son fundamentales para entender la naturaleza de la vida y la muerte.
Impermanencia (Anicca): Todo en el vasto cosmos es transitorio. Nada dura para siempre, ni nuestros cuerpos, ni nuestras relaciones, ni siquiera nuestras queridas mascotas. Reconocer la impermanencia nos ayuda a vivir con más presencia y gratitud, apreciando cada momento con los seres que amamos.
Sufrimiento (Dukkha): El sufrimiento es una parte inevitable de la existencia. Perder a una mascota nos enfrenta directamente a esta verdad. Sin embargo, el Buda nos da los elementos para aceptar el sufrimiento y a encontrar formas de trascenderlo. Es completamente posible vivir las situaciones duras de la vida sin hacer drama.
Ausencia de un yo permanente (Anatta): No existe un yo fijo e inmutable. Todos los seres están en un constante flujo de cambio. Nuestras mascotas también forman parte de este ciclo. Al entender esto, podemos soltar nuestros apegos y encontrar paz en la aceptación de la realidad.
Aprender sobre la Impermanencia
En el budismo en general, se tiene una manera distinta de ver la muerte. Y en el Zen es aún más particular porque desde el primer contacto con esta práctica, comenzamos a aceptar nuestra impermanencia y la de todo lo que nos rodea.
Lejos de ser una visión oscura de las cosas, lo vemos como una realidad a la que nos debemos adecuar para poder ser libres en la vida. Esto es útil para poder estar en paz con los cambios naturales, para poder despedir a nuestros animales, por supuesto.
Aprender sobre la impermanencia de las cosas es un desafío, especialmente cuando se trata de los seres que amamos profundamente. Sin embargo, esta comprensión nos ayuda a no desarrollar apegos obsesivos y a vivir de una manera más equilibrada y compasiva. Sabemos que todo lo que amamos es transitorio, lo que nos enseña a apreciar cada momento y a no dar por sentado el tiempo que tenemos juntos.
La preciosidad de cada instante
En el libro Tropas del Espacio, de Robert A. Heinlein, hay una frase que me ha seguido desde la adolescencia: “Adelante, monos, ¿acaso quieren vivir para siempre?”. No, no quiero vivir para siempre. Y no quiero que ningún ser que amo viva para siempre.
El spoiler más grande de la película de tu vida es: eres impermanente y sabes que eventualmente vas a morir. Pero no hay que tener miedo, sino al contrario. Esta conciencia de la mortalidad nos enseña que cada instante es precioso. No podemos darnos el lujo de desperdiciar el tiempo, especialmente con aquellos que amamos. Al vivir plenamente en el presente, podemos hacer de cada momento una oportunidad para expresar nuestro amor y gratitud hacia nuestras mascotas.
La práctica budista para despedir a nuestros animales
Cuando la muerte llega, la práctica budista nos ayuda a aceptar y a recuperarnos más rápidamente. Nos enseña a estar presentes con nuestro dolor, a observarlo sin resistirlo y a permitirnos sentir todas las emociones que surgen. Esta aceptación nos permite procesar el duelo de una manera más saludable y encontrar paz en medio de la tristeza.
La Importancia de una ceremonia de despedida
Debido a que hemos construido una cultura orienta a la razón y a lo material, hemos dejado de lado los ritos de pasaje, que han sido vitales para el desarrollo humano. Así como sabemos que la primavera llega y hacemos cosas de primavera, debemos marcar cuando la adolescencia o la madurez llegan.
La muerte es solo otro estado de nuestra realidad y también necesita una marca en el tiempo para poder movernos hacia adelante. El Zen tiene ritos de pasaje que nos dan paz, centro y nos mueven hacia el futuro.
Si hay servicios funerarios para humanos, ¿por qué no tener uno para despedir a nuestros animales? Debemos despedirnos de manera amorosa, honorable y digna, tal como lo haríamos con cualquier miembro de la familia.
