Zazenkai significa Meditamos Juntos, y son las reuniones semanales de una sangha Soto Zen. En Grupo Zen Ryokan nos reunimos todos los domingos, para una pequeña ceremonia, practicar Zazen juntos y aprender Budismo Soto Zen.
Si estás fuera de Guadalajara, Jalisco, puedes participar con nosotros vía Zoom en vivo, o ver la transmisión grabada en YouTube.
Si estás en la ciudad, te esperamos en el Árbol del Yoga, siempre y cuando sigas al pie de la letra las medidas de prevención por la contingencia sanitaria. Detalles aquí.
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Dana: Recuerda que los monjes budistas no tenemos sueldo. Mantenemos todas las actividades de la sangha gracias a tus donativos. Si está en tus posibilidades, dona lo que te sea cómodo. Escríbeme en privado para decirte cómo. Gracias, gracias.
Todas las emociones humanas son útiles y naturales para el desarrollo de nuestra vida. Gracias a ellas podemos distinguir el peligro, saber cuando alguien abusa de nosotros o cuando requerimos apoyo y cariño.
El problema es que en estos tiempos de conexiones inmediatas e individualidad, el culto al ego hace que las emociones negativas crezcan a niveles incontrolables. Nunca nos percatamos cuando la angustia, ira, la tristeza y los celos comienzan a tomar el control de nuestras vidas. Estamos enojados, angustiados, con prisa o tristes de tiempo completo.
Encima de todo, las noticias de hechos terribles en el mundo se repiten 24 horas al día, lo que nos produce emociones y angustia terribles. En lugar de disfrutar nuestra experiencia, vamos con el corazón roto y con miedo y angustia que no se acaban.
Esto hace que nuestras vidas se vuelvan grises, nos volvemos depresivos o agresivos y comenzamos a habitar un mundo donde todo nos ataca de forma personal. Pronto la salud comienza a gastarse, y cansamos a las personas que nos rodean, erosionando amistades y relaciones.
Solución
Cuando las emociones negativas nos dominan y comenzamos a ver que nuestra tranquilidad y salud están siendo destruidas, es tiempo de actuar antes de que el problema se vuelva inmanejable.
Creemos que existe un camino de vida más tranquilo y amable, en el que podemos aprender a dejar ir las emociones que no nos ayudan y a no caer en extremos pasionales. Así crecemos, y construimos un mejor mundo para nosotros mismos y quienes nos rodean.
La angustia, la ira, el rencor, la tristeza o los celos; todos ellos pueden ser reducidos a su mínima expresión.
Por eso creamos Heisei, taller de manejo de emociones.
Heisei es la palabra japonesa que significa compostura, calma, aplomo, serenidad y ecuanimidad.
Inscribirte a Heisei, nos ayudará a:
Hacer de la meditación un hábito cotidiano para fortalecer tu estado de ánimo.
Dejar de reaccionar para mejor actuar con base en la ecuanimidad.
Saber cómo y cuándo usar redes sociales y ver noticias que solo crean miedo.
Estar atentos a los estados ánimo para dejarlos ir, antes de que nos causemos daño o los demás.
Buscar espacios de silencio e introspección necesarias para el auto conocimiento.
Reconocer tu naturaleza humana para que funcione en equilibrio con tus valores.
Aprender a ver las cosas de forma abierta y sin caer en extremos.
Entender la raíz de muchos de estos sentimientos.
Mejorar la salud en general.
¡Sonreír más y respirar con tranquilidad!
Cuando logramos ser uno con las emociones negativas, nos volvemos ecuánimes y más amables. No sólo te sentirás mejor, sino que la gente que te rodea se sentirá bien a tu lado.
Ver monjes budistas con la cabeza afeitada es muy común y forma parte de la imaginación colectiva. Lo vemos en anime, series, películas y en la gran mayoría de los maestros que dejan charlas en YouTube. Y muchos preguntan, ¿por qué lo hacen? Hay muchas razones. Aquí solo comentaré algunas.
Renunciar al cabello es una práctica más antigua que el budismo. Nació en el momento en el que el príncipe Siddhartha decidió dejar atrás la vida de lujos, pues una melena exuberante y bien cuidada era solo para los nobles y ricos.
