Preocupados solo por ropa y comida, no por la mente; granjeros y tejedores viven encarcelados. Por eso todo el mundo sufre frío y hambre. Pero si les digo, ¿me creerían?
Los cultivos y los gusanos de seda han fallado todos estos años, hambruna y desastres vienen uno detrás de otro. Las calamidades no son causadas por la gente indefensa. Al no entrenar la mente, culpan a los cielos.
El Maestro Muuija nos visita de nuevo en este blog y estamos muy felices porque su sabiduría es importante.
Este poema fue escrito hace unos 1000 años y sigue vigente.
Ahora todos estamos muy preocupados por obtener objetos y reconocimiento. El nuevo teléfono, el auto más grande. Queremos derrocar gobiernos y que la civilización se acomode a nuestro ego al designar nuevos pronombres y siglas.
¡Se nos va la vida amasando las cosas para que se ajusten al ego! Pero en ese proceso, todo mundo sufre.
Pero pocos se atreven a ver que la mente no entrenada es la causa de nuestras calamidades. Una mente iluminada por el Dharma puede ver que todo es Buda.
Las situaciones de la vida solo son Buda. Ya sea político corrupto, crimen o huracán, sonrisa de los niños, las puestas de sol hermosas; todo es Buda.
Mientras el enfoque de nuestros esfuerzos sean trivialidades del ego, idealizaciones del propio Buddhadharma; estamos condenados a hacer de nuestra experiencia una calamidad.
Olvida pensar, o te perderás en la caverna de los fantasmas. Si te aferras a los pensamientos, tu mente será un mono. Aléjate de estos dos males, y no evitarás la mente del zorro salvaje. El agua se adapta a vasijas cuadradas y redondas, el espejo da forma a Han y Hu. Sin importar si vas directo o rodeas, que te salve de ser sordo o ciego.
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La mente que se cultiva en el Zen es como un espejo que refleja la vida, sin ensuciar nada con el polvo de los juicios y las opiniones.
En este poema clásico del Budismo Seon, de Corea; el Maestro Muujia nos aconseja no aferrarnos a los pensamientos y no pensar de más. De lo contrario la mente se sale de control y comienza a saltar como mono por todas partes.
La mente que cultivamos necesita ser como el agua. Se adapta a todo tipo de situaciones y superficies, sin oponer resistencia.
La consciencia clara y en calma no tiene distinciones de nada. No importa si eres de China (Han) o si eres no-chino (Hu). ¡Qué más da!
Así que solo nos sentamos en silencio. Shikantaza es sentarse en Zazen sin negociar con el ego. No buscamos algo a cambio, sino que la mente clara y sin apegos nos lleva la Vía del Buda.
El Hokyozanmai es uno de los textos Zen más venerados en muchas escuelas. En su idioma original, el chino, es un poema compuesto de 94 líneas en rima que contienen mucha sabiduría por descubrir.
Fue escrito por Dongshan Liangjie (Buen sirviente de la caverna en la montaña), el ancestro número 38 de la tradición Soto Zen, que vivó entre los años 807 y 869 de nuestra era. Este maestro es importante porque él y su alumno Caoshan (pron. Saoshan) , crearon la tradición Caodong (pron. Saodong). Caodong es la contracción de los sombres Cao, de Caoshan; y de Dong, de Dongshan. Cuando Dogen llevó esta tradición a Japón, el nombre cambió de Caodong Chan a Soto Zen.
La Canción del Samadhi del Espejo Precioso es un poema que habla del estado mental que se alcanza cuando estamos en Zazen. Nos dice que la mente es como un espejo perfecto, que refleja las cosas como realmente son, sin alterarlas ni modificarlas. Esta es la mente del Buda, que ha sido transmitida de maestro a alumno, a través de los siglos.
El texto invita al practicante de Zen a abrazar las cosas, seres y situaciones del universo, con mente y corazón imparciales. Solo así podemos contemplar la talidad a la que todo pertenece. Nos pide que evitemos destruirnos a nosotros mismos, a no dañar a nadie y a trascender la dualidad de amor-odio.
También nos anima a actuar siempre por el beneficio de los demás, usando la compasión y sabiduría del Buda como estandarte espiritual.