Tu propia ceremonia budista para despedir a nuestros animales
En muchos templos budistas de Japón se ofrece un servicio funerario llamado Petto-rossu (Pet loss, pero en japonés). Se trata de una ceremonia memorial idéntica a la de los humanos, pero para mascotas. En los últimos años ha cobrado más auge y creo que es una gran idea.
Las ceremonias funerarias en el budismo japonés son, en realidad, ceremonias de ordenación. A la persona fallecida (o a la mascota) se le ordena como monje que ha trascendido el samsara. Aunque es hermosa, es una ceremonia complicada y que lleva muchos pasos reservados para monjes.
Pensando en que no todos son monjes o practicantes de Soto Zen, he escrito esta ceremonia inspirada en Petto-rossu. La intención es que sea accesible para cualquier persona que necesite una ceremonia de pasaje para su compañero cuadrúpedo, plumífero o acuático.
Es muy importante decir que esta ceremonia debe ser hecha unas semanas después de la muerte del animal. Queremos despedirle desde la razón, el amor y la gratitud; no desde el drama y el corazón roto.
Para aquellos que tienen un altar budista en casa, aquí hay una guía sencilla para diseñar una ceremonia de despedida para sus mascotas:
1. Preparación del Espacio:
Limpia el espacio alrededor de tu altar.
Limpia con cariño al Buda.
Coloca una foto de tu mascota.
Añade flores frescas o incienso de sándalo y velas.
Incluye un objeto que era significativo para tu mascota, como su juguete favorito.
Haz una reverencia a manos juntas (Gassho) al terminar.
2. Encendido de velas e incienso:
Enciende una vela. La luz de la vela simboliza la sabiduría y la compasión que guía a nuestra mascota hacia su próximo viaje.
Enciende un incienso. Este representa la pureza y la transitoriedad de la vida. Además, es para unir el mundo de los vivos con el de los muertos, aunque sea por unos instantes.
Gassho al terminar.
3. Recitación de Sutra del Corazón y Mantra:
Recita el Sutra del Corazón 3 veces. Lo puedes encontrar aquí. El Sutra del Corazón es una recitación poderosa que habla sobre la vacuidad y la interconexión de todas las cosas.
Recita el mantra de la compasión: «Om Mani Padme Hum». Este mantra puede repetirse 7 veces para crear un espacio de gratitud, compasión y paz en el corazón.
4. Reflexión y Zazen
Ahí frente a tu altar, toma unos minutos para reflexionar sobre los momentos felices y el amor compartido con tu mascota. Agradece las lecciones que ha dejado en ti y que te han transformado en mejor persona.
Permítete sentir y observar tus emociones sin juzgarlas. Si surgen lágrimas, deja que fluyan.
Siéntate en Zazen al menos por 20 minutos.
5. Palabras de despedida:
Habla en voz alta a tu mascota, expresando tu gratitud por el tiempo compartido y las enseñanzas recibidas.
Puedes decir algo como: «Querido [nombre de tu mascota], gracias por el amor, las enseñanzas y la alegría que trajiste a nuestras vidas. Te recordaremos siempre con amor y gratitud. Que encuentres paz y felicidad en tu próximo viaje.»
6. Versos de cierre:
Los versos los puedes encontrar también en nuestro cuaderno de liturgia aquí.
Verso de la enmienda.
Cuatro Promesas.
Verso de gratitud.
7. Cierre:
Toca tu campana 2 veces.
Apaga la vela y el incienso con gratitud y respeto.
Toma unos momentos finales para estar en silencio, permitiendo que la paz y la aceptación llenen tu corazón.
Conclusión
Perder a una mascota es una experiencia profundamente dolorosa. Sin embargo, a través de las enseñanzas del Budismo Zen y la práctica de ceremonias de despedida, podemos encontrar formas de honrar y recordar a nuestras mascotas con amor y dignidad.