En un tiempo donde no existía el champú ni el jabón, la cabellera se cuidaba con aceites e infusiones que solo la gente de castas altas podía pagar.
Siddhartha se dio cuenta que esto era una cadena grande. Si quería una vida espiritual, tenía que romper con los esquemas establecidos, como el culto a la vanidad.
Con el paso del tiempo, el príncipe se convirtió en el Buda. Él y sus monjes vivían con votos estrictos de ascetismo y renuncia. Todos los lujos tenían que ser dejados de lado, incluida la vanidad que trae el cabello. El Adorado Por el Mundo sabía que el cabello era el origen de muchos símbolos: de clases sociales altas, de rebeldía, de estatus, de apego, de belleza y muchas otras cosas. Justo porque era demasiado importante, él y sus monjes se despidieron del cabello.
Y hay otra razón importante. El Buda era el responsable de miles de monjes. Tenía que cuidar alimentación, vestimenta y salud, entre muchas otras cosas. No tenía recursos para mandar a todos al médico, así que la prevención era vital. Llevar cabello era un potencial problema de piojos y otros parásitos que ponían en riesgo a la sangha.
En el texto Khandhaka, parte del Vinaya-Pitaka, que son las reglas para ordenarse que dejó el Buda, indica algunas razones y formas para retirar el cabello. Por ejemplo:
Es el compromiso con la práctica y la ordenación
Los monjes hemos renunciado a los lujos y llevamos una via sin apegos ni vanidad. Nos despedimos del cabello y abrazamos el Dharma y la Compasión.
Es la liberación de la cadena del apego a la apariencia personal
El cabello es apego al cuerpo y a la importancia de «cómo me ve la sociedad». Estos conceptos son un estorbo para la práctica de un monje.
Para reducir la confusión y crear estabilidad
La vanidad en general lleva a una mente confundida y en caos. Las preguntas ¿Qué me pongo? ¿Cómo me peino? ¿Cómo me arreglo? ¿De qué color? ¿Rastas, lacio o rulos? han perdido todo poder sobre el monje.
Por otro lado, los símbolos que se le dan al cabello también se extinguen. Ya no es más signo de rebeldía, de punk o de pertenencia a un grupo cultural.
Un monje debe cortar su cabello cada cierto tiempo
Hay que retirar el cabello una vez que llega a dos dedos de largo (5cm, aproximadamente) o máximo cada dos meses.
La cabeza y pelo facial deben ser afeitados con navaja
En los tiempos de Shakyamuni, solo los nobles tenían acceso a tijeras. Los monjes no podían pagar por el lujo de usarlas.
El cabello, si crece, nunca debe ser cambiado de color
El monje acepta la impermanencia de las cosas. Las canas llegarán y son bienvenidas. Aunque de todas formas nadie las verá porque el cabello se cortará.
El cabello no se tiñe de ningún color.
No se debe perder tiempo en arreglar el cabello
Un monje no debe pasar tiempo en el cabello, más que para retirarlo. Minutos extras en esta acción implican que el monje ha perdido el control sobre su ego.
Cabeza afeitada en el budismo moderno occidental
Aunque casi todos los monjes seguimos esta regla, no todas las sanghas lo hacen y ahora es bastante abierto. Algunas cosas han cambiado. Por ejemplo, en el Vinaya se indica que las cejas tienen que afeitarse también, pero eso solo lo hacen los monjes Theravada en la actualidad.
Hay muchas tradiciones budistas modernas que permiten cabellera y tienen sus reglas específicas. Todo depende del maestro y sus reglas, así que siempre es diferente, pero la directiva es alejar el ego del monje.
Cabeza afeitada en el Soto Zen
El Soto Zen occidental es bastante abierto en cuanto a afeitar la cabeza. No todas las sanghas siguen esta regla debido a que muchos compañeros monjes tienen trabajo de oficina o de servicio al cliente. Una cabeza afeitada, aunque es común, hace sentir incómodas a algunas personas.