Hoy compartimos esta magnífica traducción hecha por el Maestro Antonio Taishin Arana, del dojo zen Genjo Pamplona/Iruña, siguiendo la versión hecha por Luc Boussard en «Le Samadhi du miroir précieux» de Deux versant éditeur 2011. Fuente aquí.
En los próximos Zazenkai discutiremos este texto para aprender de él.
Hokyo zanmai
-La canción del samadhi del espejo precioso-
I La enseñanza de la auténtica asidad
es íntimamente transmitida
por budas y ancestros,
ahora está en ti
presérvala cuidadosamente.
II Un cuenco de plata lleno de nieve,
una garza blanca envuelta
por la luz de la luna
son parecidos pero no idénticos.
Íntimamente mezclados
cada uno ocupa su sitio.
III El verdadero sentido no reside en las palabras
aparece en el momento oportuno.
Atrapado por las palabras
te precipitas en el abismo,
en desacuerdo con ellas
te sumerges en la duda.
IV Dar la espalda, tocar
ni uno ni otro sirven.
Es como una bola de fuego,
limitar eso a la forma
es mancillarlo.
V El alba no es clara
la medianoche es la verdadera luz.
Este es el principio
que todo regula
y abole todo sufrimiento.
VI
Aunque eso no sea construido
no es sin lenguaje.
Como en el espejo precioso
forma y reflejo se contemplan
tú no eres el reflejo
pero el reflejo es tú.
VII Como el recién nacido
dotado de los cinco órganos de los sentidos
ni va ni viene
ni aparece ni permanece.
VIII No habla, balbucea
babawawa.
¿Palabras o no palabras?
No puede obtener su objeto.
pues sus palabras no son exactas.
IX Las seis líneas del hexagrama del fuego se entrelazan.
Lo oblicuo y lo derecho,
lo relativo y lo absoluto interactúan.
Una encima de otra dan tres pares.
Permutadas dan cinco transformaciones.
X Como los cinco sabores de la planta chisso,
como las cinco facetas
del cetro de diamante (vajra).
Lo derecho y lo oblicuo maravillosamente abrazados.
En la armonía del ritmo y la melodía está lo maravilloso,
XI Ser íntimo con el origen, recorrer la Vía.
Entrar allí y permanecer en el camino.
En la unión y la armonía hay felicidad
y no se comete ningún error.
XII Natural y sutil, inocente y misterioso,
eso no revela ni ignorancia ni despertar.
En el seno de causas y condiciones,
del tiempo y de las estaciones
eso brilla en su esplendor serenamente.
XIII Tan vasto que eso trasciende toda dimensión.
Tan puro que eso penetra donde ni siquiera hay intersticio.
Basta con una mínima diferencia
del grosor de un cabello
para que no haya armonía.
XIV En el presente confluyen lo súbito y lo gradual
con los principios y enseñanzas que de ahí surgen.
Cuando distinguimos entre principios y métodos
las normas aparecen.
XV Dominemos o no los principios y enseñanzas
la realidad fluye constantemente.
Si muestras calma en el exterior
pero por dentro estás agitado,
serás como el caballo atado
o como el ratón escondido.
XVI Los ilusos confunden lo negro y lo blanco,
los sabios de antaño sintieron piedad por ello
y les ofrecieron el dharma
que conduce al despertar.
XVII Cuando la visión errónea desaparece
la comprensión aparece espontáneamente.
Si quieres seguir las huellas de los antiguos
estudia atentamente su ejemplo.
XVIII Para realizar la via del buda,
ha contemplado el árbol durante diez kalpas.
Es como las orejas laceradas de tigre,
como un caballo sin herraduras.
XIX Para los seres ordinarios
los objetos, los adornos,
son tesoros preciosos.
Para los extraviados se manifiestan
el gato y el buey blanco.
XX El arquero hábil y fuerte
gracias a su destreza alcanza el blanco
a una gran distancia,
pero cuando las puntas de la flecha
y de la lanza se encuentran en pleno vuelo,
¿cómo podría ser esto cuestión de fuerza y de habilidad?
XXI El hombre de madera canta,
la mujer de piedra se levanta y baila.
Es más allá de los sentimientos
y de los pensamientos.