Al aceptar la impermanencia y vivir cada momento con gratitud, aprendemos a valorar más profundamente nuestras relaciones y a soltar el apego de una manera saludable. Al realizar una ceremonia de despedida, no solo honramos la vida de nuestra mascota, sino que también nos permitimos a nosotros mismos sanar y encontrar paz.
Que este proceso nos ayude a todos a recordar el amor perfecto que jamás se apaga y a vivir con compasión y alegría, sabiendo que cada momento es precioso y que la conexión con nuestras mascotas siempre permanecerá en nuestros corazones.
ATENCIÓN: Este Zazenkai y hasta nuevo aviso, serán solo por Zoom.
En este Zazenkai comenzamos a leer juntos el Vimalakirti Sutra. Recomiendo mucho leer el capítulo 1 antes de llegar a Zazenkai.
El primer capítulo se llama La Purificación del Campo de Buda de los Bodhisattvas. Describe cómo el Buda explica a sus seguidores que el Campo de Buda o Campo Búdico de un bodhisattva se manifiesta a través del desarrollo de los seres vivos. Un bodhisattva abraza un Campo de Buda en la medida en que ayuda a los seres vivos a volverse disciplinados, a entender la naturaleza búdica y a incrementar sus facultades espirituales.
Este Campo es un reflejo de la mente pura del bodhisattva y se purifica a través de la práctica de la generosidad, la tolerancia, la meditación, la sabiduría, y los Cuatro Inconmensurables, entre otros. El Buda concluye explicando que la pureza del campo de Buda refleja la pureza de los seres vivos y del Dharma.
Como monjes budistas dependemos de la generosidad de nuestra comunidad para nuestro sustento. No tenemos salario y vivimos con sencillez, por lo que cada donación es muy apreciada.
Con tu ayuda, me es posible continuar difundiendo las enseñanzas del Buda y de los Patriarcas del Zen, y compartiendo su mensaje de compasión con el mundo.
Tu donación me ayudarás a seguir ofreciendo clases de Budismo Soto Zen, Zazen y otras actividades que benefician a la comunidad. ¡Gracias por tu amabilidad y generosidad!
Zazenkai significa Meditamos Juntos, y son las reuniones semanales de una sangha Soto Zen. En Grupo Zen Ryokan nos reunimos todos los domingos, para una pequeña ceremonia, practicar Zazen juntos y aprender Budismo Soto Zen.
Si estás fuera de Guadalajara, Jalisco, puedes participar con nosotros vía Zoom en vivo, o ver la transmisión grabada en YouTube.
Si estás en la ciudad, te esperamos en el Árbol del Yoga, siempre y cuando sigas al pie de la letra las medidas de prevención por la contingencia sanitaria. Detalles aquí.
El tema del día será: Vimalakirti Sutra 2. Purificación del Campo de Buda.
Los espero:
Día: Domingo 4 de agosto de 2024.
Hora: Ciudad de México / Guadalajara 10:00h Caracas / La Paz 12:00h Madrid 18:00h
Por respeto al Maestro y los asistentes, LLEGAR TEMPRANO. Comenzamos a la hora en punto y se cerrará la reunión de Zoom.
Duración: 90 minutos.
Lugar: Sala de Zoom. El enlace a la sala será publicado 15 minutos antes en el grupo de difusión en WhatsApp. Clic aquí.
Si no te puedes conectar a esa hora, puedes participar en la grabación que quedará en YouTube.
Indicaciones especiales para Zoom:
Descargar nuestro cuaderno de liturgia de https://1drv.ms/w/s!Akxki0vbnRKilJdQA9WC8DyqzTqBaA?e=swI1t4
Llevar ropa cómoda.
Preparar cojín, silla o zafu.
Tener agua disponible.
Elegir un lugar donde se pueda ver la pantalla con claridad y tener espacio para moverse y sentarse en un cojín o silla.