En mi práctica personal y por extensión al Grupo Zen Ryokan, he decidido seguir esta regla del Buda y compruebo todo lo que Él nos enseñó. Al mismo tiempo, seguimos al punto las instrucciones de Dogen para el cabello y pelo facial.
En el Gyoji Kihan, el manual para la vida en el templo, Dogen Zenji nos dice:
Afeitarse la cabeza tiene que ser el cuarto día del mes… Durante el afeitado, no hay que quitarse el koromo (hábito). Tampoco hay que tener conversaciones inútiles ni debates. Ambas personas, el barbero y el monje, deben reflexionar el siguiente verso y actuar con compasión:
Al afeitar mi barba y cabello, practicamos para que todos los seres vivos estén por siempre libres de las aflicciones mentales y al final lleguen al nirvana.
Pero Chocobuda, yo practico budismo y no soy monje, ¿me tengo que afeitar la cabeza?
No, a menos que tu maestro lo pida. Pero eso casi nunca sucede. Por supuesto, si lo que buscas es la ordenación, pues solo se hace y listo.
Zazenkai significa Meditamos Juntos, y son las reuniones semanales de una sangha Soto Zen. En Grupo Zen Ryokan nos reunimos todos los domingos, para una pequeña ceremonia, practicar Zazen juntos y aprender Budismo Soto Zen.
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Hace mucho tiempo, el Buda renació como un venado llamado Bodhisattva, Era un animal hermoso, alto y su color dorado lo llenaba todo. Aunque era muy feliz en el bosque, estaba consciente de que los cazadores lo querían matar para quitarle la piel y exhibirla como trofeo. Por esa razón, se mantenía oculto y no se revelaba ante el mundo humano.
Un día, un hombre que caminaba por el bosque, cayó a los rápidos en un río. Bodhisattva se arriesgó y decidió ir a salvarlo. Su única condición era que el hombre no debería revelar a nadie la existencia del venado.
El hombre accedió y el venado lo salvó de morir ahogado.
Días después, cuando el hombre regresó a su pueblo, corrió con el rey para decirle que en el bosque existía un hermoso venado color dorado. El hombre había roto su promesa porque pensó que la reina lo llenaría de dinero y lujos.
Para decepción del hombre, ell sabio rey investigó el suceso y descubrió que el hombre había roto su promesa. Como castigo y para que sirviera de ejemplo a todo el reino, el gobernante ordenó la pena de muerte para el hombre.
El hombre no paraba de llorar y de pedir clemencia.
Entonces Bodhisattva apareció con toda su Luz Dorada inundándolo todo y ofreció el sermón más hermoso. Le pidió al rey que perdonara la vida del hombre. El castigo más grande eran los propios infiernos internos que él se había creado. Su pena sería su miseria.
Después de eso, Bodhisattva subió al trono y comenzó a enseñar el Buddhadharma para todos los seres sintientes. Con voz dulce y calma dijo las siguientes palabras:
«Las leyes morales pueden ser enseñadas así: ser compasivos y perdonar rápidamente a todas las criaturas del universo. La compasión y el perdón nos hace libres y nos da paz que llega hasta la profundidad del ser. Estos valores unen a todos los que dan estos regalos«.
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Esta es una adaptación del cuento Jataka, Ruru, el Venado.
El Venado de Luz Dorada es un símbolo importante para el budismo Mahayana, porque es el propio Buda en forma animal. Es un elemento recurrente en los cuentos que enseñan algún valor moral del Dharma.
Esta historia es importante porque nos recuerda el poder de no crear rencor en el corazón, para mejor soltar y seguir adelante con nuestra vida. No importa la situación, todos necesitamos una segunda oportunidad para comenzar de nuevo.
Si te cuesta trabajo perdonarte o perdonar, siempre te puedes convertir en venado 🙂
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Sobre mi
¡Hola! Soy Kyonin, monje y maestro budista de la tradición Soto Zen. Formo parte de Grupo Zen Ryokan. Comparto la sabiduría eterna del Buda para ayudar a encontrar la paz interior y la liberación del sufrimiento. Juntos vamos en camino hacia la compasión.
En días de lluvia
la melancolía invade
al monje Ryokan
-Haiku de Ryokan Taigu Roshi