¿Para qué hacer consideraciones?
XXII Los ministros sirven al soberano,
los hijos obedecen a sus padres.
No obedecer es indigno de un niño.
No seguir es un desperdicio innecesario.
XXIII Esconded vuestra práctica,
actuad discretamente
aunque os tomen por un idiota o por un loco.
Continuar de esta forma
se llama el principio
en el seno del principio, (el anfitrión en el anfitrión).
Despierto o dormido en una choza de pasto lo que anhelo es ayudar a cruzar a otros antes que a mí.
Aunque este ser ignorante nunca se convierta en un buda, prometo ayudar a los demás a cruzar al otro lado, porque soy un monje.
¡Qué grandeza! Al estudiar las viejas enseñanzas de los Siete Budas, pasas más allá de los seis reinos.
—
Dogen tenía un gusto particular por la poesía y el manejo de la palabra como medio de expresión artística. Esto lo refleja en sus poemas, pero también su amor por el Buda.
En este juego de tres poemas, el Maestro nos recuerda su compromiso por ayudar a todos los seres vivos, sin importarle su propio beneficio.
Son tres textos cortos, que nos pueden ayudar a definir en rumbo de nuestra práctica.
Para nosotros en el Zen, el beneficio personal no significa nada. Nuestra felicidad llega cuando los seres que nos rodean están seguros, alimentados, amados y capaces de desarrollar todo su potencial de budas.
Había un hombre que era alguien distinguido a cualquier edad,
Pero ganar o perder, ambas están mal.
¿Qué hay que ganar de «mal» y «bien» cuando uno ya ha cazado esas nubes flotantes?
Las nubes no dejan ningún rastro,
pero las nubes y yo nos ayudamos mutuamente.
En mis manos no hay más que un durazno o una rama de bambú,
en mi cuerpo una túnica hecha de hiedra.
En mi mente profunda siento confianza.
¡Pero tristemente voy en contra de los tiempos!
—Maestro Baekgok, Corea, ?–1680.
Traducido por Kyonin.
En nuestra práctica de Zazen aprendemos a ver que somos montañas a las que llegan miles de nubes. Estas nubes son los pensamientos.
Llegan, tapan el cielo, pero siempre se van.
Todas nuestras etiquetas, nuestros idiomas y nuestras ideas más brillantes; no tienen importancia para la naturaleza. Son solo nubes.
Pero al mismo tiempo, esas nubes son parte de lo que somos. Nos necesitamos mutuamente. No podemos tener una vida humana sin los pensamientos y éstos no pueden existir sin la mente humana.
Al final, no importa quiénes somos o de cuándo; no poseemos nada en realidad. Nuestra ropa más cara no es mejor que una túnica sencilla.
¿Tiempo y urgencias? Son también nubes creadas por nosotros.
Buscando la verdad, me topé con discusiones de qué está bien y qué está mal. Sin darme cuenta de que había sido el hazmerreír por años. Solo con la práctica Zen entendí que el Yo y el mundo son solo fantasmas; y decidí quedarme junto a la nube blanca por el resto de mi vida.
— Gran Maestro Buhyudang
Cuando discutimos, sin importar la plataforma, estamos dispuestos a defender nuestra opinión a capa y espada. Pero no nos damos cuenta que las opiniones son solo humo en la cabeza y que no significan nada.
Estamos dispuestos a hacer rodar cabezas para defender una opinión, pero estamos muy lejos de solo ver al mundo por lo que realmente es.
El Gran Maestro Buhyudang nos llena el corazón recordándonos que somos solo tontos defendiendo lo indefendible. Solo el Buda Nube Blanca nos da la serenidad adecuada para VER por primera vez.
Si lo que escribo te es útil y te gusta, ¿por qué no invitarme un café? Gracias.
Sobre mi
¡Hola! Soy Kyonin, monje y maestro budista de la tradición Soto Zen. Formo parte de Grupo Zen Ryokan. Comparto la sabiduría eterna del Buda para ayudar a encontrar la paz interior y la liberación del sufrimiento. Juntos vamos en camino hacia la compasión.
En días de lluvia
la melancolía invade
al monje Ryokan
-Haiku de Ryokan Taigu Roshi