Seguir las instrucciones que daré en el video.
Un poco de incienso siempre es buena idea.
Espero verlos ahí. Cualquier duda o pregunta ya saben que siempre estoy disponible.
Toda mi vida pensé que no me gustaban los animales. Mis padres siempre evitaron que tuviera mascotas. “Son sucios y desordenados”, decían para proteger su comodidad. Por esa razón nunca tuve demasiado interés por ellos. Hasta que un día las cosas cambiaron para siempre. Nunca pensé que despedir a nuestros animales sería un tema de conversación para mí.
Rikku y Yuna fueron dos gatitas tabby carey hermanas que rescaté de un hoyo en una avenida muy transitada de la ciudad. A pesar de que los gatos me daban miedo y asco porque nunca había estado cerca de ellos, escuchar los maullidos de miedo de dos bebés, tocó mi corazón. En una tienda pedí una caja de cartón y rescaté a las dos gatitas.
En mi imaginación, solo las tendría por 2 semanas en lo que alguien las adoptaba. Pero esas 2 semanas se convirtieron en 22 años. Fueron mis bebés, mis amigas, mis acompañantes, mis generadoras de pelo, mi fuente de arañazos y mi familia. Envejecimos juntos, pero ellas se adelantaron hacia la siguiente vida y me tuve que despedir.
Perder a una mascota querida es uno de los desafíos emocionales más profundos que podemos enfrentar. Nunca es fácil y no hay escuelas para aprender a despedir a nuestros animales. En el Budismo Zen, reconocemos la profundidad de esta pérdida y aprendemos una perspectiva amorosa y compasiva para ayudar a navegar por el dolor. Desde el Buda hasta los maestros contemporáneos, la relación amorosa y compasiva con los animales ha sido una constante.
Justo porque entiendo el dolor de decir adiós a nuestra familia cuadrúpeda o plumífera, esta serie de 2 artículos busca ofrecer consuelo y guía, basado en las enseñanzas de Shakyamuni, las Cuatro Nobles Verdades y los Preceptos del Bodhisattva, para honrar y despedir a nuestras mascotas con gratitud y aceptación.
El amor y la compasión hacia los animales en el budismo
Desde los tiempos de Shakyamuni, los animales han sido objeto de amor y compasión en la tradición budista. El Buda mismo reconoció la interconexión de todas las formas de vida y promovió el respeto y la bondad hacia los animales. En el Sutra del Loto, se menciona cómo el Buda extendía su compasión a todos los seres, sin distinción. Los grandes maestros Zen, como Dogen Zenji y Bodhidharma, también han enfatizado la importancia de tratar a los animales con amabilidad y respeto.
En la enseñanza de Bodhidharma, por ejemplo, se subraya la unidad de todas las cosas vivientes y la práctica de la compasión hacia todos los seres. Esto se refleja en los preceptos del Bodhisattva, que nos animan a no dañar de forma volitiva a ningún ser viviente y a proteger y cuidar a todos. Esta tradición de compasión se ha mantenido a lo largo de los siglos, influenciando cómo los practicantes de Zen interactuamos con el mundo natural y sus criaturas.
Creemos que todo es Buda. Desde plantas, piedras, virus, bacterias, personas o planetas; todo es Buda. Despedir a nuestros animales es decir hola al Buda en todos los seres de la existencia, a lo largo de todos los tiempos y multiversos.
Construyendo un amor genuino y desinteresado
El estudio de las enseñanzas de Shakyamuni Buda, especialmente las Cuatro Nobles Verdades y los Preceptos del Bodhisattva, de Shantideva; nos ayudan a cultivar un amor genuino y desinteresado por todas las formas de vida. Las Cuatro Nobles Verdades nos enseñan sobre la naturaleza del sufrimiento, su causa, su cesación y el camino que conduce a su cesación. Al entender que el sufrimiento es una parte inevitable de la existencia, podemos desarrollar una compasión profunda por todos los seres que sufren, incluidas nuestras mascotas.
Asimismo, desarrollamos una conexión especial incluso por los animales con los que no tenemos una relación directa.
Los Preceptos del Bodhisattva nos guían para vivir de manera que minimicemos el daño volitivo a otros seres. Nos enseñan a no matar, no robar, no mentir, no intoxicar nuestras mentes y a ser respetuosos con todas las formas de vida. Al practicar estos preceptos, desarrollamos una sensibilidad y un cuidado profundo por nuestras mascotas, reconociendo que ellas también son parte de la vasta red de la vida.
Esta sabiduría se extiende para animales en otros lugares. Cuando vemos el sufrimiento de un animal en la calle, por ejemplo, es imposible no sentir empatía. Nosotros aprendemos a estar con ellos, a cuidarlos y a hacerlos sentidos amados, aunque sea por un breve instante.
El juramento de proteger a todos los seres vivos
En el Budismo Zen, juramos cuidar y proteger a todos los seres vivos, lo que incluye a nuestra familia animal. Este compromiso se basa en la comprensión de que todos los seres, incluidos los animales, tienen el potencial de alcanzar la iluminación. Son tan Budas como cualquier Buda del multiverso. Al cuidar y proteger a nuestras mascotas, estamos practicando el camino del Bodhisattva, trabajando por el bienestar de todos los seres.
La Impermanencia y las Tres Marcas de la Existencia para despedir a nuestros animales
Aunque amamos y protegemos a nuestras mascotas como parte de nuestra familia, no están exentas de las Tres Marcas de la Existencia: impermanencia, sufrimiento y no-yo. La impermanencia significa que todo cambia y que nada dura para siempre. Esto incluye la vida de nuestras queridas mascotas. El sufrimiento es una parte inevitable de la existencia y la muerte de nuestras mascotas es un recordatorio doloroso de esta verdad. El no-yo nos enseña que no hay un ser permanente e inmutable; nuestras mascotas también son parte de este flujo constante de cambio.
La impermanencia simplemente llega porque llega. Es una verdad difícil de aceptar, pero al hacerlo, podemos encontrar un camino hacia la paz y la aceptación.
¿Cómo aceptar el dolor de la pérdida?
El dolor de la muerte de una mascota es profundo y real. Despedir a nuestros animales de manera adecuad es un reto porque el torbellino de emociones nos domina.
En lugar de «lidiar» con el dolor, que implica rechazo y combate activo, en el Zen buscamos aceptar. Aceptamos la impermanencia de las cosas y permitimos que el dolor esté presente en nuestras vidas. Este enfoque nos permite conectar con el sufrimiento de manera genuina y nos despedimos de nuestras mascotas con un corazón lleno de gratitud, sin drama, estando presentes y atentos.
Practicando la aceptación Zen
Las despedidas siempre son dolorosas, pero la práctica Zen nos da la habilidad de ver más allá del ego triste y abrazar las lecciones aprendidas, la gratitud y las memorias. Honramos la vida de nuestra familia animal viviendo, sonriendo y ayudando a todos los seres vivos. Dejamos que la vida sea, sin molestarla, y soltamos el melodrama para pasar a la ecuanimidad.
Zazen y la tristeza
¿Cómo logramos todo esto para despedir a nuestros animales? Sentándonos en Zazen con la tristeza, con las memorias y con las lágrimas. En Zazen, observamos nuestros pensamientos y emociones sin apegarnos a ellos. Las observamos, las sentimos, pero no nos dejamos atrapar por ellos. Al final, esos nubarrones de tristeza comienzan a disiparse, dejando el recuerdo y el legado de nuestra familia animal. Sobre todo, queda el amor perfecto que jamás se apaga.
Conclusión
Despedir a nuestros animales es una experiencia dolorosa y profundamente personal. En el Budismo Zen, encontramos consuelo y guía en las enseñanzas de compasión y aceptación.
Al reconocer la interconexión de todas las formas de vida y practicar la aceptación de la impermanencia, podemos despedirnos de nuestras mascotas con gratitud y amor. La práctica de Shikantaza, además de recitar el Sutra del Corazón, nos ayudan a procesar nuestro dolor y a encontrar paz en medio de la tristeza. Al honrar la vida de nuestras mascotas, continuamos viviendo con compasión y amor por todos los seres vivos, manteniendo viva la llama del amor que compartimos con ellas.
Rikky y Yuna me enseñaron la budeidad en la familia animal. Ellas me permitieron comenzar a amar a todos los animales por igual. Es por ellas que ahora tengo herramientas y conocimientos para convivir con mis mejores amigos, Tamal Sensei y Tesla Sensei.
Hoy día, me pregunto si haber estudiado veterinaria hubiera sido buena carrera para mí.
La práctica Zen nos da la oportunidad de aprender a cuidar la vida y sobre compasión, gracias a nuestros acompañantes animales.
En el próximo post hablaremos de qué hacer para despedir a nuestras mascotas en una ceremonia llamada Petto-rosto (Pérdida de mascotas, en japonés).
ATENCIÓN: Este Zazenkai y hasta nuevo aviso, serán solo por Zoom.
Terminamos nuestra serie de Zazenkai dirigidos a personas que están recién llegadas al budismo y que quieren dar sus primeros pasos en el Zen.
Es una buena oportunidad para descubrir el Zen o para reafirmar tus conocimientos.
En esta séptima y última sesión hablaremos sobre cómo integrar todo lo aprendido y por qué la práctica continua es importante. Todo, por supuesto, para poder y encontrar tu verdadero ser.
Dana
Como monjes budistas dependemos de la generosidad de nuestra comunidad para nuestro sustento. No tenemos salario y vivimos con sencillez, por lo que cada donación es muy apreciada.
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Tu donación me ayudarás a seguir ofreciendo clases de Budismo Soto Zen, Zazen y otras actividades que benefician a la comunidad. ¡Gracias por tu amabilidad y generosidad!
Zazenkai significa Meditamos Juntos, y son las reuniones semanales de una sangha Soto Zen. En Grupo Zen Ryokan nos reunimos todos los domingos, para una pequeña ceremonia, practicar Zazen juntos y aprender Budismo Soto Zen.
Si estás fuera de Guadalajara, Jalisco, puedes participar con nosotros vía Zoom en vivo, o ver la transmisión grabada en YouTube.
Si estás en la ciudad, te esperamos en el Árbol del Yoga, siempre y cuando sigas al pie de la letra las medidas de prevención por la contingencia sanitaria. Detalles aquí.
El tema del día será: Encontrando tu verdadero ser 7.
Los espero:
Día: Domingo 21 de julio de 2024.
Hora: Ciudad de México / Guadalajara 10:00h Caracas / La Paz 12:00h Madrid 18:00h
Por respeto al Maestro y los asistentes, LLEGAR TEMPRANO. Comenzamos a la hora en punto y se cerrará la reunión de Zoom.
Duración: 90 minutos.
Lugar: Sala de Zoom. El enlace a la sala será publicado 15 minutos antes en el grupo de difusión en WhatsApp. Clic aquí.
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Llevar ropa cómoda.
Preparar cojín, silla o zafu.
Tener agua disponible.
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Un poco de incienso siempre es buena idea.
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Sobre mi
¡Hola! Soy Kyonin, monje y maestro budista de la tradición Soto Zen. Formo parte de Grupo Zen Ryokan. Comparto la sabiduría eterna del Buda para ayudar a encontrar la paz interior y la liberación del sufrimiento. Juntos vamos en camino hacia la compasión.
En días de lluvia
la melancolía invade
al monje Ryokan
-Haiku de Ryokan Taigu Roshi